Relevo en el PP
Casado convence a los votantes del PP
El 53,3% apoya que Aznar se implique de nuevo en la vida de partido aunque entre los más jóvenes el 47,6% lo rechaza. Casi el 90% cree que el máster ha sido una campaña contra su líder y siete de cada diez pide que se centre en la Economía
El 53,3% apoya que Aznar se implique de nuevo en la vida de partido aunque entre los más jóvenes el 47,6% lo rechaza. Casi el 90% cree que el máster ha sido una campaña contra su líder y siete de cada diez pide que se centre en la Economía.
El ex presidente del Gobierno José María Aznar genera sentimientos encontrados entre los votantes del PP. Según una encuesta de NC Report, hasta un 53 por ciento apoya que Aznar tenga más papel en el partido, pero el 39,5% se declara en contra. Aznar tiene más apoyos entre los votantes de más edad, y menos entre los más jóvenes. La misma pregunta, aplicada sobre Rajoy, deja un reparto parecido. El 51% cree que sí debe tener más presencia, y el 40,5% se opone. La diferencia se visualiza por segmentos de edad porque Rajoy tiene más seguidores entre los votantes de entre 35 y 54 años.
Entre las primeras decisiones del nuevo líder del PP, Pablo Casado, está la apuesta por recomponer la relación con el ex presidente Aznar, tanto en privado como en público, después de que los lazos se rompieran en los últimos años del «marianismo». La nueva Génova sí cuenta con Aznar para la Convención Nacional de diciembre y también para las próximas campañas electorales, «si su agenda se lo permite». Aún con esta condición, la hipótesis del regreso de Aznar a la vida de partido habría sido impensable si al frente del PP siguiera Rajoy. La relación entre los dos estaba rota, irrecuperable después de los desplantes que se habían cruzado en público.
Esta medida que afecta al «aznarismo» es la que más división genera entre los votantes del PP. En el resto, Casado aprueba con nota dos meses después de su elección al frente de la Presidencia Nacional del partido. La encuesta, con una muestra circunscrita al electorado del PP, señala que la decisión que adoptaron en el Congreso está bien vista por la mayoría. Esa franja la tiene cubierta, en teoría, con un respaldo claro a sus iniciativas, a su política en Cataluña y a la decisión de ser más incisivo en la defensa de los valores del PP. Ahora bien, los gurús demoscópicos son conscientes de que necesitan aglutinar a su electorado más tradicional, pero recuperar también voto menos ideologizado, más de centro, que en los últimos años ha huido a Ciudadanos por la corrupción o por desafecto hacia decisiones del Gobierno de Rajoy. Hoy, un 77,4% de los votantes del PP declara que volvería a dar su apoyo a su partido. Y por segmentos de edad, los votantes con una mayor fidelidad a las siglas se mueven en la franja de entre los 35 y los 54 años. La encuesta fue realizada entre el 19 y el 21 de septiembre.
Los votantes del PP puntúan con un 7,5 de nota media a Casado, sobre un 8 como máxima opción. Por edades, los mayores de 55 son los más generosos, pero en todos los segmentos está por encima del 7. En estos dos meses Casado ha conseguido su objetivo de que cale en el imaginario de su electorado la idea de que representa los valores del PP. Según el sondeo de LA RAZÓN, hasta un 90,6% le identifica con los valores tradicionales del partido. La nueva dirección del PP está orientando su estrategia a partir del análisis de que en la etapa del Gobierno de Rajoy falló la política y las prioridades de la tarea de gobernar llevaron a dejar un espacio vacío en la defensa de las «esencias», que fue ocupado por Cs. Esta identificación de Casado con los valores tradicionales del PP es compartida por los votantes en todos los segmentos de edad y por encima del 85%.
El sondeo mide el nivel de aprobación de las primeras iniciativas de Casado como líder de la oposición. La nota media es de un 7,1 sobre ocho. Y su exigencia de que vuelva a aplicarse el artículo 155 de la Constitución en Cataluña es respaldada hasta por el 93,8% de los votantes populares. Casado ha apostado por convertir esta demanda en uno de los ejes de su política, a sabiendas de que Cataluña y el discurso territorial tienen un efecto en la política nacional porque se enfrenta a la presión de Rivera para arrebatarle al PP la bandera de España. La salida de La Moncloa y el cambio de etapa dan manos libres a Casado para ponerse al frente de la exigencia de que se apruebe una intervención más dura de la Generalitat de la que en su día impulsó Rajoy. Y aunque no vaya a ser tenida en cuenta por el Gobierno, al PP le da discurso dentro y fuera de Cataluña. Todos los votantes apoyan en un porcentaje superior al 90% ese 155 más duro.
Los votantes del PP quieren que la nueva dirección se centre en dar respuesta a la política económica del Gobierno de Sánchez. Es la primera demanda, y en segundo lugar, Cataluña. La agenda del PP coincide con estas prioridades de sus votantes porque éstos son los ejes centrales de su oposición al PSOE.
En cuanto a las explicaciones de Casado sobre su máster, para sus votantes son suficientes. Más del 90% asegura que se las cree, y la encuesta se realizó antes de que se conociese la decisión de la Fiscalía del Tribunal Supremo de oponerse a la investigación al presidente del PP por no ver indicios suficientes. Los más convencidos son los mayores de 35 años. Aunque entre la franja más joven, entre los 18 y los 34, hasta el 84% se declara satisfecho con los argumentos esgrimidos por el líder del PP. El 88,4% entiende que hay una campaña para desgastarle y a esto atribuyen en parte la presión informativa y política por cómo realizó sus estudios en el polémico Instituto de Derecho Público de la Universidad Rey Juan Carlos, que ha sido clausurado por sus irregularidades.
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