Cascos, defensas y escudos para las cárceles españolas

Las agresiones a funcionarios en las cárceles se han incrementado en los últimos tiempos. La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias va a adquirir un nuevo material de seguridad para varios de los centros con el objetivo de incrementar la seguridad de los trabajadores. Son cascos, defensas o escudos para repeler los posibles ataques de los internos.

El futuro material no tardará en llegar ya que el Ministerio del Interior formalizó este viernes el contrato que supera los 170.000 euros y del que se encargará una empresa que tiene su sede en Madrid. No se ha conseguido una rebaja del valor del mismo a pesar de que ha estado varios meses en el proceso de licitación.

Y es que para determinar la cantidad, los especialistas tomaron como referencia el valor real de los precios unitarios de adjudicación y de las medias de bajas de licitación de los distintos componentes de la prestación adjudicados. También tuvieron en cuenta que los precios de licitación de los últimos expedientes adjudicados en las anualidades 2023 y 2024, con medias de bajas sobre el presupuesto de licitación en torno al 20%.

Para ello, realizaron consultas de fuentes abiertas (catálogos, webs de acceso libre y precios públicos) de fabricantes y suministradores de este tipo de equipos, al objeto de extraer de las mismas precios de productos iguales o de similares características que pudieran servir de referencia para la valoración del precio estimado del contrato.

El nuevo material para las cárceles

El material adquirido responde a la lista de necesidades que se han elaborado desde las diferentes cárceles. Una de estas peticiones ha llevado a Interior a comprar cuatro analizadores de bajos de los vehículos. También dispondrán de 97 cascos antidisturbios o 224 chalecos antiagresiones.

Otros de los elementos serán 101 defensas de goma remirígida, 60 escudos protectores inversos para inmovilizaciones, 120 grilletes y 176 linternas. El objetivo del mismo no es otro que intentar repeler los ataques cada vez más habituales de los reos.

Y es que los sindicatos de estos trabajadores llevan meses denunciando la situación que viven sus compañeros en el interior de las cárceles. Unas agresiones que son constantes y se sienten desprotegidos a la hora de realizar sus funciones.