Cataluña considera que sufre «el mayor ataque al catalán desde 1978»

«Nunca un texto del Ministerio (de Educación) había menospreciado tanto el catalán», declaró ayer Irene Rigau, consejera de Enseñanza de la Generalitat de Cataluña. Para Rigau, que convocó una rueda de prensa de urgencia, el proyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) «es el mayor ataque al catalán desde 1978» y «está alejado del objetivo de mejorar el rendimiento escolar». En principio, la consejera catalana podrá trasladar su valoración directamente al ministro de Educación, José Ignacio Wert, y al resto de consejeros autonómicos hoy en la reunión de la Conferencia de Educación y defender por qué considera que la Lomce «rompe el modelo de escuela en catalán». Para Rigau, que compareció visiblemente enfada y contrariada, existe una «estrategia política» detrás del hecho de hacer público el nuevo texto ahora y no hace unas semanas, en plena campaña de las elecciones a la Generalitat, ya que en el articulado subyace «un ataque a la línea de flotación, porque el texto establece que los padres podrán escolarizar a sus hijos en castellano o en catalán y es un modelo separador, que deja al catalán como residual». Explicó que el proyecto de ley divide las materias escolares en tres categorías: la troncal, que incluye la lengua castellana, y una lengua extranjera; la específica, donde se sitúa una segunda lengua extranjera y, finalmente, la de especialidad, «donde colocan al catalán, que pasa a ser cuarta lengua en la enseñanza primaria».