El desafío independentista

CDR: Bombas como las de ETA y cohetes de larga distancia

Un informe de los Tedax sobre el material incautado a los detenidos dice que podían fabricar amonal.

Un informe de los Tedax sobre el material incautado a los detenidos dice que podían fabricar amonal.

Los agentes de los Tedax de la Guardia Civil elevaron a la Audiencia Nacional un informe sobre las sustancias que se habían incautado a los detenidos de los ERT de los CDR y subrayan que disponían de los «precursores explosivos y de los conocimientos necesarios para la fabricación ilícita de sustancias explosivas, incendiarias-fundentes y/o deflagrantes».

Asimismo, muestran su convicción de que «a la vista de las evidencias recogidas, los manuales intervenidos, las anotaciones manuscritas, así como la observación del entorno en donde fueron halladas, la acción perseguida es la implementación de un laboratorio casero e ilegal para la génesis casera de sustancias explosivas, incendiarias y/o deflagrantes».

En concreto, disponían de los siguientes elementos: «Material de laboratorio específico, como probetas, matraces, pipetas, recipientes de mezclado, cucharillas, sistemas de calefactado como pastillas de encendido, resistencias eléctricas del tipo freidora de cocina, soplete a gas, morteros para molido, molinillo eléctrico, sistemas de filtrado a base de filtro de papel y tamizadores artesanales, fuente de alimentación eléctrica de 24 voltios y 16 amperios». Todo un arsenal.

Asimismo, «elementos de ignición eléctrica, como los inflamadores eléctricos de procedencia USA, que posibilitan el encendido eléctrico de mezclas inflamables y por tanto la implementación de artificios electrónicos como medio de iniciación; elementos de ignición eléctrica de manufactura casera; una cápsula rellena con sustancia pendiente de análisis, con cable bifilar adaptado para conducir potencial eléctrico y actuar a la vez como puente de incandescencia».

Con todo, uno de los asuntos más preocupantes es que tenían «medios de ignición pirotécnica, como bengalas pirotécnicas, cuya combustión es capaz de iniciar otros productos menos sensibles. Dos de ellas habían sido raspadas para retirar la mezcla pirotécnica».

Los presuntos terroristas parecían dispuestos a dar «golpes» sonados, ya que, entre el material que se incautó la Guardia Civil, había motores de proyección que pueden ser usados para el lanzamiento, a modo de cohete, de pequeñas masas. «Pudieran ser capaces de iniciar la reacción de otras sustancias deflagrantes o incendiarias menos sensibles». De hecho, disponían de manuales manuscritos de formación.

Para que no se pudiera saber dónde habían adquirido los materiales, se habían recortado de las etiquetas «las partes relativas a los datos de trazabilidad del fabricante y distribuidor».

Algunos de los detenidos habían realizado pruebas de campo en la zona ajardinada de una casa, ya que aparecen improntas de quemado de sustancias químicas en el jardín.

Por «los manuales de los que disponía, las anotaciones manuscritas, los reactivos y precursores incautados, se pretendía la síntesis o fabricación casera de explosivos, sustancias incendiarias fundentes y deflagrantes», concluyen.

Entre las «anotaciones manuscritas halladas durante (uno de los registros), se detallan los compuestos y porcentajes necesarios para la síntesis del explosivo que denominan “Goma 2”».

«En la misma anotación manuscrita se describe el proceso de elaboración de lo que denominan “Explosivo Plástico”», con los componentes necesarios.

«Según información descargada de Internet, disponían de la composición porcentual para la elaboración del Incendiario/fundente.

«Los precursores elaborados se almacenaban separadamente hasta el momento de su utilización, como medida de seguridad, evitándose así una ignición accidental».

También podían fabricar amonal y amosal, habitualmente utilizados por ETA, ya que tenían nitrato amónico y los otros componentes.

Finalmente, tenían capacidad de generar explosiones físicas por expansión de gas que (...) reacciona químicamente desprendiendo gases y calor, que, «en recipiente cerrado, aumenta de presión hasta la ruptura violenta del contenedor».