Cerco del PP en el Congreso al equipo económico de Sánchez: pide cinco comparecencias

El PP no quiere descuidar la economía, un ámbito en el que siempre se ha movido muy bien y le ha dado grandes réditos electorales. Aunque ahora el foco mediático esté posado sobre cuestiones como la amnistía o la supuesta trama de corrupción del «caso Koldo», el partido de Alberto Núñez Feijóo también quiere prestarle atención a las preocupantes perspectivas económicas que dibujó el gobernador del Banco de España durante una intervención el pasado martes en el Congreso de los Diputados. Por ello, los populares quieren estrechar el cerco sobre el equipo económico de Pedro Sánchez y han registrado la petición de la comparecencia de cinco ministros.

En concreto, los populares han solicitado explicaciones en Comisión de la vicepresidenta de Hacienda, María Jesús Montero; el ministro de Economía, Carlos Cuerpo; la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez; la ministra de Seguridad Social, Elma Saiz; y, el ministro de Función Pública, José Luis Escrivá.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, intervino el martes en Comisión para desgranar los principales puntos que recoge el informe anual de 2023. Y, entre esos puntos, destacaron las advertencias sobre el deterioro de las cuentas públicas, el sostenimiento de las pensiones y la vivienda. En este sentido, sobre las cuentas públicas alertó del empeoramiento que se ha registrado desde que ha llegado Pedro Sánchez al Gobierno, con un déficit estructural que ha pasado del 3,1% del PIB en 2019 al 3,7% del PIB en 2023, un aumento significativo (cabe recordar que el déficit empezó a aumentar ya en 2019, antes de que estallara la propia pandemia).

Hernández de Cos alertó del aumento del déficit estructural, una evolución que está contribuyendo a un incremento «muy elevado desde un punto de vista histórico» de la deuda sobre el PIB (ahora se encuentra en el 108% del PIB) en un momento en que las reglas fiscales vuelven a ponerse en marcha tras cuatro años en suspenso por la pandemia. Esta situación de la que alerta de Cos preocupa y mucho al PP porque son conscientes de que «más pronto que tarde» llegarán al Gobierno y, naturalmente, temen heredar una situación envenenada y tener que afrontar los ajustes económicos y el desgaste político que eso conlleva, como ya ocurrió durante la etapa de Mariano Rajoy.

En su intervención, el gobernador del Banco de España reclamó al Gobierno que ponga en marcha un plan de consolidación fiscal a medio plazo, que pasa por mejorar la eficiencia en el gasto público y en el sistema tributario, dos cuestiones que parece muy difícil que el Gobierno afronte en una situación de máxima debilidad. El propio Hernández de Cos fue más allá de las cuentas públicas y también alertó de desajustes en materia de vivienda (con una oferta que va a menos frente a una creciente demanda), en pensiones o en productividad.

En este sentido, tanto en materia de vivienda como en materia de pensiones, el Gobierno ha optado por la «vía fácil» ya que ha introducido la limitación de los precios del alquiler y la revalorización de las pensiones anualmente conforme al IPC y eso es un problema para el PP porque son medidas cuya reforma puede generar impopularidad. Y eso que los populares han conseguido diluir el impacto político de la limitación de los precios del alquiler ya que tan solo se ha activado en Cataluña ya que tanto las autonomías gobernadas por el PP (la gran mayoría) como el País Vasco (PNV) están en contra. En todo caso, la propia experiencia catalana de 2020 ya dejó evidente constancia de los problemas que tiene limitar los precios del alquiler porque desapareció mucha oferta de vivienda y, muy probablemente, los mismos efectos se reeditarán en los próximos meses.

Sobre el sistema de pensiones, el gobernador alertó de la insostenbilidad en los próximos años porque se va a disparar la tasa de jubilados (por encima de la media de la propia Unión Europea) y una reforma del sistema sí que requiere de un pacto de Estado, aunque, en el actual contexto de relaciones congeladas entre PSOE y PP, parece muy complicado.

El PP quiere volver a poner el foco en la economía en un momento en que las perspectivas de crecimiento se van enfriando mientras reaparecen las reglas fiscales que van a obligar al Gobierno a tener mayor disciplina fiscal.