Chacón no se resigna y llama a levantar el PSOE de una «puñetera vez»

No se resignan. Ni ella -la catalana Carme Chacón- ni el madrileño Tomás Gómez , ni otros muchos que callan en público y malmeten en privado. De nada sirvió la llamada de Zapatero del domingo a mantener «los afectos y la unidad», ni el alineamiento de González con la estrategia de Rubalcaba para frenar a los críticos. El PSOE sigue dividido, abierto en canal, y quienes claman por un revulsivo, en forma de primarias o congreso extraordinario, no tienen intención de parar. La distancia con el «aparato» de Ferraz se vio ayer en el polémico homenaje impulsado por el PSM en el Congreso al recientemente fallecido Gregorio Peces-Barba, en el que no hubo representación de la dirección federal y tampoco presencia de diputados nacionales. Salvo José Blanco, sentado en primera fila en jornada de mañana y tarde; Alfonso Guerra porque era ponente de una de las mesas y Soraya Rodríguez, a quien se incluyó en el programa defintivo pero no en el inicial para que participara en el mismo panel que Carme Chacón. La organización del acto «escoció», y mucho, en el PSOE federal porque reunía a más de un miembro de la llamada «cofradía del perdón». Y prueba de ello es que en el recuerdo a la figura del que fuera uno de los padres de la Constitución la participación de todo «rubalcabista» brilló por su ausencia. Y es que algunos creyeron ver en la jornada un «aquelarre» de críticos promovido por el secretario general del PSM, que negó la mayor. La propia Menéndez se esforzó en convencer por la mañana de que el acto fue consultado en todo momento con la calle Ferraz. Explicaciones tardías. Tanto que dos de los ponentes previstos, los también padres de la Carta Magna, Herrero de Miñón y Pérez Llorca, al parecer porque no querían ser utilizados políticamente en un acto en memoria de Peces Barba, que resultó un tanto deslucido.

Dolor, mucho dolor, dijo Chacón haber sentido estos días con las lecturas que se habían hecho de la jornada, en la que ella participaba por «Gregorio, y sólo por Gregorio» y dio las gracias a Gómez por convocarla.

Sobraban más palabras, pero quiso la ex ministra de Defensa evocar a Peces-Barba para decir que si siguiera vivo y viera la grave crisis que atraviesa España, instaría a sus compañeros del PSOE «alto y claro» a «levantar de una puñetera vez» el partido. Si siguiera vivo, añadió, y viera la grave crisis que atraviesa España, su mandato sería ése «por la dignidad de tanta gente que nos necesita fuertes». La catalana aún lanzaría un segundo mensaje/dardo: «En un momento de tan baja estatura política se añora a una figura de su nivel intelectual y a un ser humano tan brillante». No quiero ofender a nadie, añadió antes de recordar que Peces-Barba fue también una persona «díscola que se enfrentaba a la dirección del partido, lo que valió no revalidar su escaño por Valladolid».

En la misma línea dibujaría Tomás Gómez, en la clausura, el recuerdo del que también fue presidente del Congreso: «Hoy estaría repintando los colores del socialismo, mirando a la sociedad y no al interior del PSOE».

Gómez no dio puntada sin hilo y glosó de Peces-Barba lo que en ocasiones ha dicho que carece Rubalcaba y el socialismo de hoy: «Amigo de sus amigos, con cultura de tribu y de horizonte lejano. Un rebelde con causa, crítico, que no repetía mantras y nunca iba con la manada». Esto sería el broche final de la jornada. Pero antes de la inauguración por la mañana, el secretario general del PSM tampoco quiso perder ocasión de dar su opinión sobre otro acto, el del 30 aniversario de la primera investidura de Felipe González en el que el ex presidente protagonizó un mano a mano de más de dos horas con Rubalcaba: «Vi sobre el escenario un liderazgo claro Felipe González». Primera andanda, a la que seguiría una réplica al reproche del ex número uno al PSOE por haber perdido la vocación de mayoría: «No estoy de acuerdo, otra cosa es si la estrategia es la más adecuada para recuperar esa mayoría». Lo dicho: el día fue prolijo en enmiendas a un Rubalcaba ayer en Asturias. Continuará, seguro.

¿Y dónde estaba Rubalcaba?

Parecía lógico que, en un homenaje a Gregorio Peces-Barba, no faltase la plana mayor del PSOE, encabezada por su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba. Sin embargo, las aguas bajan turbias entre los socialistas. Algo que no parecen muy preocupados por disimular sus principales líderes. Así que, ante la llamada de Tomás Gómez para llevar a cabo el homenaje al «padre de la Constitución» en el Congreso de los Diputados, el líder socialista decidió irse... a Gijón, donde visitó el Centro de Atención Integral para Personas con Discapacidad.