Cinco de cada diez catalanes creen que sí habrá referéndum

Ni en solitario ni con aliados. Artur Mas no termina de convencer a los catalanes. Un rechazo que podría extenderse a sus ahora socios o aliados. Ocho de cada diez ciudadanos, el 86,3 por ciento, se mostraron contrarios a la nueva subida de impuestos acordada por CiU y ERC, según la encuesta realizada por NC para LA RAZÓN. De forma unánime en todos los segmentos de edad, a los catalanes les parecen mal o muy mal las medidas adoptadas para este año que comienza. Una situación que ha provocado que el 41,9 por ciento de los encuestados valore negativamente el pacto entre ambas formaciones, y que un 18,2 lo califique de «regular». Frente a ellos, el 34,5 por ciento lo considera positivo. Un pacto que según cuatro de cada diez catalanes (39,7 por ciento) no será duradero y que para un 25,7 por ciento sigue siendo un interrogante sin respuesta. En el otro extremo, el 34,6 por ciento apuesta por esta «coalición» y afirma que el pacto tiene futuro.

Y si estos últimos tienen razón, confirmaría lo que piensa el 56,4 por ciento de los encuestados, que descarta el anticipo de elecciones. Una cifra que se antoja baja si tenemos en cuenta que sólo ha transcurrido un mes desde las últimas elecciones. Aunque más llamativo es aún que el 28,4 por ciento de los catalanes considere que sí habrá pronto nuevas elecciones. La desconfianza en el futuro de Cataluña y en ese pacto contra natura entre CiU y ERC crece conforme van pasando los días. Dudas que se disipan cuando se habla de independencia. Cinco de cada diez encuestados (51,4 por ciento) creen que si algo van a llevar a término ambas formaciones es la consulta soberanista. Una idea para nada compartida por el 31,9 por ciento, que considera que no habrá. Finalmente, ante la advertencia de que el Ejecutivo español anulase la autonomía de Cataluña para evitar el referéndum independentista, los catalanes se muestran muy divididos. El 40,1 por ciento tiene claro que esta situación no llegará a producirse, frente al 39,4 que piensa que no hay nada que detenga al Gobierno central.