El desafío independentista
CiU elimina símbolos españoles para tensar su relación con el PP
Los populares advierten de que no aceptarán la imposición de la «estelada»
La decisión del alcalde de Sitges, Miquel Forns (CiU), de suspender de sus atribuciones y de su sueldo a los tres concejales del PP que se oponen suprimir la plaza España y la calle España del callejero municipal ha vuelto a poner en primer plano la ofensiva de los nacionalistas para borrar los rastros de españolidad en Cataluña. Las maniobras en este sentido son múltiples y los impulsores variados, aunque siempre acaban encontrando la complicidad de CiU y ERC (las formaciones que tratan de materializar en 2014 una consulta soberanista en Cataluña), incluso del PSC.
En Sitges, fue el concejal de la CUP –una formación independentista y anticapitalista que ha irrumpido esta legislatura en el Parlament– quien tomó la iniciativa de sacrificar los nombres de la plaza y de la calle España. Los concejales de CiU respaldaron la medida, mientras que el PSC se abstuvo en una votación que tuvo lugar a finales de julio. En ese momento, el PP abrió un período de reflexión para analizar la deriva independentista del equipo de gobierno, pero el alcalde de Sitges, tras 15 días a la expectativa, ha dado por concluido este compás de espera y ha retirado fulminantemente las atribuciones a los concejales del PP que le apoyaban. Ante esta situación, el PP se pregunta qué ocurre y, sobre todo, quién hay detrás de estas decisiones.
«CiU ha tomado una decisión insólita, injustificada y temeraria», dijo ayer el portavoz parlamentario del PP catalán, Enric Millo, que no dudó en desplazarse a Sitges para conocer de primera mano la situación y para exponer una advertencia muy clara: «CiU y Artur Mas, como máximo responsable del partido, quiere llevar a los ayuntamientos el independentismo». Los populares han llegado a esta conclusión tras comprobar que los convergentes no sólo han abrazado la causa independentista, sino que también han optado por dinamitar los puentes con su formación.
También la capital catalana CiU cierra filas con la ofensiva soberanista. Los pesos pesados de la formación nacionalista están decididos a ser protagonistas de la cadena humana que está organizando la Asamblea Nacional Catalana (ANC) de cara a la Diada del 11 de septiembre para realizar una demostración de fuerza del movimiento soberanista. A pesar de que sus socios de Unió Democràtica rechazan participar en esta movilización que estará presidida por un lema independentista y reclaman que la cadena humana –denominada «vía catalana»– se limite a reivindicar el derecho a decidir, los dirigentes de Convergència no piensan descolgarse de este acto. Uno de los líderes más destacados de CDC, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, anunció ayer que tiene la intención de ser un eslabón más de esta cadena e incluso pidió a la organización poderse situar en la plaza Sant Jaume de Barcelona, donde comparten espacio el Ayuntamiento y la Generalitat. Trias añadió que sus concejales tienen libertad para apoyar la reivindicación, y defendió que ésta sirve tanto para ensalzar el derecho a decidir como la independencia, una interpretación que no comparten ni Unió, ni PSC. Todos ellos están de acuerdo con reclamar el ejercicio del derecho a decidir pero no con confundirlo con las tesis independentistas. A falta de menos de un mes para la Diada, todavía es una incógnita la presencia de miembros del gobierno de Artur Mas.
Un testimonio perdido de la historia de la ciudad
Barcelona - La placa retirada de la fachada del ayuntamiento ha sido testimonio mudo de la historia de la ciudad. Pese a hacer referencia a la constitución liberal de 1837 y ser colocada en 1840, la pieza ha sobrevivido a la caída de regímenes, a una guerra civil o al franquismo. El bajorrelieve es original de Celdoni Guixà.
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