El desafío independentista
CiU y ERC ultiman su pacto para hacer la consulta en el año 2014
Se prevé que el acuerdo pueda cerrarse por completo esta misma semana
Después de varios días encallados porque no había manera de consensuar la concreción de la consulta sobre la autodeterminación de Cataluña, CiU y ERC lograron ayer una aproximación prácticamente definitiva que despeja el resto de las negociaciones para sellar un pacto de legislatura que investirá, nuevamente, a Artur Mas como presidente de la Generalitat.
La dificultad del acuerdo sobre la consulta estaba en concretar la fecha de la consulta y en establecer un compromiso firme con su celebración. Los convergentes eran partidarios de flexibilizar ambos puntos, pero finalmente accederán a que el pacto fije la consulta antes de 2015 –muy probablemente será en otoño de 2014, al igual que el referéndum escocés– y a que su convocatoria no quede supeditada a la consecución de coberturas legales.
Fuentes de CiU insistieron en que ayer, al cierre de esta edición, «no hay un acuerdo cerrado», pero lo cierto es que el pacto está madurando y se prevé que pueda cerrarse por completo esta misma semana. Aunque la aproximación lograda no es definitiva, no se prevé que el resto de cuestiones por acordar puedan entorpecer la firma.
Negociadores de CiU y ERC continúan manteniendo conversaciones para consensuar la carpeta presupuestaria y la institucional, las otras claves del pacto. La primera de ellas implicará un giro a la izquierda por parte de CiU y la recuperación de impuestos como el de sucesiones y el de patrimonio. La segunda está relacionada con la designación de consellers –ERC quiere influir en su nombramiento– y con los pactos que CiU mantiene con el PP.
Los convergentes tienen interés en cerrar cuanto antes la negociación y, en este sentido, están presionando a ERC para que las conversaciones no se demoren durante mucho más tiempo. Su intención es que el acuerdo quede cerrado esta misma semana y ratificado por su consejo nacional, un paso que no es imprescindible dentro del funcionamiento interno de Convergència Democràtica pero sí conveniente.
La aproximación lograda permite vislumbrar el final de la negociación del frente nacionalista, pero todavía quedan enormes interrogantes sobre el alcance del pacto. Para empezar, no está resuelta la hoja de ruta hacia la consulta. CiU era partidaria de intentar en primer lugar un acuerdo en el Congreso, a pesar de que este es imposible ya que el PP no se prestará a hacer la Constitución a medida de los nacionalistas. ERC es partidaria, en cambio, de actuar a través de hechos consumados, aunque comparte la necesidad de lograr amparo internacional a la consulta
No está claro tampoco hasta qué punto se va a producir un incremento de la presión fiscal, ni tampoco sobre los recortes. Tampoco hay luz suficiente sobre el pacto a nivel institucional entre convergentes y republicanos, ya que podría provocar una voladura de las relaciones entre PP y CiU. Todo ello se resolverá, con seguridad, en breve.
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