La ciudad más taurina de España

Siempre se ha dicho que Albacete era la primera de las plazas de segunda. Pero de un tiempo a esta parte, puede considerarse ya de otra forma dentro del mundo del toro. Albacete es la tercera feria más importante de España tras Madrid y Sevilla, pues es la única que ofrece diez tardes de toros de manera continua. Ni Pamplona en San Fermín llega a ese registro. Siete corridas de toros, dos novilladas y una de rejones. Albacete es la capital del toro en septiembre.

Quizá se haya creado una especie de microclima a lo largo del tiempo. Dice Javier López Galiacho, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos y albacetense de pro que «si hubiese nacido en Valencia, quizá hubiera acabado tocando en alguna de sus maravillosas bandas, pero como nací en Albacete y me crie yendo a los toros mi vida quedó marcada para siempre por la tauromaquia».

Y es que Albacete es tierra de toros y toreros. Entre estos, destacan últimamente nombres como Sergio Serrano, Rubén Pinar, Samuel Navalón, Manuel Caballero, José Francisco Molina, Francisco José Mazo… Estos son los más recientes, pero quién no recuerda a los Manuel Amador – ahora empresario de la plaza junto a Simón Casas-, Manuel Caballero padre, Pedrés y por supuesto, el maestro Dámaso González, del que la ciudad guarda un recuerdo imborrable y cuya estatua se levantó junto a la plaza de toros.

También es tierra de ganaderías como Daniel Ruiz, recientemente fallecido, o Samuel Flores, legendaria en el mundo del toro. A Albacete ha venido este año todo el plantel de figuras que consagra el firmamento taurino. Desde El Juli, que abandona ahora los ruedos, pasando por Roca Rey, el auténtico ciclón taurino, hasta llegar a Emilio de Justo o Tomás Rufo, que son dos de los nombres más destacados del momento.

Pero Albacete es también tierra de toros, porque el público ya no se conforma con cualquier astado que pueda venir al ruedo. En este sentido, se ha marcado un listón o barrera que el buen aficionado agradece, siempre y cuando se cumpla, claro.

El Juli, que abandona ahora los ruedos, ha formado parte del plantel de figuras de este año

Tarea en esto ha tenido que ver, por ejemplo, la seriedad del palco con personalidades como Genoveva Armero, comisaria de policía en Hellín y una de las grandes presidentas de plazas de toros en la actualidad. El 21 de septiembre presidirá San Mateo en Logroño.

Junto a ello, el Capítulo de Albacete de la Fundación del Toro de Lidia ha hecho también mucho por la Fiesta. Sobre todo, una labor pedagógica y de difusión de los valores de la tauromaquia. En estos tiempos donde han sido tan intensos los ataques a todo aquello que tuviera que ver con los toros, desde la Fundación se ha recogido el guante del debate público y se ha defendido el legado y acervo cultural de la tauromaquia.

La Escuela Taurina de Albacete es otro de los exponentes máximos que tiene esta tierra en lo que se refiere al mundo de los toros. Integrada en un Consorcio donde participan ayuntamiento y diputación, está fuera de toda duda y debate partidista su continuidad y funcionamiento. Sergio Martínez y Gonzalo González son sus dos máximos responsables y a ellos se debe la formación de chavales, no sólo en el ámbito de la tauromaquia, sino también en el educativo.

Siete corridas, dos novilladas y una de rejones convierten a esta ciudad en la capital del toro en septiembre

Albacete ofrece paraísos para el taurino como el Callejón de los Gatos, un restaurante único en España, un auténtico museo de la Fiesta donde uno puede apreciar miles de fotografías entre sus innumerables salones y laberintos, donde se repasa la historia de los toros en la ciudad. Miguel Ángel Cuevas es su responsable y tiene que hacer auténtico encaje de bolillos para cuadrar todas las reservas y mesas que se juntan en los días de la Feria. También en el Callejón se realiza Cambio de Tercio, de Onda Cero, la única tertulia taurina de la radio que queda en Albacete.

Por todo ello, podemos convenir sin miedo a equivocarnos que Albacete es la ciudad más taurina de España, capaz de llenar una plaza para ver a dos novilleros suyos como Manuel Caballero hijo y Samuel Navalón. La Feria de Albacete, que se remonta a 1710 en los tiempos de Felipe V y que está declarada de interés turístico internacional, no se entendería sin sus toros. El gran Victorino Martín y su ganadería cierra y abrocha el final del ciclo. Los buenos aficionados taurinos saben que pueden perderse por Albacete sin problema.