Presupuesto
El Congreso prevé un gasto de hasta 280.000 euros para implantar el uso de las lenguas cooficiales en los plenos
217.000 euros para los intérpretes, 53.500 para pinganillos y 8.500 para la transcripción.
Acuerdo exprés y preparativos de última hora en el Congreso de los Diputados para que este martes a primera hora de la mañana los diputados que lo deseen puedan expresarse en el pleno en la lengua que lo deseen en sus oratorias. Los servicios de la Cámara Baja presentaron ayer una propuesta a la presidenta del Congreso que hoy mismo será sometida a votación en la mesa del Congreso previa al debate en el que se aprobará la utilización de las lenguas cooficiales en esta nueva legislatura.
La posibilidad de los diputados de expresarse en sus lenguas maternas era una de las reivindicaciones históricas de los partidos independentistas y de las condiciones para que ERC y Junts hiciesen presidenta del Congreso de los Diputados a la socialista Francina Armengol. La primera de las cesiones a los socios de investidura, al igual que el guiño del PSOE con el nombramiento de la expresidenta de Baleares como tercera autoridad del Congreso.
El Congreso prevé un gasto de hasta 279.849 euros desde este martes mismo hasta finales de año, precio tope, para costear los gastos que deriven la concesión por parte del PSOE de una de las exigencias de los independentistas, la de utilizar las lenguas cooficiales en los plenos que se celebren de aquí a diciembre. El coste total dependerá del número de plenos que se celebren en los próximos tres meses, así como del número de horas que ocupe cada uno, según explican fuentes del Congreso.
En el caso de los servicios de traducción se contará con una bolsa de 12 traductores que serán contratados a través de contratos menores por un importe de 15.000 euros cada uno. Así, la Cámara podría gastar un total de 217.800 euros en este servicio de traducción, en el caso de horas máximas presupuestadas. Fuentes parlamentarias insisten en que el coste total dependerá del número de plenos a celebrar. Estos traductores serán trabajadores autónomos que facturarán por servicio entre 80 y 100 euros la hora, en principio. En el estreno de esta herramienta estarán presentes en el Congreso de los Diputados seis traductores. El número en cada pleno variará.
A este coste de máximos se suman 53.5000 euros por la compra y alquiler de equipos para traducir a los diputados que quieran expresarse en euskera, catalán y gallego. Los que deseen usar bable, aranés y aragonés se tendrán que autotraducir. Esta cifra se desglosa en dos partidas, aproximadamente 45.000 euros para el alquiler de las petacas, herramientas para la recepción del idioma que estarán a disposición de los diputados, trabajadores de la Cámara Baja y periodistas, por ejemplo. También se comprarán 450 auriculares, con un coste de 7.600 euros. Hasta ahora, el Congreso cuenta con 200 pinganillos propios. Todos ellos serán repartidos entre diputados, trabajadores del hemiciclo, periodistas e invitados. Por último, la secretaría general del Congreso prevé un servicio de transcripción por 8.500 euros.
Esta tarde, trabajadores del Congreso trabajaban en la instalación de dos grandes pantallas, como las que se colocaron cuando el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski acudió al parlamento. En ellas, los diputados leerán gracias a subtítulos los discursos de los oradores.
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