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Cospedal: «Las mentiras no se documentan»
Desvincula al PP de los problemas del ex senador
Tendría que pasar algo muy excepcional, supuesto que no manejan en estos momentos en Génova, para que el Gobierno y la dirección del PP se salieran de la estrategia con la que afrontan el «caso Bárcenas». Entienden que políticamente ya han hecho todo lo que tenían que hacer. Presumen, de hecho, de haber realizado un ejercicio de transparencia sin precendentes en lo que afecta a su contabilidad. Y en el discurso tampoco van a introducir novedades, más allá de insistir, con distintas presentaciones, en la teoría de que el problema que plantea el ex tesorero del partido, Luis Bárcenas, hoy en prisión, es un problema personal de él, no de la organización política, y que él tiene que responder, por tanto, de sus posibles consecuencias penales. Las novedades que Bárcenas ha difundido, utilizando al diario «El Mundo», no alteran oficialmente, por ahora, el guión de Génova. Allí se ratifican en la legalidad de todas sus cuentas e incluso sostienen que están convencidos de que Bárcenas no podrá ofrecer ninguna documentación que comprometa al Gobierno o al partido. «Las mentiras no se documentan», sostuvo ayer la secretaria general, María Dolores de Cospedal, una de las últimas señaladas por Bárcenas en su estrategia de presionar poniendo en marcha el ventilador de acusaciones que Génova niega. La sensación que dejan en Moncloa y en la dirección del PP es que detrás de esta puesta en escena de una aparente tranquilidad hay, por supuesto, cierta preocupación. Pero también la confianza en que todo el «ruido» de Bárcenas quedará amortiguado con el paso del tiempo porque no se podrá probar ningún hecho delictivo que recaiga sobre las espaldas del partido y la recuperación económica se impondrá sobre el desgaste de este escándalo en términos de opinión pública.
En suma, que les queda seguir aguantando hasta que el temporal amaine,pero que será Bárcenas el que tendrá que digerir,él solo, sus cuentas pendientes con la Justicia. Por supuesto que a esta posición de la cúpula le colocan matices e interrogantes desde instancias territoriales. Que Génova obvia con la solemnización categórica de que no ha habido financiación irregular del PP y que Bárcenas no podrá probar nunca nada en ese sentido. Cospedal dejó caer ayer que sus abogados están estudiando las novedades publicada este fin de semana para ver si amplían contra el diario «El Mundo» la querella que el PP presentó en su día contra «El País» por la publicación de los «papeles de Bárcenas». «Se trata del mismo tema contando de otra manera», explica. Ya con anterioridad hubo debate y malestar interno por el hecho de que Génova decidiese actuar sólo contra el diario de Prisa y no contra otros medios,como el arriba citado, que también habían publicado datos sobre sobresueldos y contabilidad en B. Quede en lo que quede este anuncio, el PP insiste en reclamar a la Justicia que actúe con celeridad y el procedimiento judicial «se termine de ventilar lo antes posible».
Por cierto, Cospedal salió ayer en defensa de Álvaro Lapuerta, antecesor de Bárcenas en la tesorería del partido, destacando su labor al servicio de su formación. También quitó trascendencia a la polémica que se cierne sobre la diputada Carmen Rodríguez Flores, después de las informaciones que apuntaban a un supuesto enriquecimiento patrimonial ligado a su relación con Lapuerta. De hecho, el Comité de Garantías del PP, que preside Esperanza Aguirre, anunció que este mismo mes elevaría este asunto a la dirección nacional después de las informaciones sobre supuestas irregularidades en operaciones inmobiliarias. Cospedal aseguró que esa comunicación aún no había llegado a Génova. La «número dos» volvió además a hacer un llamamiento a la tranquilidad de los «cuadros» del partido y de sus militantes. «Somos el partido más transparente, más diáfano y más claro.Toda la contabilidad está auditada por el Tribunal de Cuentas y sobre ella no pesa ninguna tacha de ilegalidad», manifestó tras el Comité de Dirección.
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