Tribunales

Las defensas reclaman la nulidad de las escuchas clave de «Gürtel»

Guiño a la Fiscalía de Correa, que se desmarca y no plantea ninguna pega a la investigación. Dos acusaciones piden que declare Rajoy, pese a que la Audiencia Nacional ya lo rechazó

Correa y Bárcenas, ayer, entre los 37 acusados de «Gürtel»
Correa y Bárcenas, ayer, entre los 37 acusados de «Gürtel»larazon

Guiño a la Fiscalía de Correa, que se desmarca y no plantea ninguna pega a la investigación. Dos acusaciones piden que declare Rajoy, pese a que la Audiencia Nacional ya lo rechazó

Las defensas de los principales acusados en el juicio a la «trama Gürtel» desplegaron ayer ante el tribunal de la Audiencia Nacional la esperada batería de peticiones de nulidad del procedimiento, en un postrero intento de dar al traste con el comienzo de un juicio que se celebra casi ocho años después de que el entonces juez Baltasar Garzón pusiese en marcha una investigación que le costaría su expulsión de la carrera judicial, por autorizar las escuchas de las conversaciones en la cárcel de los principales cabecillas con sus abogados. El nombre de Garzón se escuchó ayer en la sala de vistas en la primera sesión del juicio, que comenzó con una silla vacía, la de la ex ministra Ana Mato –señalada por la Fiscalía como partícipe a título lucrativo por haberse beneficiado de regalos de la trama– y con las denuncias de «politización» de la causa por parte del abogado de Pablo Crespo, supuesto «número dos» del empresario Francisco Correa.

El listado de presumibles motivos de nulidad esgrimidos por Miguel Durán fue tan prolijo como escueta la intervención de la defensa de Correa, que no puso un solo pero a la investigación. En un evidente guiño a la Fiscalía, su nuevo abogado, Juan Carlos Navarro, pasó palabra cuando le llegó el turno de plantear posibles cuestiones previas, pese a los 125 años de cárcel que solicitan para su defendido las representantes del Ministerio Público, Concepción Sabadell y Concepción Nicolás, por liderar un entramado empresarial que se enriqueció de fondos públicos gracias a su red de influencias en comunidades y municipios gobernados por el PP. El letrado negaba en un receso cualquier hipotético pacto con Anticorrupción encaminado a rebajar esa abultada petición de condena y rebajaba su silencio a un mero «gesto de buena voluntad», está por verse de qué alcance (habrá que esperar a su declaración para salir de dudas).

80 minutos de delitos y penas

Pero las defensas no fueron las únicas que volvieron a la carga con quejas ya planteadas sin éxito ante la Audiencia Nacional (más con vistas a un futuro recurso de casación ante el Tribunal Supremo) como la nulidad de las escuchas de las grabaciones del concejal José Luis Peñas que hicieron eclosionar la investigación de la «red Gürtel». Dos acusaciones populares –la asociación de abogados Adade y la que representa al PSOE de Boadilla (Madrid)– volvieron a reclamar la declaración como testigo del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, que ya rechazó el pasado febrero la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia. Los magistrados no vieron entonces motivo alguno que justificase su comparecencia, pero dejaron una puerta abierta para reconsiderar su posición «a la vista del desarrollo del juicio». Ambas acusaciones consideraron suficiente dos horas de vista oral para poner de nuevo sobre la mesa esa petición. «La petición no es en función de lo que es, sino de lo que fue» (secretario general del PP en 2003 y 2004), aclaró el abogado Mariano Benítez de Lugo.

Nada más clarificador para entender la dimensión del juicio del «caso Gürtel» que la hora y veinte minutos que le llevó a la secretaria judicial la lectura de todos los delitos de corrupción que se imputan a los 37 procesados y las penas que llevan aparejadas.

Ya metido en faena, el tribunal –presidido por el magistrado Ángel Hurtado e integrado, además, por Julio de Diego y José Ricardo de Prada, al que las defensas intentaron recusar sin éxito– quiso cercenar de raíz cualquier posibilidad de que la recién estrenada defensa de Correa se escudara en su designación in extremis para reclamar tiempo para ponerse al día en la elefantiásica causa, poniendo piedras al desarrollo de un juicio cuyo calendario se extiende hasta la próxima primavera. Navarro pronunció las palabras que la Sala necesitaba escuchar: «No es impedimento».

Una tras otra, las defensas hicieron suyas las peticiones de nulidad expuestas por el abogado de Crespo, referidas a la nulidad de las escuchas de Peñas por haber sido «manipuladas», a registros policiales, a las escuchas ordenadas por Garzón en la cárcel, al supuesto «quebrantamiento» de las normas de reparto en la Audiencia para que fuese el ex juez quien se hiciese cargo de la investigación... Hasta que el letrado sugirió al tribunal que no se dejase llevar por las condenas que, se quejó, ya han decretado «la opinión pública y la publicada». «Letrado, por ahí no», le cortó en seco Hurtado defendiendo la independencia del tribunal.

Los magistrados seguirán escuchando hoy y mañana las quejas planteadas por el medio centenar de abogados defensores y el mismo jueves resolverán al respecto. La inmensa mayoría caerá en saco roto o se dirimirá en sentencia.

El contable de la trama pierde la memoria

El abogado de José Luis Izquierdo, contable del entramado empresarial capitaneado por Francisco Correa, pidió ayer al tribunal que exima a su cliente de asistir a las sesiones del juicio para que pueda cuidar de su esposa enferma, una tarea que, aseguró, es «absolutamente necesaria» al carecer de recursos para dejarla en manos de otra persona. Además, el letrado esgrimió las «pérdidas de memoria» que, según explicó a la Sala, padece desde hace meses su defendido, por lo que pidió a los magistrados que se le realice una pericial neurológica para evaluar su estado. Izquierdo es un personaje clave de la trama, pues el «pen drive» que la Policía le intervino, con múltiples anotaciones de la contabilidad «B» del entramado de Correa, ha sido determinante en la investigación judicial.