Tras la baja de Espinosa de los Monteros

Crisis en Vox: ¿Desaparecerá igual que Ciudadanos?

Presidencialista, sin implantación de peso en los territorios y la fuga de sus principales referentes, el mismo patrón que siguieron los naranjas

Primera sesión de control al Gobierno tras el estado de alarma
El presidente de Vox, Santiago Abascal, y el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros (d), durante la primera sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados tras el estado de alarma, en Madrid (España), a 24 de junio de 2020. El Congreso da esta semana un paso más hacia la vuelta a la normalidad y permite que algo más de la mitad de los diputados pueda ocupar sus escaños en el Salón de Plenos, manteniendo, eso sí, la distancia de seguridad entre personas y portando mascarillas para evitar contagios.24 JUNIO 2020;PEDRO SÁNCHEZ;SESION DE CONTROL AL GOBIERNO;CONGRESO DE LOS DIPUTADOSPool24/06/2020PoolPool

La marcha del diputado de Vox, Iván Espinosa de los Monteros y su renuncia como diputado evoca a los inicios de lo que supuso la caída de Ciudadanos hasta casi su completa desaparición. Esta nueva crisis, ¿supondrá un paso más para el hundimiento de la formación?

Los de Abascal han conseguido mantenerse en las últimas elecciones generales del pasado 23J como la tercera fuerza parlamentaria y, tras los comicios municipales y autonómicos del 28M, se convirtieron en imprescindibles para la gobernabilidad de hasta en 12 autonomías donde han exigido la entrada en sus gobiernos. Sin embargo, a pesar de que ha aguantado el tipo en los pasados comicios, se hundió dejándose por el camino hasta 19 escaños perdiendo así la batalla por el voto útil y pasó de verse en campaña como el partido que podría ocupar la vicepresidencia de un gobierno del PP y ser decisivo a convertirse en el escollo y excusa que el resto del arco parlamentario daba al candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo para negociar su posible investidura. El pasado domingo, Vox emitió un comunicado donde aseguraba que no sería obstáculo para la investidura de Feijóo y le ofrecía sus votos "gratis" para que así pueda seguir buscando una mayoría alternativa, echándose a un lado, ya que los de Abascal no suman para un gobierno de coalición. Este movimiento se atribuye más a una negociación de Abascal con Feijóo quienes mantuvieron un encuentro hacía una semana y de la parte más liberal ya que, en la resaca electoral del 23J, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga había asegurado que nadie esperara de ellos un "voto patriótico" y "gratis" y menos si en la ecuación estaba el PNV.

Su "demonización"

Pero lo cierto es que el espantajo del "miedo a Vox" que impulsó la izquierda ha calado y, poco a poco, buscan arrinconar a los de Abascal relacionándolos con el "involucionismo", la vuelta al retroceso, la pérdida de derechos o la "resurrección" de la dictadura.

Ciudadanos pasó de gobernar en comunidades autónomas junto al PP, ser decisivo en la gobernabilidad y alcanzar hasta los 52 escaños en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, el electorado retiró la confianza a Albert Rivera al ver que había dejado de ser la "bisagra" a derecha y a izquierda que se esperaba y, también, quedó constatado que le pasó factura su entrada en coalición en los gobiernos. Eso mismo podría ocurrir con Vox quienes ahora se encuentran en gobiernos de coalición con el PP y donde se verá su capacidad de gestión y cómo lo valoran los ciudadanos. De momento, le ha echado un pulso a los de Feijóo exigiendo sillones al considerar que, de lo contrario, no se cumple con los puntos programáticos que se acuerdan.

Vox, al igual que le pasó a la formación naranja sigue sin conseguir suficiente músculo territorial ya que, aunque consigue una gran movilización en la calle, no cuenta con una gran estructura como PSOE y PP que tienen militantes y afiliados en cualquier pueblo de España. Aunque ha logrado irrumpir en territorios como País Vasco o Navarra, sigue sin consolidarse en otros como Galicia y en algunos territorios se quedaron sin representación.

Otras fugas

Es evidente también el goteo de bajas de los primeros espadas del partido. El primero de todos fue Alejo Vidal-Quadras, fundador de Vox quien aseguró que no quería contribuir a la dispersión de los votos ante el "extremismo izquierdista".

También la marcha de Macarena Olona sumió a Vox en una crisis interna y removió los cimientos del partido. Ortega Smith y Jorge Buxadé fueron los más críticos donde se llegaron a ver hasta filtraciones con ataques personales a través de los medios. Esto propició que, el que fuera secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, fuera apartado del cargo situando como número dos a Ignacio Garriga.

En la conformación de las listas para el 23J hubo también bajas entre los diputados más conocidos y, en esta ocasión no se contó con Espinosa de los Monteros en su conformación. Entre ellos Rubén Manso, quien elaboró su el primer programa económico de Vox o Víctor Sánchez del Real quien estaba en el partido desde su fundación.

Ahora, causa baja Espinosa de los Monteros quien ha argumentado "motivos personales y familiares" de su marcha de la política.

Al igual que le pasaba a Ciudadanos, Vox es un partido "presidencialista" con un hiperliderazgo que asume Santiago Abascal. Según algunos politólogos un partido de estas características, quien va perdiendo a sus líderes más visibles, corre el riesgo de desaparecer una vez que cae el principal adalid de la formación. De momento, los principales soportes con los que identifican al partido sus votantes, se están yendo.