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Cuatro empresarios pagaron a Pujol Jr. 3,5 millones sin contrato por asesorías

Su ex suegro cobró 300.000 euros por mediar en una operación urbanística

Ramón Gironés Riera, exsuegro de Jordi Pujol Ferrusola, a la salida hoy de la Audiencia Nacional
Ramón Gironés Riera, exsuegro de Jordi Pujol Ferrusola, a la salida hoy de la Audiencia Nacionallarazon

Cinco empresarios reconocieron ayer al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz que pagaron comisiones a Jordi Pujol Ferrusola por su labor de intermediario en diversos negocios.

Cinco empresarios reconocieron ayer al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz que pagaron comisiones a Jordi Pujol Ferrusola por su labor de intermediario en diversos negocios. Un contrato que cerraron mayoritariamente (salvo en el caso de Emte, la empresa de Carlos Sumarroca) de forma verbal, incluida Copisa, que según la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) de la Policía habría pagado a empresas del hijo de Pujol casi 3,6 millones de euros en comisiones entre 2008 y 2009. Tampoco hay, admitieron, constancia documental de su labor de asesoramiento –ya que, insistieron, se prestaba de forma verbal–, aunque defendieron la legalidad de esos pagos y negaron que se efectuasen en agradecimiento por las adjudicaciones de obras públicas obtenidas de la Generalitat.

Autopistas en México, contratos de electricidad en Gabón, apartamentos en Ibiza, gestión de residuos en Tarragona, plantas solares en Ciudad Real, una refinería en Cartagena. El primogénito de los Pujol ejercía de auténtico conseguidor con los empresarios a los que ofrecía oportunidades de negocio.

Según explicó el empresario Xavier Tauler –imputado por delito fiscal, blanqueo y falsedad documental, como los otros diez empresarios y familiares de la ex esposa de Pujol Jr. que ayer comparecieron ante el magistrado para explicar su vinculación con los negocios del primogénito de la familia Pujol Ferrusola–, era siempre el propio Pujol Jr. quien ofrecía sus servicios de mediación y proponía los negocios. «Se presentaba y decía: «Tengo un negocio para que ejecutéis», declaró según fuentes presentes en la declaración. Sus honorarios, explicó Tauler, se decidían al finalizar el contrato, aunque oscilaban entre un uno y un dos por ciento del montante final del contrato.

También el ex suegro de Pujol Jr., Ramón Gironés, aseguró al magistrado y a la teniente fiscal anticorrupción, Belén Suárez, que él mismo cobró una comisión de un 1% (que por consejo de su gestor facturó a través de su mujer, Mercé Riera), cuando era el responsable del Departamento de Juventud y Becas de Comedor del Consell Comarcal de Barcelona, por mediar en la recalificación de unos terrenos en L´Hospitalet de Llobregat, aunque desvinculó a su entonces yerno de ese negocio. Fue, precisamente, una filial de Copisa, Novensaruro Inmobles, la que adquirió ese suelo a Focio. «Se me abrió el cielo», reconoció Gironés que pensó cuando le prometieron esa comisión.

Pero cuando la gestión llegó a buen puerto, el empresario que le había solicitado ayuda ya había fallecido, y sus hijos (Enrique y Laura Cutillas, que declararán hoy como testigos), según declaró, le dijeron que el 3% que le había prometido su padre «era mucho y le pagaron un 1%». Gironés lo aceptó porque, dijo, «era un dinero que no esperaba». Su labor, precisó, se limitó a poner en contacto al dueño de Focio con Xavier Corominas, técnico en el departamento de Obras Públicas de Barcelona, que a su vez cobró también un 1% de comisión, unos 300.000 euros, por su labor de mediación, según explicó ayer al juez. En su caso, el pago se hizo en cuatro talones.

El ex suegro de Jordi Pujol marcó distancias con su ex yerno y aseguró al juez que «ni tiene ni apenas ha tenido relación con él» porque «no eran de esos que venían a comer a casa los domingos». Su esposa, Mercé Riera, dijo que firmaba lo que le decía su marido y que era una mujer dedicada a su familia y sus labores. «Nunca hablaba de negocios con el», se excusó.

Carlos Sumarroca Coixet, cofundador de Convergéncia, se limitó a decir a Ruz que hace 30 años que no ejerce ninguna función ejecutiva en AMTE. Su hijo, Carlos Sumarroca Claverol, reconoció una única relación laboral con Pujol Jr. para que intermediara en la búsqueda de potenciales clientes en México en 2008. En su caso sí que hubo contrato, que aportaron ayer al juez, aunque tampoco hay rastro documental de la labor que prestó Pujol hijo. Insistió en que no fue un contrato ficticio para agredecer supuestos favores y que el trabajo se prestó realmente y se pagó a precio de mercado (Pujol cobró 132.800 euros más el IVA).

Por último, Luis Delso, de Isolux, reconoció que pagó a Pujol hijo dos comisiones. Una de 600.000 euros, como agente comercial, para un proyecto de electricidad en Gabón en 2006 «que nos ha ido bastante mal», y otro de 1,2 millones por desbloquear un negocio para la concesión de una autopista en México. No había contratos, todo se cerraba verbalmente porque confiaban «plenamente en él». Por ese motivo, ni daba cuentas por escrito de su trabajo ni se las pedías, explicó el empresario.

Cinco millones en una empresa de basuras

Pujol Jr. obtuvo en 2004 cinco millones de euros con la venta de sus participaciones en Gestión y Recursos de Terrenys, una empresa de basuras, a sus dos socios, los imputados Gustavo Buesa y Josep Mayola. Diez días después, la empresa se vendió a una sociedad participada mayoritariamente por FCC, según contó al juez Buesa, quien convenció a Pujol Ferrusola para invertir en su sociedad. El hijo de Pujol aportó 700.000 euros y confiaron en él porque «lo consideran un as de los negocios y quería aventurarse en todo», según fuentes presentes en la declaración.