Tribunales

La cúpula de Indra admite que recibió a Begoña Gómez "por cortesía" en una reunión del software

El expresidente y el CEO de Minstait acudieron a saludarla, pese a que el proyecto "era muy pequeño" para la tecnológica

El director de estrategia de Indra, Manuel Ausaverri, a su llegada a declarar a los Juzgados de Plaza de Castilla por el ‘caso Begoña’, a 28 de mayo de 2025, en Madrid (España).Marc Murtra, actual presidente de Telefónica, está citado a declarar como testigo para ahondar en las inversiones que realizó Indra --durante su etapa como presidente de dicha compañía-- en el 'software' de la cátedra que codirigía Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, en la Universidad Complutense de Madri...
Manuel Ausaverri, jefe de gabinete de Murtra en Indra, testifica hoy por inversiones de la empresa en el software de la cátedra de Begoña GómezCarlos LujánEuropa Press

Tanto el expresidente de Indra Marc Murtra como su antigua mano derecha Manuel Ausaverri han admitido este miércoles ante el juez Juan Carlos Peinado que la cúpula de la tecnológica acudió a saludar a Begoña Gómez en una reunión por el software celebrada en su sede en la primera de 2022.

Murtra la recibió, junto a Luis Abril (entonces CEO de Minsait), pese a que el programa informático era un "proyecto muy pequeño" para la compañía, tal y como afirmó Ausaverri en su declaración como testigo.

Era pequeño porque la inversión era inferior al millón de euros y la media de coste es muy superior en los 15.000 proyectos que -dijo este directivo- se encuentran actualmente ejecutando.

En las testificales de hoy la discrepancia apareció en torno a en calidad de qué se le dio este trato especial a la mujer de Pedro Sánchez cundo acudió a las oficinas de Indra.

Mientras que Murtra afirmó que lo hizo a nivel institucional por ser Gómez representante de la Complutense, Ausaverri, por su parte, declaró que entendía que se habría hecho por ser la esposa del presidente del Gobierno.

Esta empresa se encargó, junto a otras, como Google, del desarrollo de la plataforma que se investiga si se apropió indebidamente la mujer de Pedro Sánchez. En este sentido, Murtra confirmó hoy que, en efecto, todo se hizo para que el producto fuera propiedad de la Complutense.

Indra invirtió 128.000 euros en él y no firmaron la adenda que recogía su implicación hasta que el 70% de los trabajos no estaban completados.

Preguntado sobre esto último, Ausaverri defendió que no es algo anormal el hecho de que una colaboración ya esté en marcha, pero se firme a posteriori el documento que la recoge. Aunque, matizó, que tampoco era una forma de proceder habitual y lo vinculó a ciertas prisas por sacar adelante cuanto antes los servicios de construcción del software.

La clave está -según las fuentes jurídicas del caso consultadas por LA RAZÓN- en que la ley prohíbe los contratos verbales con la Administración, de la que se considera que es parte la Universidad Complutense de Madrid (UCM) como centro universitario público.

La asesora de Moncloa

Por otro lado, el asistente personal del jefe del Ejecutivo que también fue interrogado este martes ha protagonizado un encontronazo con el instructor a cuenta de qué información fue la que Peinado le pidió recabar sobre la asesora de Moncloa que utiliza Gómez para que hoy acudiese con ella.

Raúl Diaz Silva le apuntó al juez que él le había solicitado información sobre quién redactó el certificado de las funciones que desarrolla Cristina Álvarez.

Sin embargo, el instructor lo negó y le replicó que lo que le pidió constatar es quién propuso a Álvarez para que entrase como alto cargo del Gobierno. Peinado busca si pudo haber malversación de caudales públicos en el nombramiento y desempeño de esta mujer como asesora gubernamental, ya que hacía gestiones de la vida privada de la esposa del presidente.

En cualquier caso, esta segunda testifical de Díaz ha servido para dilucidar que fue la coordinadora del servicio jurídico de Moncloa la que elaboró la relación de funciones de Álvarez. Se trata de Beatriz Rodríguez Pérez.

El ayudante del presidente insistió en que no puede señalarle de dónde partió la propuesta de darle trabajo a Álvarez como alto cargo y en que no dependía de él como empleada. Su interacción profesional se limita -según asevero- a cuando es preciso cuadrar las agendas oficiales de Sánchez y su esposa por algún viaje oficial.