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Dada de alta la joven afgana mutilada a la que operaron en el Gómez Ulla

Ha pasado dos meses en España y ha sido intervenida en tres ocasiones

El jefe de Cirugía Plástica del Hospital Central de la Defensa teniente coronel Francisco Javier de Juan
El jefe de Cirugía Plástica del Hospital Central de la Defensa teniente coronel Francisco Javier de Juanlarazon

El pasado mes de febrero, el marido de Setara H., una joven afgana de 24 años, llegó a su casa drogado, como muchas otras veces. Sin embargo, en esta ocasión fue más allá y decidió mutilar a su mujer cortándole la nariz, los labios y los pabellones auditivos. En su país tenía pocas esperanzas de sobrevivir, así que en un primer momento fue trasladada a Turquía, donde fue sometida a una intervención de cirugía plástica. Tras esto, regresó a Herat, donde fueron los militares españoles del hospital "Role 2"de la base de apoyo avanzado los que siguieron la recuperación de la joven. Valoraron la posibilidad de trasladarla a España y así se hizo el pasado 9 de julio, cuando voló hasta Madrid y fue ingresada en el Hospital Gómez Ulla. Una vez valoradas sus lesiones, el equipo de cirugía plástica, liderado por el teniente coronel De Juan, planificó tres intervenciones, tras las cuales finalmente ha podido ser dada de alta.

La primera de ellas fue el 17 de julio, cuando se le reconstruyó la nariz y, tras esto, el 14 de agosto se llevó a cabo la primera fase de la operación del labio superior y de las cicatrices que tenía por toda la cara. Por último, tal y como informa el Ministerio de Defensa en un comunicado, el 4 de septiembre se concluyó la reconstrucción del labio dañado.

En total, Setara ha estado 60 días ingresada en el Hospital Central de la Defensa, tras los cuales no ha hecho más que agradecer al equipo médico su ayuda. El pasado viernes la joven aseguró que "sueña con tener la fuerza suficiente para poder criar a sus cuatro hijas de 2, 6 8 y 12 años y darles un futuro mejor.

Su historia es sólo un ejemplo de la violencia de género en Afganistán. Setera fue vendida a los siete años, casada a los nueve y tuvo a su primer hijo con once años. Este tipo de violencia es endémica en el país asiático, donde durante los años de Gobierno de los talibán se endureció la posición del hombre sobre la mujer.

Un caso, el de esta joven, que recuerda, en lo que se refiere a la solidaridad española, a la de la pequeña Zainab, una niña de 3 años que estuvo a punto de perder una pierna y que fue trasladada a España después de que el ministro de Defensa, Pedro Morenés, conociera su situación durante una visita al hospital de la base de Herat, donde estaba siendo tratada. Los médicos que la operaron y salvaron fueron condecorados.