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Sesión de Control

Álvarez de Toledo le dice a Bolaños: "Usted odia lo que soy", y éste responde que ella representa "lo peor del PP"

El ministro de Justicia se ensaña con la portavoz popular: "Usted, es una realidad, le gustaría mucho más vivir en la España de hace unas décadas", en alusión al franquismo.

Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz adjunta del PP, este miércoles en el Congreso J. J. GuillénEFE

"¿Qué entiende por convivencia?". Obró el milagro este miércoles Cayetana Álvarez de Toledo con su voz pausada. Agarró el micrófono y se hizo el silencio en el Hemiciclo. Suele ocurrir cada vez que se bate en duelo con Félix Bolaños. Es el careo que más expectación genera en cada sesión de control. Hoy, se saldó con un cruce de declaraciones personales. "Usted me odia", indicó la primera. "Usted representa lo peor del PP", replicó el segundo.

De forma cronológica. La pregunta, explícita, tuvo por respuesta: "Convivencia es no faltarse al respeto, no mirar por encima del hombro a nadie, con independencia de su origen, su cuna, su linaje. Convivencia es que todos los españoles seamos iguales y tengamos igualdad de oportunidades, esa es la convivencia que protagoniza este Gobierno".

El ministro recurre con frecuencia a expresiones antiguas -caso de "linaje"- cuando le toca enfrentarse a la diputada popular, a la que busca neutralizar por el flanco familiar. En el último Pleno, hace una semana, dijo que tenía querencia por encarcelar a la gente y habló de su raíz argentina. Tampoco renueva el repertorio, con tres palabras fetiche: "Bulo, 11-M, ultra".

En su réplica de este miércoles, por primera vez, Cayetana encaró las diatribas del ministro. "Mire, entre usted y yo hay una diferencia esencial". Afirmó, para murmullo en la bancada socialista y alegría de Bolaños, que estiró la sonrisa. Entonces, llegó la primera declaración personal: "Yo a usted no lo odio, usted a mí, sí. Yo puedo odiar lo que usted hace, su inmoral amnistía, su ataque a los jueces; usted odia lo que yo soy".

Con el eco de sesiones pretéritas, prosiguió con el andante: "Referencias a mi apellido, a mi origen argentino, a mi familia, de la que no sabe nada. Ni mil asesores le han bastado para saber quiénes fueron mis padres, una chica argentina y un francés liberal y valiente que se alistó contra el nazismo".

De la táctica empleada por Bolaños en cada sesión, reflexionó: "Usted odia por identidad, como un totalitario, no debate, demoniza -'ultra, ultra; facha, facha-. En realidad, la ruina de la conversación pública es consecuencia de una decisión política, del pacto del Tinell al no es no, al muro". Y señaló la raíz del problema: "Para impedir la alternancia pactan con delincuentes, para blanquear esos pactos, criminalizan la alternativa. Negar la alternancia es reventar la convivencia".

Para el allegro final, variaciones con la actualidad. "De levantar el muro a arrojar la valla", en alusión al boicot a La Vuelta. "Nunca antes un presidente democrático había incitado a la violencia contra su propio pueblo y los policías". Recordó que el mismo que visitó a los agentes heridos en Vía Laietana -cuando las protestas por la sentencia del procés- "ahora los trata como carne de cañón". Y aseguró que "tampoco le importan los niños gazatíes, los usa como escudos electorales para apretar a los suyos".

En una legislatura que todavía no ha conseguido aprobar unos Presupuestos, y "sin mayoría" ni "apoyo social", la diputada del PP advirtió: "A ustedes ya sólo les queda la violencia". Para después concluir con la temática sentimental: "Los españoles no nos odiamos como odian a España sus socios ni como ustedes nos odian a nosotros, somos los hijos y los padres de la paz civil".

La dúplica llegó tras una larga ovación de la bancada popular. Primero, la chanza. "Enternecedora intervención". Después: "Una pena que no se parezca en nada de lo que es su vida política y su trayectoria. Porque usted, es una realidad, le gustaría mucho más vivir en la España de hace unas décadas, donde no había personas que pensaran diferente, donde no había derechos sociales, donde no había becas, donde los de siempre mandaban -ahí tiró de gestualización- y los humildes obedecían. Esa es la España que a usted le gustaría representar".

Bolaños no sólo cargó contra la diputada, también lo hizo contra un "sindicato del bulo", en alusión a periodistas y medios de comunicación que mentó de forma velada: "Pseudomedios, pseudoanalistas, pseudoperiodistas". Todos, indicó, son "sus viejos amigos de las patrañas del 11-M, todos los que atribuían el 11-M a ETA, al CNI, al Gobierno de Zapatero, a la Policía, a la Guardia Civil".

Para el remate, denunció la "degeneración de la ultraderecha". Y se explayó: "Esa ultraderecha insulta, como usted, cuando hablan de la fruta; difama, como usted, cuando intentan manchar a personas honestas; mira por encima del hombro a los demás, como usted, cuando falta el respeto a los ciudadanos". Y si el eje del careo era la inquina: "Usted es la referencia más principal de lo peor del PP del pasado, del presente y, si el señor Feijóo no lo remedia, del futuro. No nos haga intervenciones enternecedoras, sabemos muy bien lo que es usted".