Memoria Histórica

Defensa desestima el recurso de los veteranos de la Legión contra la retirada de la Bandera “Comandante Franco”

La Plataforma Millán Astray justifica su “legitimidad activa” para defender el nombre de la unidad

Desfile de legionarios en Viator
Desfile de legionarios en Viator Carlos BarbaAgencia EFE

El Ministerio de Defensa ha desestimado el recurso de reposición de la Plataforma Millán Astray contra la retirada del nombre “Comandante Franco” de la Primera Bandera de La Legión, que se cambió por el de “Bandera España” el mes pasado.

La cartera de Margarita Robles rechaza la petición que reclamaba anular la resolución impugnada por la asociación de veteranos del Tercio y que “cautelarmente, para evitar el daño a la institución, a la Historia y a la moral militar”, se repusiera “el nombre hasta que haya sentencia judicial firme al respecto”, según un escrito al que ha tenido acceso LA RAZÓN.

Defensa considera que la Plataforma Millán Astray carece de legitimidad en este trámite, en base a la Ley del Procedimiento Común de las Administraciones Públicas, que establece que “se considerarán interesados en el procedimiento administrativo quienes lo promuevan como titulares de derechos o intereses legítimos individuales o colectivos”.

Según el ministerio, la asociación legionaria “en ningún momento fundamenta, justifica y concreta un interés en sentido propio, cualificado o específico que pueda verse concernido por la resolución que impugna” -el cambio de denominación de la bandera del Tercio-, “es decir, no acredita un interés o derecho concreto, específico y efectivo, actual o futuro, que pueda verse perjudicado por la resolución de que se trata”.

Estima la Subdirección General de Recursos e Información Administrativa de de Defensa que la entidad recurrente “carece de interés legítimo” en este procedimiento y que la Bandera Comandante Franco “hacía referencia indudablemente a quien protagonizó con posterioridad [a los hechos que le destacaron en Melilla como responsable de la Legión, según alegaba la asociación legionaria] el golpe de Estado de 1936, la Guerra de España y la dictadura franquista, y por tanto entra de lleno en aplicación lo dispuesto en el artículo 35” de la Ley de Memoria Democrática.

La Plataforma Millán Astray señala a este diario que “por supuesto tiene legitimidad activa para defender el nombre de la Bandera Comandante Franco, como la tiene para defender el nombre de Millán Astray, la Legión e incluso la estatua del comandante Franco en Melilla, legitimidad que nunca se nos ha puesto en duda en ningún procedimiento administrativo o judicial, aun por parte de colectivos que sienten verdadero odio hacia nosotros”.

“Que tenga que ser el Ministerio de Defensa quien ponga en duda nuestra capacidad legal para defender el nombre “Comandante Franco” de la Primera Bandera da una idea del poco aprecio y respeto que tiene ese ministerio por los colectivos de veteranos”, deploran desde la asociación.

Critican además que la desestimación de su recurso, “además de ir firmada por la señora ministra”, la rubrica “otro civil en su calidad de subdirector general de Recursos e Información Administrativa, porque desgraciadamente los puestos relevantes en ese ministerio están ocupados por civiles completamente ajenos al hecho militar, y de ahí el caos y el desconocimiento que aflora en cada decisión errática que toman”.

“A juicio del Ministerio de Defensa, los legionarios tenemos legitimidad para morir por España, pero carecemos de ella para opinar al respecto de los nombres de las unidades militares en las que servimos”, deploran los veteranos, que rechazan “estar sujetos al capricho o arbitrariedad de la autoridad política que en cada momento rija los destinos del ministerio” acerca de “los nombres de las unidades que evocan a personajes que fueron determinantes en la Historia de la Legión”.

Consideran asimismo que la resolución desestimatoria “no entra a valorar el hecho incontestable de que el nombre “Comandante Franco” fue puesto precisamente en plena Democracia, en el año 1992, bajo un Gobierno del PSOE”, lo que significa que “no es un nombre herencia del franquismo, sino que del socialismo en España”.

Argumentan también los veteranos que “se confunde ese ministerio cuando considera que el dar nombre a una Bandera de La Legión como “Comandante Franco” es darle legitimación democrática al que posteriormente se convirtió en dictador”. Los nombres que tienen las banderas de la Legión” están “vinculados a la Historia militar de España, no a su fase democrática, relativamente breve y muy controvertida. En el Duque de Alba o en Alejandro Farnesio o de Juan de Austria o en Gonzalo de Córdoba no vemos a figuras ‘liberales’, vemos a grandes soldados de la patria, como lo fue el comandante Franco".

Denuncia la Plataforma Millán Astray que el Gobierno “ha procedido a cambiar el nombre única y exclusivamente por la exigencia de Bildu, que es decir lo mismo que la ETA, y de partidos radicales y violentos como Compromís".

En su opinión, la resolución "carece de motivación y simplemente aplica retroactivamente una norma que tiene sus efectos acotados a un periodo posterior al 17 de julio de 1936”, por lo que “no se pueden juzgar retrospectivamente y con carácter perjudicial y sancionador para los afectados, hechos ni rangos ni capacidades ni méritos que son previos al periodo acotado de aplicación de dicha norma, que son precisamente los que sirvieron para que el PSOE pusiera el nombre “Comandante Franco” a esa Bandera”.

Aseguran los veteranos que “ni siquiera dicha retirada ha tenido el aval del comité de aplicación de la Ley de Memoria Democrática en el Ministerio de Defensa, que iba a asesorar en ese sentido, lo cual acredita que estamos ante una decisión arbitraria, adoptada fuera del procedimiento que se había establecido a tal efecto”.

Por todo ello, “y por otras razones que se alegarán en su momento, la Plataforma Millán Astray acudirá a los tribunales de Justicia para restaurar el nombre de la Bandera “Comandante Franco” en su plenitud de derechos, honores y reconocimientos”. “Es nuestra obligación”, afirman sus integrantes, “como veteranos de la Legión y en cumplimiento de un Credo Legionario”.