Ministerio de Defensa

Defensa no acelera la renovación de los aviones oficiales pese a los fallos

La prioridad es el reabastecimiento estratégico y el transporte de tropas

El Air Bus A-310
El Air Bus A-310larazon

La prioridad es el reabastecimiento estratégico. Y a partir de ahí, si es factible, se intentará cumplir con el resto de necesidades en lo relacionado a los aviones del Ejército del Aire. Así que, de momento, la renovación de las aeronaves de transporte VIP no se adelantará y se mantiene, al menos, en la fecha que ya anunció este año el ministro de Defensa, Pedro Morenés: 2016 como pronto. Es lo que confirmó ayer el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, durante la presentación a los medios de comunicación de los presupuestos del Ministerio para 2015, al asegurar que las prioridades más inmediatas del Ejército del Aire son el reabastecimiento estratégico y el transporte de tropas. Y si la plataforma que se adquiere permite una configuración para el traslado de autoridades, se aprovechará, pero dejó claro que la actual «flota VIP es suficiente para satisfacer la demanda», señaló, al tiempo que remarcaba el mensaje de que los Airbus A-310 están en la mitad de su vida útil y que, pese a los numerosos fallos registrados en los últimos meses, no hay intención de adquirir nuevas unidades.

Pero el problema es el mismo de los últimos años: la falta de presupuesto de Defensa y la negativa del departamento de hacer frente sólo con sus fondos a un avión para autoridades, entre otros motivos porque los actuales A-310 fueron comprados por el departamento de Presidencia.

«Tenemos poco tiempo»

Por ello, lo único que hay sobre la mesa es la necesidad de sustituir los actuales Boeing 707 de transporte de tropas y reabastecimiento, cuya fecha de baja está prevista para antes de 2017. Una necesidad «apremiante. Tenemos poco tiempo», remarcó el secretario de Estado. La clave, por tanto, estaría en llegar a un acuerdo con Airbus y renegociar la adquisición de las 27 unidades solicitadas del A-400M, de las que España únicamente se quedaría con 14. La idea es alcanzar algún tipo de pacto para sustituir alguna de estas unidades por el Airbus A-330 MRTT, y contribuir a exportar el A-400M a aquellos países en los que se tenga influencia. «Una negociación difícil», aseguró Argüelles.

Y es el A-330 el avión que cumple con todas las características requeridas por el Ejército del Aire: mayor capacidad de reabastecimiento y de transporte. Además de la posibilidad de variar su configuración para dedicarla al traslado de personalidades, sin que ello implique que sustituya a los actuales A-310, por lo que se dispondría de un avión de reserva por su fuese necesario utilizarlo en algún momento, ya sea por avería de alguno de ellos o en el caso de que se encontrasen en medio de una revisión completa y se requiriese su uso inmediato.

Pero Argüelles no se refirió sólo a las prioridades del Ejército del Aire en una jornada en la que destacó «un cambio de tendencia» en los presupuestos del Ministerio después de años de recortes y el «inicio de un nuevo ciclo inversor». Por ello, han estudiado tanto las necesidades marcadas por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante Fernando García Sánchez, como las capacidades de la industria española de Defensa para tratar de impulsar la inversión y el crecimiento, porque la industria española, «de detenerse, pierde su posición y es más vulnerable».

De esta forma, ser pondrán en marcha dos proyectos «prioritarios»: la adquisición de las fragatas F-110 y la de los vehículos blindados 8x8, para los que se han destinado 37 y 41 millones de euros respectivamente.

Por otra parte, en relación a los submarinos S-80 y al retraso acumulado por los problemas descubiertos durante su construcción, Argüelles explicó, por un lado, que ya se ha resuelto el problema del diseño, por lo que en cuanto a la seguridad es «útil». Y, por otro, reconoció que «se empiezan a ver ya hitos» en lo que se refiere a la capacitación técnica y a las dificultades derivadas del sistema anaeróbico de propulsión.

Por ahora, la fecha que baraja Defensa para su entrada en servicio se sitúa en 2018, muy lejos del año 2012 inicial. Lo que aún está en el aire es el coste total del programa, por lo que no descarta que se aumente el presupuesto o que se reduzca el número de unidades solicitadas en un primer momento: cuatro.

Créditos extraordinarios

Junto a esto, también anunció que este año volverán a solicitarse dos créditos extraordinarios que rondarán los 800-900 millones para hacer frente a los gastos derivados de las misiones en el exterior y a los programas especiales de armamento. Algo que recordó también por la tarde en la Comisión de Defensa del Congreso. Allí, el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Fernando García Sánchez, consideró una «buena noticia» que el presupuesto de su departamento para 2015 se mantenga.