Así revela el Museo del Prado los valores eternos del Ejército del Aire y del Espacio

“Si los españoles nos preguntásemos quiénes somos y de dónde venimos, probablemente una de las mejores respuestas la encontraríamos en el Museo del Prado”. Con esta reflexión, el profesor de sociología Juan de Dios Ruano Gómez, de la Universidad de A Coruña, introduce de la conferencia que ha dado en la Academia del Aire y del Espacio, en San Javier (Murcia), donde habló de los valores del Ejército del Aire y del Espacio a través de las grandes obras maestras del Prado.

Ruano lleva más de una década defendiendo la profunda conexión entre la ética militar española y la estética del arte clásico, demostrando que los valores recogidos en las Reales Ordenanzas de Carlos III -la base moral y de conducta de nuestras Fuerzas Armadas- estaban ya presentes siglos antes en los lienzos de pintores como Velázquez, Goya o Zurbarán. “La cortesía, el respeto a la dignidad del adversario, el valor, el sacrificio… todos esos principios que hoy guían a nuestros militares ya estaban plasmados en obras como Las Lanzas, donde la rendición se convierte en un acto de nobleza”, explica Ruano.

En su ponencia, titulada: “Los valores del Ejército del Aire y del Espacio a través de las pinturas del Museo del Prado”, el profesor recorre el legado pictórico que refleja el alma del soldado español. Desde la majestuosa Rendición de Breda hasta las alegorías del honor y la lealtad en el Siglo de Oro, Ruano subraya que el arte ha sido un espejo moral de nuestras Fuerzas Armadas.

En su anterior conferencia en la Ciudadela de Jaca, Ruano abordó los valores del Ejército de Tierra. Hoy, lo hará ante los futuros pilotos del Ejército del Aire y del Espacio, destacando cómo valores como la cortesía, el respeto a la persona y la disciplina se entrelazan con la tradición militar y cultural de España.

No es casualidad que el regimiento Galicia 64 -heredero de los Tercios que aparecen en el cuadro de Velázquez- sea conocido como “El Señor” o “el regimiento de los señores”, por el trato digno que otorgaban a propios y vencidos. Ese mismo espíritu caballeresco sigue vivo, ahora también entre los que dominan el cielo y el espacio.

Ruano defiende que “la ética y la estética son una y la misma cosa en la eternidad”, pero en el caso del militar español y el Museo del Prado, esa unión ya es presente tangible.