Defensa

Así es el sistema lanzamisiles Astros, con un alcance superior a 300 kilómetros, con el que la brasileña Avibras quiere dotar al Ejército de Tierra

Este modelo competiría con el sistema PULS, de la israelí Elbit, y con el surcoreano K239Chunmoo por el contrato del Ministerio de Defensa por valor de 576 millones de euros

Un lanzamisiles Astros disparando un cohete
Un lanzamisiles Astros disparando un coheteAvibras

El pasado 10 de octubre, el Consejo de Ministros aprobaba el acuerdo por el que se autoriza la celebración del contrato para el suministro del sistema lanzacohetes de alta movilidad, una de las grandes carencias del Ejército de Tierra español. Mediante este contrato se autoriza la adquisición del sistema integrado de fuego indirecto de largo alcance (lanzacohetes), denominado Sistema Lanzacohetes de Alta Movilidad (Silam), que permitirá a nuestras Fuerzas Armadas disparar con precisión diferentes cohetes y misiles guiados de altas prestaciones.

La capacidad de estos sistemas lanzadores, dotados de flexibilidad en la configuración de sus municiones y de mayor precisión, permitirá al Ejército de Tierra español superar las limitaciones en alcance de las municiones lanzadas por cañón, alcanzando objetivos más allá de los 300 kilómetros.

El valor estimado de este contrato de suministro, que comprende tanto los vehículos lanzadores, como la munición y el apoyo logístico inicial y demás vehículos y equipamiento complementario es de casi 576,5 millones de euros.

En cuanto a los sistemas con más opciones, incluso antes de que el Consejo de Ministros aprobara el concurso, todas las miradas se dirigen hacia el proyecto basado en la tecnología del sistema PULS, de la empresa israelí Elbit, pero en el que participarán numerosas empresas españolas. Sin embargo, hay otras dos opciones sobre la mesa y que no están descartadas, por un lado el sistema basado en el lanzacohetes K239 Chunmoo de la empresa surcoreana Hanwa en asociación con la española Tecnesis 3000 y , por otro, el sistema Astros de la brasileña Avibras, que ha llegado a un acuerdo estratégico con la compañía madrileña NTGS para su producción en España.

Éste último quizás sea, de los tres, el menos conocido por no estar presentes en las fuerzas armadas de nuestro entorno, pero no hay que olvidar que el sistema Astros ha sido probado en combate en conflictos tan significativos como la guerra Irán-Irak y la del Golfo, donde ha demostrado su eficacia y fiabilidad en numerosas ocasiones. Actualmente, está en uso en varios países, entre ellos Arabia Saudí, Brasil, Qatar, Malasia, Irak…, consolidándose como una solución de defensa de primer nivel.

Para tratar de hacerse con el concurso convocado por Defensa, NTGS y Avibras han creado el consorcio Ibermisil, que representa un importante compromiso con España y con el desarrollo de tecnologías avanzadas en el ámbito de la defensa.

Este acuerdo contempla que Ibermisil, de resultar adjudicatario del concurso, la apertura de dos centros de producción, uno situado en la provincia de Jaén (en permanente colaboración con el nuevo centro de Defensa CETEDEX) y otro en la de Badajoz. Según las propias empresas, cada uno de estos centros proporcionará empleo de calidad a 1.200 personas, contribuyendo significativamente al tejido industrial y a la economía local, en línea con el espíritu del documento Estrategia Industrial de Defensa 2023 publicado por el Ministerio de defensa en este año.

Sin embargo, este acuerdo va más allá y el objetivo es que esas plantas de producción fabriquen sistemas de lanzamiento y misiles, no solo para España, sino para otros países, consolidando a España como referente en la producción de sistemas de defensa avanzados.

Uno de los pilares fundamentales de este acuerdo es la Transferencia de Tecnología y Producción (TTP) del 100% del sistema, es decir, existirá transferencia de tecnología y producción sobre todos los componentes del sistema: desde el lanzador, el vehículo de remunicionamiento, las partes metálicas de los cohetes y el misil, el motor cohete, la cabeza de guerra, el guiado...

Según el documento firmado, "esta propuesta no es simplemente una oferta; es una visión a largo plazo que nos posiciona a la vanguardia y nos distingue de cualquier otro competidor en el escenario actual. Es una ventaja estratégica sin precedentes, y es el camino que proponemos para garantizar la fortaleza y resiliencia de nuestras Fuerzas Armadas en las décadas por venir".

Además, en caso de necesidades urgentes del Ejército que no admitan demora, se podrá facilitar un suministro inicial desde la fábrica de Avibras en Brasil mientras se construyen las plantas en Jaén y Badajoz. Es factible que, en un plazo de 4 meses desde que el Ejército suministre las plataformas Iveco a Ibermisil, el Ejército pueda contar con 12 sistemas totalmente operativos.

Con un diseño modular, este sistema utiliza cohetes de calibres que varían entre 127 y 450 mm. Fue diseñado basándose en el vehículo todoterreno Tectran VBT-2028 6×6, con el propósito de optimizar su movilidad. Las versiones más recientes adoptan el chasis Tatra 815-7. Un sistema completo está compuesto por un Vehículo de Mando a nivel de Batallón (AV-VCC) 4×4, que dirige tres baterías y un conjunto de vehículos 4×4 y 6×6. Las innovaciones más recientes incluyen vehículos de mando y estaciones meteorológicas para perfeccionar su rendimiento. El lanzador tiene la capacidad de disparar cohetes de varios calibres, equipados con diferentes ojivas. Además, los camiones de reabastecimiento pueden llevar hasta dos cargas completas de cohetes.

Este sistema posee una capacidad de disparo con un alcance que va desde 9 hasta 300 kilómetros, pudiéndosele emplazar diferentes tipos de calibres de cohetes bastando con cambiar las cápsulas en donde son disparados. Se emplea para abatir blancos de gran importancia en el campo de batalla, y a los objetivos estratégicos que se solicite. A pesar de ser ampliamente desplegado en sistemas de defensa terrestre, puede ser también utilizado en la defensa del litoral.

Ibermisil no ha detallado qué versión de su sistema Astros llegaría a España, pues recientemente se han presentado nuevas actualizaciones: el modelo AFC (Autonomous Firing Calculation), diseñado para ofrecer una excelente rentabilidad, permitiéndole operar solo o en sección, y con un lanzador con mayor potencia de fuego y capacidad para calcular los elementos de fuego, disparar y buscar refugio ("shoot & scoot") o el Astros III, que duplica la potencia de fuego del AFC mencionada, al incorporar un sistema de lanzamiento de hasta 12 proyectiles en diversas configuraciones, al igual que nuevos tipos de misiles. Está basado en el chasis de un vehículos blindado de tracción 8×8.

El misil ofrecido por Ibermisil es de crucero, diferenciándose de las propuestas balísticas de otros consorcios. Este tipo de misil ofrece ventajas tácticas y estratégicas significativas, pudiendo alcanzar distancias superiores a los 500 Km.

Destaca de entre todos los misiles que puede disparar el AV-TM 300, un cohete guiado de corto alcance en la fase final de vuelo y un misil de crucero con un alcance de ataque de 300 km. El contrato de desarrollo completo del misil AV-TM fue valorado en 195 millones de dólares, mientras que el contrato para desarrollar el cohete SS-AV-40G de 180 mm guiado por GPS/INS con un alcance de ataque de 40 km fue valorado en 40 millones de dólares.

El misil tiene una propulsión inicial de lanzamiento mediante un cohete propulsor de combustión rápida desechable y luego impulsa una turbina a reacción para el vuelo de crucero. El AV-TM 300 vuela hacia su objetivo utilizando la guía GPS/INS junto con la adaptación al terreno, la misión se registra en la memoria insertando waypoints que guían las maniobras hasta el impacto.

En cuanto a sus principales características técnicas, el misil está dotado de un ordenador central que combina un sistema microelectromecánico (MEMS) integrado a un dispositivo de navegación GPS activo que proporciona continuamente información de posicionamiento para la corrección del rumbo, haciendo posible las primeras maniobras de ajuste para situar el misil en el rumbo y la ejecución de las maniobras de puntería finales.

Todo ello proporciona al misil una capacidad de precisión de 30 metros. El misil también puede llevar una sola cabeza explosiva de 200 kg, equipada con el explosivo RDX, conocido por ser más potente que el TNT. Como opción, la ojiva también puede transportar los mismos 200 kg de submunición, con 64 submuniciones para uso exclusivo en objetivos antipersona o antitanque.

El AV-TM 300 utiliza cohetes de combustible sólido para el lanzamiento y un turborreactor durante el vuelo de crucero subsónico. Por último, pero no menos importante, el misil es capaz de volar a baja altura durante la fase de crucero, lo que reduce la posibilidad de ser detectado por los radares enemigos.

Sus desarrolladores en Avibras lo consideran un misil/sistema polivalente, utilizado para la adquisición de objetivos estratégicos, la interdicción de áreas y la guerra asimétrica. Sin embargo, aunque el AV-TM 300 destaca en el mercado global por su alcance, sigue teniendo un factor limitante relevante: la ausencia de un sistema de guiado final (seeker).

En cuanto al vehículo sobre el que va montado, en el Ejército brasileño va montado en un camión Tatra MK TATRA MK: 6 características del sistema ASTROS que se adquirirán en diferentes lotes a lo largo del Programa ASTROS.

Otra ventaja significativa sería dotar a la Armada con cohetes de 150 kilómetros de alcance disparados desde los buques, además del misil de crucero. Esta capacidad ofrecería un valor táctico indiscutible. Y, finalmente, al contar con toda la transferencia de tecnología, se abriría la puerta, según Avibras, al desarrollo de nuevos cohetes y misiles, situando a España en una posición privilegiada en cuanto a capacidad de alcance y proyección.

Como beneficios secundarios de la propuesta de NTGS y Avibras de ser elegida por Defensa se encuentran la transferencia al INTA de la tecnología y la fabricación de nuevas compositas para el programa PILUM, con el objetivo de incrementar la carga de pago de su lanzador de microsatélites.