Armamento

Así son los torpedos "cazasubmarinos" Mk 56 que llevarán los futuros aviones C295W del Ejército del Aire

El torpedo tiene una longitud de 2,71 m, un diámetro de 32,4 cm. Su peso es de 276 kg y puede integrar una ojiva con 44 kg de alto explosivo

Imagen de un torpedo Mk54 justo antes de entrar en el agua en busca de su objetivo
Imagen de un torpedo Mk54 justo antes de entrar en el agua en busca de su objetivoRaytheon

El Consejo de Ministros aprobó en junio adquirir compromisos de gasto con cargo a ejercicios futuros, a fin de posibilitar al Ministerio de Defensa la adquisición de Aviones Patrulla Marítima y de Aviones de Vigilancia Marítima. El Programa MPA supone la adquisición de seis plataformas Airbus C295W modificadas para misiones de patrulla marítima y 10 para vigilancia marítima y misiones de búsqueda y rescate. Aunque el C295 tiene una menor autonomía y alcance que el P.3, la idea es que disponga de todo lo necesario para cubrir capacidades prioritarias de guerra antisubmarina, antisuperficie e ISR, y apoyar a la capacidad de búsqueda y rescate.

El programa se prolongará por espacio de nueve años y debe concluir en 2031 con la recepción del último de los 16 aparatos. Todos los aviones se fabricarán en la factoría que Airbus posee en Sevilla. Con un periodo de fabricación de la primera unidad que se estima del orden de los 50 meses a partir de la firma del contrato entre Defensa y Airbus, el primer avión que recepcionará la DGAM será de patrulla marítima. Las previsiones apuntan que no será más tarde de 2027.

Los aviones catalogados en la esfera internacional como MPA —acrónimo del inglés Maritime Patrol Aircraft— abarcan un concepto operacional muy amplio, que engloba muchos roles y distintos tipos de misiones. Poseen características que se pueden resumir en su capacidad para detectar e identificar buques de superficie y submarinos por medio de sensores específicos.

En sus diferentes variantes, la misión principal de los cometidos de patrulla marítima está enfocada a la guerra anti submarina, lo que implica el empleo de armamento que, en el caso del C-295, serán torpedos u otro tipo de sistemas de armas que se puedan integrar en el futuro.

Debido a la necesidad de recuperar en el mínimo plazo posible el rol antisubmarino con aeronaves de ala fija, su armamento para cazar y destruir sumergibles ya estará integrado en el primer ejemplar de serie. Además, cada uno de los seis portará un avanzado sistema de detección acústica, un detector de anomalías magnéticas (MAD), un radar de apertura sintética (SAR), un sistema de observación electro-óptico e infrarrojo y un sistema de auto protección contra misiles fijado en diferentes partes del exterior de la célula. También contará con equipos cifrados de comunicaciones vía satélite y sistemas tácticos de enlace de datos por vía terrestre y satelitales, en ambos casos con posibilidades de ampliación y modernización. Un grupo de empresas españolas son las que aportarán su tecnología, entre las que se encuentran Indra, que suministra varios subsistemas, entre ellos el de auto protección; SAES, que integrará el sistema acústico; y Tecnobit, que desarrollará los equipos de cifrado. Su autonomía máxima será de 2.000 millas náuticas, tendrá una capacidad máxima de portar 60 sonoboyas e incluirán un sistema acústico SPAS 32.

Incorpora además detección automática de contactos: una vez localizada la amenaza, SPAS incluye potentes herramientas de localización – incluyendo multiestatismo y plot de energía – que posibilitan el seguimiento de la amenaza. Estas herramientas ofrecen información de rumbo y velocidad, parámetros indispensables para ejecutar un planeamiento adecuado en el despliegue de sonoboyas.

El C-295W en configuración de patrulla marítima supone para la Fuerza Aérea española un importante salto cualitativo desde el punto de vista técnico y de soberanía respecto al Lockheed P-3 Orión, dice Defensa aunque en algunos casos se pierdan ciertas capacidades.

En cuanto al torpedo que podrá lanzar el avión, está preparado para portar los viejos Mk 46 y los más modernos torpedos ligeros Mk-54, desarrollado por Raytheon, que pueden ser disparados desde gran diversidad de plataformas de lanzamiento y maniobrado desde buques de superficie, helicópteros y aviones de ala fija.

El torpedo tiene una longitud de 2,71 m, un diámetro de 32,4 cm. Su peso es de 276 kg y puede integrar una ojiva con 44 kg de alto explosivo. Su sistema de propulsión accionado por combustible líquido proporciona una velocidad máxima de 40 nudos y gran profundidad operativa. Integra tecnologías probadas en los Mk-50 y Mk-48.

Es un torpedo de guiado por sonar activo/pasivo y combina el transceptor de sonar avanzado del torpedo MK 50 con la ojiva y el sistema de propulsión heredados del antiguo MK 46, con un amplio uso de componentes electrónicos COTS.

Actualmente, el torpedo ligero MK 54 es la principal arma de guerra antisubmarina utilizada por los buques de superficie, aviones y helicópteros de la Marina de los EE. UU. Diseñado para operar en aguas poco profundas y en presencia de contramedidas, puede rastrear, clasificar y atacar objetivos submarinos. Desde su inicio, ha sido sometido a más de 25.000 simulaciones de alta fidelidad en el Centro de Guerra Submarina Naval en Newport, Rhode Island. El MK 54 también se puso a prueba y superó las expectativas durante las pruebas en el agua.

En 1999 se llevó a cabo con éxito la revisión crítica del diseño (CDR). Raytheon obtuvo un contrato de proveedor único para producir el MK 54 en 2003 y alcanzó la capacidad operativa inicial (IOC) en 2004, mientras que su integración en el ASROC VLA entró en servicio durante el 2010.

En 2007 comenzó el desarrollo de una versión mejorada, el Mod 1, que mejoraba el sonar de búsqueda y el software de guiado. Su entrada en servicio estaba prevista para el 2023. El siguiente modelo previsto es el Mod 2, con un nuevo sistema de propulsión y una nueva cabeza de combate. Está prevista su puesta en servicio durante el 2026.

Estos mismos torpedos son los que llevarán las futuras fragatas F-110 de la Armada. De hecho, el Consejo de Ministros autorizó en diciembre de 2020 la adquisición de un lote de 30 torpedos MK 54, así como de su banco de mantenimiento asociado, lo que facilitará la integración de este torpedo en dichas fragatas cuando éstas entren en servicio a partir del año 2026, al poder disponer de los mismos y de su documentación técnica y haber efectuado las pruebas de los lanzadores. El valor estimado del contrato fue de 50.143.566,98 euros.

No se sabe si para armar a los futuros aviones del Ejército del Aire se optará por adquirir un nuevo lote de torpedos o por compartir los ya adquiridos para las fragatas. Hay que tener en cuenta que el contrato con Airbus para la construcción de los C295W no se ha firmado aún.

Mark 46

En cuanto al otro torpedo que podrán llevar los aviones, el Mk 46, es el principal torpedo ligero antisubmarinos de la Armada de los Estados Unidos y se convirtió en el de los países de la OTAN. Está diseñado para atacar a los más modernos submarinos en servicio en el mundo. Fue el primer torpedo de la Marina de los Estados Unidos en utilizar un combustible líquido de cohete (Otto Fuel II) como propulsor y nació gracias al programa RETORC I (Research Torpedo Configuration I, Investigación sobre la configuración de torpedos I) en la década de 1960. Desde entonces, más de 25.000 Mk-46 Mod. 0, 1, 2, 5 y 6 fueron entregados a la Marina de los Estados Unidos y a las de otros 26 países.

En 1989 comenzó un gran programa de modernización del modelo 5 que incluía, entre otras mejoras, mayores capacidades para actuar en aguas poco profundas, resultando en el Mk-46 Mod. 5A y Mod. 5A(S). Adicionalmente, como parte del programa NEARTIP (Near Term Improvement Program; Programa de mejoras cercano al fin de la vida útil -del torpedo-) muchos Mk-46 Mod. 1 y 2 han sido mejorados al estándar Mk-46 Mod. 6 NEARTIP que incluye mejoras en los sistemas acústicos y en la resistencia a las contramedidas.