Defensa

Las fragatas F-100 son increíbles, pero esta nueva mejora va a llevarlas a un nuevo nivel

Las cinco fragatas F-100, la espina dorsal de la Armada, inician su puesta a punto más ambiciosa: una modernización con tecnología de vanguardia para navegar y combatir con garantías hasta el horizonte de 2045

Fragata F-100 de la Armada
Fragata F-100 de la ArmadaArmadaArmada

El campo de batalla naval ya no es lo que era. La irrupción de enjambres de drones, la guerra electrónica y la ciberseguridad se han convertido en las claves de cualquier conflicto moderno. Ante este escenario, la Armada española ha puesto en marcha un ambicioso plan para que la columna vertebral de su flota, la clase Álvaro de Bazán, no se quede atrás y pueda hacer frente a las amenazas que se perfilan en las próximas dos décadas. Esta evolución no es una hipótesis lejana, como demuestra la aparición de prototipos como el dron futurista que busca cambiar las reglas de la guerra, que ya se encuentra en fase de pruebas.

En concreto, el programa se centra en modernizar las cinco fragatas F-100 para extender su vida operativa hasta el horizonte del año 2045. Se trata de una operación de gran envergadura respaldada por una prefinanciación ya aprobada de 1.280 millones de euros, de los cuales 225 millones han sido consignados para el ejercicio en curso.

De hecho, aunque la empresa pública Navantia liderará los trabajos de astillero, el cerebro tecnológico de la operación será Indra. La compañía integrará sistemas de última generación, muchos de ellos diseñados para las futuras fragatas F-110. Esta estrategia persigue una notable comunalidad entre ambas series de buques, algo que, tal y como han publicado en Defensa, optimizará la logística y el adiestramiento de las tripulaciones en operaciones conjuntas.

De los radares a los sistemas infrarrojos, una renovación integral

Por un lado, la modernización no se limitará a reemplazar sistemas que han quedado desfasados. Las fragatas incorporarán capacidades completamente nuevas, como sistemas de protección contra drones, un elemento cada vez más determinante en los conflictos actuales. También se integrarán equipos para la gestión y operación de vehículos no tripulados, ya sean aéreos, de superficie o submarinos. La importancia de esta medida se refleja en teatros de operaciones activos, donde Ucrania transforma el panorama militar con drones terrestres que han demostrado ser letales contra fuerzas convencionales.

Asimismo, la actualización permitirá a Indra poner al día equipos que la propia compañía ya había suministrado, como el sistema de distribución de datos DIANA o las comunicaciones por satélite. A estas mejoras se sumará la instalación de un avanzado sistema de búsqueda por infrarrojos (conocido por sus siglas IRST), que potencia la detección pasiva, junto con la modernización de áreas cruciales como el sistema de combate, los radares y las capacidades de guerra electrónica y antisubmarina.

En definitiva, esta profunda renovación supone un salto cualitativo fundamental para la flota. No se trata únicamente de alargar la vida útil de los buques para evitar su obsolescencia, sino de transformarlos en plataformas de combate de primer nivel, plenamente preparadas para operar con las máximas garantías en los complejos escenarios de seguridad del futuro.