Margarita Robles
Unas Fuerzas Armadas comprometidas con la paz y la seguridad
Hay que poner en valor el trabajo que realizan los militares españoles
España, como país responsable, fiable y comprometido, lleva décadas implicada en el mantenimiento de la paz. En un día como hoy, cuando conmemoramos nuestra Fiesta Nacional, quiero poner en valor el trabajo que realizan los militares españoles que se encuentran defendiendo la paz, la libertad y la seguridad en muchos lugares del mundo como Líbano, Irak, Mali, Somalia, Letonia o Estonia y, obviamente, también en territorio nacional, en la mar, en el espacio aéreo o en el ciberespacio.
Una paz que recibía este pasado fin de semana un nuevo zarpazo con los ataques terroristas de Hamás contra Israel. Nuestro país ya ha expresado su más rotunda condena por esos atentados que han provocado una escala de terror en toda esa zona de Oriente Próximo y con unas consecuencias que pueden ser devastadoras para toda la comunidad internacional.
Precisamente en esa zona se encuentra la misión de paz de la ONU en Líbano (FINUL), con unos 10.000 efectivos, bajo el mando del general español Aroldo Lázaro. Nuestro país lleva más de 17 años en el Líbano participando en esa misión de la ONU, que en términos militares se denomina «Libre Hidalgo». A día de hoy, más de 650 militares españoles continúan cumpliendo su objetivo de mantener la paz y la seguridad internacional. En estos momentos complicados, todo nuestro apoyo al contingente español en la zona y nuestro cariño para ellos y sus familiares.
Tampoco podemos olvidarnos de la cruel guerra de Ucrania provocada por Rusia hace más de 20 meses. Nuestro país, desde el inicio, ha estado comprometido con el pueblo ucraniano y con su derecho a la legítima defensa. Un apoyo firme que hemos afianzado, junto a nuestros vecinos europeos, en la reciente Cumbre de Granada, celebrada en el marco de la presidencia española del Consejo de la UE.
Esa sólida unidad europea frente a Putin, junto al eficaz apoyo de la Alianza Atlántica y la solidaridad de muchos otros países en todo el mundo, que promueven, como nosotros, los principios de la Carta de Naciones Unidas, nos ha permitido ayudar a Ucrania en multitud de aspectos, como el económico, el humanitario o el suministro de material militar solicitado por las autoridades ucranianas, complementado por el adiestramiento básico, avanzado y especializado de sus tropas. Buenas muestras de esta profunda coordinación son el Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania o instrumentos como el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz de la Unión Europea, en los que España participa muy activamente y que han demostrado ser de enorme utilidad para dotar a ese país de las capacidades de combate que realmente necesita sobre el terreno para mejorar la seguridad de su población y ayudar a sus Fuerzas Armadas.
Esta guerra y sus demoledoras consecuencias subrayan también la importancia de disponer de una industria española de Defensa fuerte, un aspecto que hemos querido atender de forma prioritaria, como se está poniendo de relieve durante la Presidencia española de la Unión Europea. Una industria capaz de dotar a nuestras Fuerzas Armadas de las capacidades que necesiten para su seguridad y resiliencia.
La industria española de defensa es una pieza fundamental de la economía nacional y una piedra angular de nuestra contribución a la defensa colectiva. Por eso hay que seguir apostando por una inversión creciente en el sector. Tenemos el firme compromiso, expresado por el presidente del Gobierno durante la Cumbre de OTAN celebrada en Madrid, de que el presupuesto de defensa alcance el 2 % del PIB en el año 2029. Sin olvidarnos que ya ha experimentado un incremento anual del 26 % en el presente 2023.
Esta inversión en Defensa es para el Gobierno, incluso en funciones, una responsabilidad y una obligación con sus ciudadanos, como palanca para el progreso económico y social de España que no admite parones, pues refuerza nuestra red industrial y potencia la creación de puestos trabajos. El tejido industrial de defensa lo constituyen más de 400 empresas, que generan más de 36.000 puestos de trabajo directo, y más de 81.000 por actividades indirectas e inducidas. Pero además, la industria de defensa genera confianza en todos los sectores tecnológicos y atrae por ello inversiones del exterior.
En el día de la Fiesta Nacional quiero poner en valor, una vez más, el trabajo que desempeñan nuestras Fuerzas Armadas cumpliendo su tarea con enorme capacitación profesional, compromiso y una excepcional calidad humana. En este último año han contribuido destacadamente a mitigar los efectos negativos de diversas catástrofes, como los grandes incendios de La Palma y Tenerife o los daños causados por las graves inundaciones en Madrid y Toledo. Nuestros militares también tuvieron una destacada actuación en la arriesgada misión de rescate y evacuación de personas civiles en Sudán o en los terremotos de Turquía y Marruecos. Esta última intervención ha merecido una felicitación expresa del rey alauita, Mohamed VI.
Su esfuerzo, el prestigio adquirido fuera y dentro de nuestras fronteras, su merecida fama de eficacia y profesionalidad y sus grandes cualidades humanas, han situado a nuestras Fuerzas Armadas entre las instituciones más valoradas por los españoles en todas las encuestas. La identificación de los ciudadanos con sus militares, y el reconocimiento a su servicio, piedras angulares de cualquier sistema de defensa, son hoy una realidad en nuestro país.
El 12 de Octubre conmemoramos el Día de la Fiesta Nacional. Un día para sentirnos orgullosos de este gran país que es España. Una efeméride en la que, como todos los años, nuestros militares desfilarán ante la ciudadanía, que les recibirán como lo que son: un orgullo para todos nosotros.
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