Rearme mundial

Gasto militar en España: el reto de invertir 14.000 millones extra hasta 2029

Ante la inestabilidad mundial, el Gobierno acelera las inversiones en armamento para tratar de alcanzar el 2% del PIB en Defensa y destinar unos 32.000 millones dentro de cinco años

Gasto en defensa
Gasto en defensaTania NietoLa Razón

Conocer cuánto destina el Gobierno a gasto militar no es una tarea sencilla por diferentes motivos, sobre todo porque los fondos presupuestados para cada ejercicio van creciendo mes a mes a través de créditos extraordinarios o transferencias del Fondo de Contingencia. O porque Defensa recibe dinero de otras carteras. Pero también porque cada organismo que lo fiscaliza incluye en ese saco distintos gastos. De ahí que, por ejemplo, el Gobierno cifre en alrededor de 17.000 millones lo finalmente invertido en 2023 y el último informe del Instituto Internacional de Investigación Sobre la Paz de Estocolmo (Sipri) hable de 22.200 millones. Y en medio, la OTAN, que sitúa el gasto militar en España en 18.045 millones el pasado año. Es en esta última estadística en la que se tiene que fijar el Ejecutivo para avanzar en esa difícil senda de crecimiento para, en 2029 (con cinco años de retraso), cumplir con lo que los aliados pactaron en 2014 en Gales: destinar el 2% del PIB a Defensa en 2024. Un porcentaje que el Gobierno socialista retrasó hasta 2029 y que, en base a las previsiones de crecimiento de dicho indicador, se traduciría en alrededor de 32.000 millones de euros, esto es, casi 14.000 millones más de lo que se invierte actualmente (a unos 2.333 millones extra cada año). Y se antoja difícil tanto por la prórroga de los presupuestos como por el rechazo de los socios del Gobierno, aunque el presidente Pedro Sánchez ha hecho de ésta su batalla personal y desde que llegó a La Moncloa ha ido aumentando poco a poco el gasto en Defensa, el cual se ha visto aún más incrementado como consecuencia de la guerra en Ucrania o la de Gaza.

Ese 2014, año del compromiso inicial con los socios (entonces con el Gobierno del PP), España invertía en Defensa el 0,92% del PIB (9.508 millones), porcentaje que era del 0,93 en 2018 (11.172 millones), cuando el PSOE llegó al Gobierno tras la moción de censura. A partir de ahí ha ido aumentando muy poco a poco: 1% en 2020 (11.240 millones), 1,03% en 2021 (12.546), 1,16% en 2022 (15.610) y el 1,24% en 2023, según los datos de la OTAN. Todo, a base de inyecciones de fondos mes a mes.

Gasto militar en España
Gasto militar en EspañaTania NietoLa Razón

El último ejemplo llegó el pasado día 16, cuando el Consejo de Ministros aprobó un gasto extraordinario de 1.130 millones para el «refuerzo urgente de las capacidades militares». Una inyección clave para unos presupuestos prorrogados que comenzaron el ejercicio con unos 12.800 millones y que tras esta y otras ampliaciones ya rondan los 15.000. De ahí que, siguiendo con el objetivo de llegar al 2% del PIB, el gasto militar debería ascender a final de 2024 aproximadamente a 20.370 millones, esto es, el 1,3% del PIB, el porcentaje al que la ministra de Defensa, Margarita Robles, se ha comprometido a alcanzar este año en varias ocasiones.

Situación actual: 1,24%

Pero todo esto son, además de promesas, previsiones, por lo que es necesario analizar en qué punto se encuentra el gasto militar en nuestro país y los esfuerzos realizados hasta la fecha por el Ejecutivo, al que la prórroga de las cuentas de 2023 le ha supuesto un contratiempo en esta batalla. Aunque, como en anteriores ocasiones, la está solucionando con inyecciones fondos vía Consejo de Ministros.

Según las estadísticas anuales de la OTAN, España cerró 2023 con 18.045 millones para Defensa y el ya citado 1,24% del PIB. Hay que tener en cuenta que la Alianza Atlántica incluye en sus informes otros gastos, como las pensiones. Porque, atendiendo a las estadísticas de ejecución presupuestaria del Ministerio de Hacienda, al finalizar 2023, Defensa gastó 15.250 millones, a los que hay que sumar otros 1.601 que Industria destinó como apoyo al sector de la defensa, resultando un montante total que rondó los 16.900 millones.

Estos extras son la tónica desde que Sánchez llegó a Moncloa y más aún desde que España acogió la Cumbre de la OTAN en verano de 2022, cuando prometió a los aliados que llegaría a ese 2% del PIB en 2029. Pocos días después, el Consejo de Ministros aprobaba un crédito extraordinario de mil millones para Defensa. Ese año, las cuentas del Departamento que dirige Margarita Robles engordaron en más de 4.100 millones por esta vía.

Programas especiales
Programas especialesTania NietoLa razón

Incrementos presupuestarios que principalmente se destinan a armamento, con especial atención a los 32 Programas Especiales de Modernización, entre los que se incluyen los submarinos S-80, los blindados 8x8, el futuro sistema de combate aéreo, las fragatas F-110, o drones. Adquisiciones que, a su vez, son claves para la industria de Defensa, tanto en facturación como en creación de empleos.

Estos programas, algunos iniciados hace casi 30 años, también han visto incrementada su cuantía anual en los últimos ejercicios. De los cerca de 2.350 millones presupuestados en 2021 se pasó a los 4.901 iniciales de 2023, lo que permitió que las cuentas de ese año crecieran un 26%. En esos presupuestos de 2023, Defensa hacía también una previsión de lo que se destinaría a estos programas de armamento. Antes, eso sí, de que se prorrogaran para este año. Así, en 2024 valoraba invertir en ellos 5.304,5 millones, otros 4.980,3 en 2025 y 5.180,1 en 2026. Pero, de momento, el punto de partida este año son esos 4.901 millones de 2023.

Aportaciones de Industria

Lo que también creció mucho el pasado año fueron los ya citados fondos que el Ministerio de Industria transfiere a Defensa para apoyar al sector, pasando de los 708,2 millones de 2022 a 1.601,1 millones, más del doble. En 2014 fueron solo 343,6. Mientras, la participación en misiones en el exterior (que también se financian en parte con fondos extraordinarios), ascendió a 1.023 millones.

Por el momento, en lo que va de 2024 no ha variado esa tónica y todo apunta a que poco a poco se irán aumentando esos fondos para armamento. Sobre todo, porque las donaciones de material a Ucrania y el mayor número de despliegues (en misiones en el exterior o maniobras multinacionales) han dejado las reservas en mínimos y es necesario reponer mucho material mientras, al mismo tiempo, se adquieren nuevas capacidades o se modernizan algunas en servicio. Porque, además de llegar a ese 2%, también hay que contar con medios que permitan a España ejercer una sólida disuasión frente a cualquier enemigo.