Defensa

Los Harrier AV8B+ de la Armada afrontan sus últimos seis años de vida (y llevarán más de 40 en activo) sin sustituto a la vista

A partir de 2028 España será el único en el mundo con el AV-8B+ todavía en vuelo. El plan es comenzar ese año con la retirada progresiva de la flota

Dos aviones Harrier AV8B, dentro de las maniobras operativas Neptune Strike 23-3 de OTAN, que se están realizando este miércoles en las proximidades de La Algameca (Cartagena) en la que participa el buque de asalto anfibio Castilla, un batallón reforzado de desembarco del tercio de la Armada, dos aviones Harrier AV8B y dos helicópteros Morsa SH60F de la 5ª escuadrilla.
Dos aviones Harrier AV8B, dentro de las maniobras operativas Neptune Strike 23-3 de OTAN, que se están realizando este miércoles en las proximidades de La Algameca (Cartagena) en la que participa el buque de asalto anfibio Castilla, un batallón reforzado de desembarco del tercio de la Armada, dos aviones Harrier AV8B y dos helicópteros Morsa SH60F de la 5ª escuadrilla.Marcial GuillénAgencia EFE

La Armada española necesita prolongar la vida operativa de sus 12 cazas AV-8B+ Harrier de la Novena Escuadrilla de Aeronaves y parece que conseguirá que estén operativos hasta 2030, es decir, seis años más en activo. Pero más allá de esa fecha será muy difícil mantener el ala fija embarcada en el portaaeronaves Juan Carlos I.

Desde 2021 Defensa mantiene conversaciones con el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos (USCM) para, a través de la Oficina Conjunta de Programa (JPO), extender el actual memorándum de entendimiento (MOU) desde 2024 hasta 2028, para así contar con los beneficios del paraguas que aporta este programa cooperativo, en este caso, con el USMC”.

Actualmente este veterano avión aún opera en el USMC y en la Marina italiana, pero ambos países han empezado ya una transición del avión Harrier al F-35B, aunque cada una con distintos horizontes en su implantación que tienen su efecto en la baja de sus AV-8B+. Mientras que Italia tiene planeado dejar de volar el Harrier a finales del presente año 2024, el USMC lo hará en el año 2028. “Este hecho asegura el apoyo a la flota de estos aviones hasta ese momento”, destaca la Armada.

En ambos casos, la transición es hacia el F-35B Lightning II que, según el propio Cuerpo de Marines de Estados Unidos, "representa un salto adelante en el dominio aéreo al proporcionar la agilidad operativa y la supremacía táctica que los marines necesitan para brindar un apoyo expedito y letal".

No hay que olvidar que el primer F-35B entró en servicio en el cuerpo de marines en enero de 2012, cuatro años después de que volara por primera vez el prototipo de desarrollo y demostración del sistema (SDD). En estos 14 años el caza de quinta generación se ha integrado perfectamente en el USMC, que también opera el modelo F-35C en algunos portaaviones.

El avión Harrier forma parte de un programa entre tres países, Estados Unidos, a través del cuerpo de Marines, Italia (Marina Militar) y España (Armada), sustentado por un MOU, vigente hasta 2024. La participación en el programa y el MOU, recuerda la Armada, aseguran que el avión Harrier continúe siendo un sistema táctico viable al proporcionar soluciones al sostenimiento de la plataforma, a los elementos que van quedando desfasados, y a la vez, posibilitar distintas actualizaciones de los sistemas del avión.

Si las negociaciones salen adelante, la Armada española garantizará el sostenimiento del avión hasta 2028. Ese año, España iba a ser el único país en el mundo con el AV-8B+ todavía en vuelo, aunque cabe la posibilidad de que en Estados Unidos quede aún alguno. A partir de esa fecha, el plan es comenzar con la retirada progresiva de la flota, que finalizaría en el año 2030.

En 2021 Estados Unidos adjudicó a BAE Systems y a Vertex Aerospace mantener operativos los Harrier AV-8B II ocho años más, es decir, hasta 2029, ante los retrasos del programa F-35B.

En el aire está la sustitución de los AV8B+ de la Armada por F-35B, como han hecho Estados Unidos e Italia, pero por el momento el Ministerio de Defensa no ha manifestado ninguna intención de llevar a cabo esta adquisición a pesar de que las fuentes militares lo ven como la única opción posible para operar en la pista corta del LHD Juan Carlos I. De hecho, aunque se decidiese ya la compra de 12 F-35B se desconoce cuándo empezarían a llegar estas unidades, pero dado que son muchos los países, sobre todo europeos, que han optado por este aparato, pueden pasar años hasta que llegue el primer avión, pudiendo quedar España sin su ala fija embarcada, lo cual supondría un duro varapalo para su capacidad militar.

Según explicaba Ángel Tafalla, almirante (R) del Cuerpo General de la Armada, en un artículo en este diario, "en la Armada, los AV-8B, suministran esencialmente apoyo cercano y defensa aérea a las fuerzas de Infantería de Marina que constituyen el núcleo de la capacidad para proyectar fuerza hacia tierra. Toda nuestra Armada está construida actualmente alrededor de esta capacidad de proyección. Si perdemos la aviación embarcada, perdemos la razón principal de estar constituidos como lo estamos y el grado de autonomía que hemos tenido durante los últimos 45 años, cuando por el empuje visionario de uno de nuestros más importantes líderes, el Almirante Suanzes, fuimos la primera Marina en el mundo en embarcar los entonces AV-8S".

¿Podrían seguir volando pasado 2030? Evidentemente si en algo se ha caracterizado España en estos años es en prolongar la vida de material bélico bastante obsoleto, pero no es lo previsibile, entre otras cosas porque el fabricante dejará de prestar ese servicio de mantenimiento aunque siempre se podrían comprar piezas de los aparatos que vaya retirando el Cuerpo de Marines y apurar algunos años más.

A pesar de las muchas actualización que se han llevado a cabo sobre los Harrier, llegaron a la Armada en 1987 con idea de ir sustituyendo a su antecesor, el AV-8A «Matador». Entre 1996 y 1997 hay una nueva adjudicación de ocho nuevos AV-8B Plus que fueron montados en las instalaciones de la antigua CASA, hoy Airbus, en Getafe, y otros cinco aparatos son cinco antiguos AV-8B modificados. En el año 2000 se entregaría también un nuevo entrenador TAV-8B.

Su modernización consistió en un fuselaje de mayor tamaño, mayor capacidad interior de combustible, un nuevo motor más potente, un radar AN/ APG-65 lo que le permite capacidad diurna y nocturna, FLIR AN/AAR-51 (situado externamente en la parte superior del morro)... Como planta de potencia incorpora el motor Rolls-Royce Pegasus II 408A de mayor fiabilidad y potencia que sus antecesores. En cuanto a su armamento es un avión muy versátil con capacidad de cargar armas hasta un peso de 6.000 kg, para lo que dispone de 7 estaciones o soportes en los que se pueden situar diferentes combinaciones de armas, además de un cañón Gatling de 25 mm.

Al igual que sus predecesores, puede operar desde cualquier superficie acondicionada en tierra o a bordo de buques, hasta superficies con un mínimo de acondicionamiento como el claro de un bosque, una playa, etc.

Dispone de armamento Aire-Aire y Aire-Suelo, con misiles de corto y medio alcance así como de bombas de guiado laser y GPS y suite de guerra electrónica EW (alertador y dispensador de bengalas y chaff). Además cuenta con la capacidad de operar todo tiempo con gafas de visión nocturna.

En cualquier caso, cualquier comparación con el F-35B deja muy por detrás al AV-8B+: el caza de quinta generación, además de ser un avión furtivo prácticamente indetectable, es más grande, tiene una mayor envergadura, es mucho más rápido, su motor es casi el doble de potente y puede llevar muchas más armas distintas, por lo que la Armada ganaría en capacidad y en proyección estratégica de poder contar en su ala fija embarcada este avión. Además, hay que tener en cuenta que nuestros potenciales enemigos también han ido modernizando sus aviones, de modo que para muchas de las operaciones que tendrían que llevar a cabo estarían en inferioridad de condiciones.