Defensa

La Infantería de Marina recibe tres nuevos blindados Piraña IIIC actualizados por Santa Bárbara Sistemas

Este lote se une a los cinco vehículos ya entregados dentro del acuerdo marco firmado que contempla un total de 21 Piraña IIIC.

Los tres nuevos blindados Piraña IIIC actualizados por Santa Bárbara Sistemas
Los tres nuevos blindados Piraña IIIC actualizados por Santa Bárbara Sistemas GDELS

La empresa GDELS Santa Bárbara Sistemas ha hecho entrega esta semana de tres nuevos vehículos blindados Piraña IIIC actualizados a la Infantería de Marina. La compañía sigue así con el programa de mantenimiento de media vida, conocido como F10, de los vehículos blindados Piraña IIIC. Este lote se une a los cinco vehículos ya entregados dentro del acuerdo marco firmado que contempla un total de 21 Piraña IIIC.

Estas tareas de mantenimiento incluyen el desmontaje de los vehículos, su reparación y la puesta a punto de todos los subsistemas. Posteriormente se vuelven a montar, se pintan y se realizan las pruebas finales, todo ello acompañado de la aceptación de la Inspección Militar.

Así es el Piraña III de la Infantería de Marina

Actualmente el Piraña III es el vehículo de combate de la Infantería de Marina española. Se calcula que dispone de 39 unidades de este 8x8: 26 de combate de infantería, 2 de mando, 1 ambulancia, 1 de recuperación, 1 de guerra electrónica, 4 de zapadores y 4 de reconocimiento con cañón de 30 mm. El Piraña IIIC es un transporte blindado de personal diseñado y fabricado por la empresa suiza MOWAG (ahora parte de General Dynamics). En España el mantenimiento de los vehículos adquiridos se hace a través de Santa Bárbara Sistemas. Pesa 10,5 toneladas vacío (16,5 en orden de combate) y su propulsión es 8x8, lo que aumenta su capacidad de supervivencia en caso de reventón. Pertenece a la última generación de transportes blindados de personal.

Los primeros 18 VCI Piraña III contratados, que se recibieron a lo largo de los últimos meses de 2003 y los primeros de 2004 para la primera compañía, comprendían: Un vehículo de mando de batallón Piraña IIIH con un montaje KMW para ametralladora M2 de 12,70 mm con equipo de visión nocturna AN/TVS-5, batería de cuatro tubos dobles lanzafumígenos M-246 de 66 mm, un amplio equipo de transmisiones de la gama PR4G, tienda extensible de puesto de mando, mobiliario específico para PC y unidad auxiliar de potencia (UAP/APU); un VCI de mando de compañía Piraña IIIH provisto de torre giratoria, monoplaza, armada con ametralladora pesada M2 de 12,70 mm, lanzagranadas automático Mk.19 Modelo 3 de 40 mm y ocho lanzafumígenos M-246 de 66 mm, anteojo de puntería día/noche con telemetría láser M-36E1 y siete bloques de visión; tres vehículos de mando de sección (armados con torre con Lag 40 y ametralladora); 12 VCI de línea para dotar a la primera compañía (armados con torre con Lag 40 y ametralladora). tres de los cuales cuentan con preinstalación de equipo para zapadores. Tanto los Piraña de sección como de línea son idénticos en su aspecto exterior al de mando de compañía, diferenciándose interiormente por su equipamiento en transmisiones de la gama PR4G.

En noviembre de 2007, el Gobierno autorizó la compra de 21 nuevos Piraña IIIC, de forma escalonada entre 2007 y 2015. De ellos, 10 VCI de línea para dotar a la segunda compañía, un vehículo de mando, un vehículo de recuperación, cuatro de reconocimiento, uno de guerra electrónica y cuatro de zapadores. Los de reconocimiento están dotados de una torre Rheinmetall Lance, con cañón Mauser de 30 mm. Los Piraña españoles han sido desplegados en misiones internacionales en Líbano, Haití y los Balcanes.

La Armada española busca un vehículo como recambio, a medio plazo, de los actuales vehículos de asalto anfibio (AAV) y de estos blindados de combate de la Infantería de Marina Piraña (VCI). Para ello baraja la Armada española ha mostrada su interés en el nuevo Vehículo de Combate Anfibio (ACV) 8x8 que utiliza actualmente el Cuerpo de Marines de Estados Unidos (USMC).

El ACV de BAE Systems tiene una movilidad y maniobrabilidad (velocidad, autonomía y operación en pendiente) similar a la de otros VCI y una potencia relativamente elevada, sin exceder demasiado en peso y dimensiones, al tiempo que ofrece una “muy superior” capacidad de embarque de tropas, con 13 infantes frente a los ocho que alberga vehículos como el Piraña. Asimismo, es una plataforma polivalente con una arquitectura de diseño abierta, capaz de llevar una torre de 30 mm para versiones de reconocimiento, como implementos de zapadores o actuar en operaciones ISR (Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento) junto con vehículos aéreos no tripulados.

Podrían ser necesarios entre 60 y 65 vehículos, lo cual no se aleja mucho de la suma de los 19 AAV y los 39 Piraña III actualmente en servicio, pero obteniendo una estructura orgánica homogénea y más completa. Además, la unificación de los dos programas redundaría en una mayor prioridad y una mayor eficiencia y ahorro en el largo plazo.

En principio, los ACV estarán disponibles para la venta a otros países a partir de 2026, lo que ofrece margen para determinar esta necesidad como prioritaria y dotarla de presupuesto, que podría rondar entre los 350 y 400 millones de euros.