Nombramiento

El jefe del Ejército de Tierra ensalza la formación militar de la Princesa en su discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas

El general Amador Enseñat y Berea destaca en su intervención la transformación de las Fuerzas Armadas para adaptarse a un entorno estratégico "en constante evolución". Considera que la misión de Afganistán fue un "fracaso"

El JEME junto a Benigno Pandás, presidente de la Real Academia
El JEME junto a Benigno Pandás, presidente de la Real AcademiaLa RazónLa Razón

El Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), general Amador Enseñat y Berea, ha ingresado esta tarde como nuevo académico de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, institución que forma parte de las diez Reales Academias del Instituto de España. En un solemne acto celebrado en su sede, el JEME ha pronunciado un discurso bajo el título "La transformación de las Fuerzas Armadas españolas: modernidad y tradición", en el que hace un pormenorizado análisis de cómo ha sido esta evolución, la cual "ha conducido a las Fuerzas Armadas a un mejor servicio a España, un preciso encaje en el Estado constitucional y una profunda integración con el resto de la sociedad". Un proceso, además, del que ha sido "testigo personal" desde que fue "promovido a teniente de Artillería en julio de 1983". Pero también ha aprovechado su intervención para destacar el "especial simbolismo" que reviste la formación militar de la Princesa Leonor.

Con este nombramiento, esta Real Academia mantiene intacta una de sus tradiciones, tal y como ha destacado su presidente, Benigno Pendás: que uno de sus miembros sea un militar de alta graduación, algo que supone "un reconocimiento a la función constitucional de las Fuerzas Armadas, que cumplen de forma ejemplar". "Contribuye así nuestra Academia a la cultura de la Defensa, propia de las democracias avanzadas", ha señalado, añadiendo que "la actividad del nuevo académico será sin duda muy positiva para nuestros estudios y debates al servicio del interés genera".

El general Enseñat y Berea, durante su intervención, ha recalcado en distintos momentos la importancia que supone esa transformación de las Fuerzas Armadas para adaptarse a los "importantes y vertiginosos cambios acontecidos en el mundo y en España en el ámbito de la seguridad y la defensa". Siempre, eso sí, "conservando lo esencial de su código moral, los valores en los que se basa su proceder".

El primer punto al que ha hecho referencia ha sido "el papel de las Fuerzas Armadas en un entorno estratégico en constante evolución", haciendo hincapié en que " la sociedad internacional ha experimentado enormes cambios que se han producido a una velocidad vertiginosa siguiendo un rumbo casi siempre inesperado". Y aquí ha ido recorriendo una serie de conflictos que muestran esa evolución, desde "el orden peligroso, pero estable y predecible, propiciado por el equilibrio del terror basado en la posibilidad de la destrucción mutua" que acabó con la Guerra Fría, hasta los actuales conflictos basados en "estrategias híbridas", donde se mezclan tanto los medios como los actores militares y no militares y en los que "la opinión pública propia y la del adversario suelen considerarse los centros de gravedad estratégicos".

El "fracaso" de Afganistán

Así, ha pasado por misiones como las de Irak o Afganistán, apuntando sobre ellas que se produjeron en un momento en el que "las naciones occidentales se empeñaron en unas prolongadas y costosas, en personal y recursos", centrándose sobre todo en la segunda, la de Afganistán, "donde la presencia durante más de veinte años cosechó un resultado cercano al fracaso".

De ahí ha pasado a la invasión rusa de la península de Crimea, en la que "Putin no valoró adecuadamente la tibia reacción occidental", así como "la aparente debilidad en el seno de la Alianza Atlántica tras la desordenada retirada de Afganistán", por lo que pensó que el 24 de febrero de 2022 "era el momento oportuno para invadir Ucrania". Aquí, destaca la "reacción defensiva ucraniana, esta vez apoyada decididamente por Occidente, y los errores estratégicos y operacionales rusos", lo que convirtieron la "operación militar especial" en un conflicto prolongado muy parecido a una guerra de desgaste que nos ha devuelto al comienzo del ciclo, a una nueva 'guerra fría más cercana a una 'guerra caliente'".

La "infiltración rusa en África" o los "ataques terroristas de Hamás y la respuesta de Israel en la Franja de Gaza" fueron solo dos ejemplos para dejar claro que se acentúa "la peligrosidad, inestabilidad e impredecibilidad de la situación geoestratégica del momento, en la que el orden internacional basado en normas se encuentra seriamente amenazado".

Relación OTAN-UE "compleja"

Pero también ha hecho un repaso a las organizaciones internacionales como la OTAN, la ONU o la UE. De esta última ha destacado que "tiene dificultades para ejercer un 'poder inteligente' al no haber sabido o podido unir a su enorme 'poder blando' una dosis adecuada de 'poder duro', incidiendo en que "la diplomacia es casi siempre menos eficaz cuando no está respaldada por la posibilidad de ejercer, llegado el caso, el uso de la fuerza".

Y sobre esa cooperación tan demandada y necesaria entre la UE y la OTAN, el JEME ha apuntado que las relaciones "son complejas" y que "están lastradas por la rivalidad política entre algunos de sus estados. En otras palabras, Europa quiere compartir el liderazgo pero no los costes y Estados Unidos quiere compartir los costes pero no el liderazgo".

El segundo punto de su discurso ha girado sobre "las Fuerzas Armadas en una nueva sociedad española" y en él ha resumido algunos de los cambios de las últimas décadas, como la entrada en vigor de la Constitución de 1978, la cual "tiene muy presente a las Fuerzas Armadas y a lo militar".

Reclutamiento, salarios y empresa privada

Eso sí, a pesar de resaltar lo bien valorados que están en la actualidad los dos ejércitos y la Armada, sobre todo tras sus actuaciones de todo tipo en servicio de la sociedad (pandemia, volcán, nevadas...), alertó de que "el envejecimiento poblacional afectará, especialmente si el paro disminuye, a la capacidad de reclutamiento de nuestros ejércitos, en particular de personal formado en las nuevas tecnologías, incapaces de competir por ellos en el mercado laboral por nuestras condiciones salariales". Un llamamiento velado no solo a hacer más atractiva la profesión militar, sino también a mejorar las condiciones de unos profesionales que, en numerosas ocasiones, abandonan el uniforme por los mejores sueldos en la empresa privada.

El JEME, durante la lectura de su discurso
El JEME, durante la lectura de su discursoLa RazónLa Razón

Y como es lógico, en este proceso de transformación y modernización de las Fuerzas Armadas ha hecho referencia a los presupuestos de Defensa, de los que ha dicho que son "siempre escasos". Y ha apuntado, al respecto, que "la escasez proviene de la falta de percepción de una amenaza concreta, la baja conciencia de defensa en nuestra sociedad y la prioridad otorgada a otras necesidades nacionales", haciendo referencia al manido debate de "cañones o mantequilla".

En el cuarto punto de su discurso se ha centrado en "la transformación de las Fuerzas Armadas", insistiendo en que en ese proceso "han sido capaces de conjugar modernidad y tradición". En este punto ha destacado, entre otros aspectos claves, el paso "de una defensa exclusiva de nuestro espacio de soberanía a la integración en la defensa colectiva y la seguridad compartida", las diferentes regulaciones y normas aprobadas en las últimas décadas para mejorar las condiciones de los militares, la incorporación de la mujer, la plena profesionalización o la enseñanza militar.

La dama cadete Borbón Ortiz

En lo que se refiere a la mujer en las Fuerzas Armadas, ha destacado, por un lado, que "los ejércitos no pueden renunciar a más de la mitad de la población española para ingresar en sus filas", porque con ellas se enriquecen de sus "diferentes sensibilidades y perspectivas" y ejercen un "papel insustituible en muchas zonas de conflicto".

Aquí se ha centrado en el "ingreso como dama cadete de la Academia General Militar de Su Alteza Real la Princesa Doña Leonor, llamada a ejercer en un futuro el Mando Supremo de las Fuerzas Armadas", algo que, ha remarcado, "reviste especial simbolismo en muchos ámbitos, no siendo el menor su coincidencia con el 35º aniversario de la incorporación de la mujer a los ejércitos".

Fin de la mili

Pero también se ha referido a la profesionalización de las Fuerzas Armadas con el fin de la "mili", apuntando que "Es indudable que la suspensión del servicio militar obligatorio se llevó consigo algunas de las ventajas que proporcionaba", señalando que a partir de entonces tuvieron que "trabajar para que no se debilite el vínculo entre las Fuerzas Armadas y el resto de la sociedad y para obtener el máximo partido de los reservistas como contribución de la ciudadanía a la defensa nacional".

En este apartado también se ha referido aquí a la industria de defensa y a la importancia de potenciarla porque "la defensa ha dejado de considerarse un gasto para ser tratada como una inversión".

El último epígrafe de su intervención ha girado sobre "la actualización y pervivencia del código moral de las Fuerzas Armadas",insistiendo en que pese a los cambios y la modernización, sus valores han permanecido intactos, apuntando, como decía Calderón de la Barca, que son "una religión de personas honradas" y, además, "portadoras de unas virtudes o valores, que pueden ser denominados militares, no por su exclusividad, sino por ser una exigencia para los que vestimos uniforme".

Así ha concluido su discurso ante una atenta sala en la que se encontraban, entre otros, Camilo Villarino, nuevo jefe de la Casa del Rey; el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante General Teodoro Esteban López Calderón; la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, o la directora del CNI, Esperanza Casteleiro.