Protección

La Marina francesa mejora los sistemas antiaéreos de autodefensa de sus buques mientras la Armada sigue buscando

La combinación de misiles MISTRAL, artillería de 40 mm y el sistema SAMP-T NG permite a la Marina francesa crear una defensa multicapa integrada que puede hacer frente a una amplia gama de amenazas

Sistema naval Simbad RC para disparar misiles Mistral, de MBDA
Sistema naval Simbad RC para disparar misiles Mistral, de MBDAMBDA

En un contexto geopolítico global cada vez más complejo, donde las amenazas evolucionan a un ritmo vertiginoso, la Marina francesa ha dado un paso firme hacia la modernización de sus capacidades de defensa. Recientemente, la Direction Générale de l'Armement (DGA) anunció una serie de adquisiciones clave destinadas a reforzar la protección de sus buques de guerra contra ataques aéreos y de drones. Estas decisiones, tomadas en el marco de una estrategia de adaptación continua, resuenan con fuerza en la Armada española, que también se enfrenta a la creciente necesidad de proteger sus buques de guerra de amenazas similares.

Una respuesta a la evolución de las amenazas: misiles, artillería y sistemas antidrones

La decisión de la Marina francesa de reforzar su defensa aérea y antidrones no es un hecho aislado. Responde a una tendencia global donde las armadas de todo el mundo se ven en la necesidad de adaptarse a la rápida evolución de las amenazas. Los drones, cada vez más accesibles y sofisticados, se han convertido en un peligro real para los buques de guerra, tanto por su capacidad de ataque directo como por su potencial para realizar misiones de reconocimiento y espionaje.

Además, la amenaza de ataques aéreos convencionales y de misiles sigue siendo una preocupación constante para las armadas. En este contexto, la Marina francesa ha optado por una combinación de sistemas de armas y tecnologías de vanguardia para proteger sus buques:

  • Misiles MISTRAL: precisión y agilidad contra amenazas aéreas

    El misil MISTRAL, desarrollado por MBDA, es un sistema de defensa antiaérea de muy corto alcance, diseñado para ser efectivo contra una amplia gama de amenazas aéreas, incluyendo aviones, helicópteros, misiles de crucero y drones. Algunas de sus características técnicas más destacadas son:

    • Alcance: El MISTRAL tiene un alcance efectivo de hasta 6 kilómetros, lo que le permite interceptar amenazas a una distancia considerable del buque.
    • Velocidad: El misil alcanza velocidades superiores a Mach 2.5, lo que le da una gran capacidad de intercepción incluso contra objetivos de alta velocidad.
    • Sistema de guía: El MISTRAL utiliza un sistema de guía infrarrojo pasivo, lo que significa que el misil se dirige hacia la fuente de calor emitida por el objetivo. Este sistema de guía es altamente preciso y resistente a las contramedidas electrónicas.
    • Cabeza de guerra: El misil está equipado con una cabeza de guerra de alto explosivo que le permite destruir o dañar gravemente el objetivo.
    • Sistema de lanzamiento SIMBAD RC: El sistema SIMBAD RC (Systeme d'armes de lutte anti-aérienne de courte portée - Remotely Controlled) es un lanzador naval operado a distancia que permite el despliegue de misiles MISTRAL desde buques de guerra. El sistema es compacto y fácil de integrar en diferentes plataformas navales.

    Artillería antiaérea de 40 mm: una capa adicional de protección

    La artillería antiaérea de 40 mm es un sistema de armas versátil que puede ser utilizado tanto contra amenazas aéreas como de superficie. La Marina francesa ha optado por el desarrollo de una nueva munición para sus sistemas de artillería de 40 mm, desarrollada por KNDS France y Thales LAS, lo que mejorará significativamente su eficacia. Algunas de las características técnicas de esta artillería son:

    • Calibre: 40 mm, un calibre potente que permite infligir daños considerables a una amplia gama de objetivos.
    • Cadencia de tiro: La artillería de 40 mm tiene una alta cadencia de tiro, lo que le permite disparar un gran número de proyectiles en un corto período de tiempo, proporcionando una defensa efectiva contra ataques masivos.
    • Precisión: Los modernos sistemas de artillería de 40 mm cuentan con sistemas de control de tiro avanzados que les permiten alcanzar objetivos con gran precisión, incluso a larga distancia.
    • Versatilidad: Además de su capacidad antiaérea, la artillería de 40 mm también puede ser utilizada contra objetivos de superficie, como embarcaciones ligeras o vehículos terrestres.

    Sistema SAMP-T NG: defensa de largo alcance contra amenazas de alta cota

    El sistema SAMP-T NG (Sol-Air Moyenne Portée Nouvelle Génération) es un sistema de defensa aérea de medio alcance desarrollado conjuntamente por Francia e Italia, y producido por EUROSAM, una empresa conjunta de MBDA y Thales. Este sistema está diseñado para proteger contra una amplia gama de amenazas aéreas, incluyendo misiles balísticos, aviones de combate y drones. Algunas de sus características técnicas más relevantes son:

    • Alcance: El SAMP-T NG tiene un alcance de hasta 150 kilómetros, lo que le permite interceptar amenazas a gran distancia del territorio o de los buques protegidos.
    • Misil Aster: El sistema utiliza el misil Aster, un misil de alta tecnología con capacidad de intercepción a gran velocidad y maniobrabilidad. El Aster está disponible en dos versiones: Aster 30 para defensa contra aviones y misiles balísticos, y Aster 15 para defensa contra misiles antibuque y otras amenazas de menor tamaño.
    • Sistema de guía: El Aster utiliza un sistema de guía que combina un radar de seguimiento y un buscador de infrarrojos, lo que le permite alcanzar objetivos con gran precisión, incluso en condiciones de guerra electrónica.
    • Radar multifunción: El SAMP-T NG utiliza un radar multifunción Arabel que puede detectar y seguir múltiples objetivos simultáneamente, proporcionando una alerta temprana y una capacidad de respuesta rápida.

    Una defensa multicapa integrada

    La combinación de misiles MISTRAL, artillería de 40 mm y el sistema SAMP-T NG permite a la Marina francesa crear una defensa multicapa integrada que puede hacer frente a una amplia gama de amenazas. Los misiles MISTRAL proporcionan una defensa de corto alcance contra objetivos que se acercan al buque, mientras que la artillería de 40 mm ofrece una capa adicional de protección contra amenazas aéreas y de superficie. El sistema SAMP-T NG, por su parte, proporciona una defensa de largo alcance contra amenazas de alta cota, como misiles balísticos o aviones de combate.

    Esta combinación de sistemas de armas y tecnologías permite a la Marina francesa proteger sus buques de guerra de manera efectiva contra las amenazas modernas, garantizando su seguridad y libertad de acción en un entorno operativo cada vez más complejo y peligroso.

    Es importante destacar que la elección de estos sistemas de armas y tecnologías no es casual. Responde a una evaluación exhaustiva de las amenazas actuales y futuras, y se basa en la necesidad de contar con una defensa robusta y versátil que pueda adaptarse a diferentes escenarios y situaciones de combate. La Marina francesa, al igual que otras armadas modernas, reconoce la importancia de la inversión en defensa aérea y antidrones para garantizar la seguridad de sus buques y la eficacia de sus misiones.

Una estrategia integral

Con estas adquisiciones y desarrollos, Francia está construyendo una gama completa, moderna y de alto rendimiento de capacidades de defensa de superficie contra amenazas aéreas y de drones. La combinación de misiles, artillería y sistemas antidrones permitirá a la Marina francesa afrontar todo el espectro de amenazas de forma coordinada, desde ataques de pequeña escala con drones hasta ataques aéreos convencionales y misiles balísticos.

Esta estrategia integral de defensa aérea y antidrones es esencial para garantizar la seguridad y la libertad de acción de los buques de guerra franceses en un entorno operativo cada vez más complejo y peligroso.

Situación de la Armada española

Las decisiones tomadas por la Marina francesa resuenan con fuerza en España, donde la Armada también se enfrenta a la creciente necesidad de proteger sus buques de guerra de amenazas similares. La noticia aparecida el año pasado sobre la declaración desierta de un contrato para la adquisición de un sistema avanzado de defensa antimisil (ASMD) para los buques de la Armada española pone de manifiesto la urgencia de esta necesidad.

La Armada española, al igual que la francesa, opera en un entorno marítimo donde las amenazas son cada vez más diversas y sofisticadas. Los drones, los misiles antibuque y los ataques aéreos convencionales representan un peligro real para los buques de guerra españoles, y la falta de una defensa adecuada podría poner en riesgo la seguridad de las misiones y la integridad de las tripulaciones.

Actualmente, los buques de la Armada carecen de sistemas específicos para contrarrestar misiles de muy baja cota que logren superar las defensas de largo alcance y de zona. Esta carencia se agrava en escenarios operativos como la misión Atalanta en el Cuerno de África, donde los riesgos van en aumento.

En este contexto, las fragatas F-80, como la Santa María, han incorporado sistemas temporales de autodefensa. Entre ellos destacan:

  • Sistema antidrón de Indra: Diseñado para detectar y neutralizar amenazas aéreas.
  • Estaciones Guardian 2.0 y Sentinel 30 de Escribano: Equipadas con cañones automáticos y diseñadas para reforzar la autodefensa frente a drones y embarcaciones pequeñas.

Aunque estas soluciones mejoran las capacidades defensivas, no cumplen con los estándares de un sistema de defensa de punto como los CIWS, dejando una brecha significativa en la protección de los buques.

La necesidad de un sistema ASMD eficaz no solo responde a amenazas tradicionales, como misiles de crucero o ataques aéreos, sino también a riesgos emergentes. En regiones como el Mar Rojo, los ataques con drones y misiles por parte de grupos hutíes han incrementado la inestabilidad, mientras que los asaltos piratas en el Cuerno de África han resurgido.

Un sistema de defensa de punto permitiría a los buques de la Armada responder rápidamente a ataques sorpresa, ofreciendo una capa adicional de protección que complementaría las defensas de largo alcance.

La estrategia adoptada por la Marina francesa ofrece valiosas lecciones para la modernización de la Armada española. En primer lugar, destaca la importancia de una estrategia integral que combine diferentes sistemas de armas y tecnologías para hacer frente a todo el espectro de amenazas. En segundo lugar, subraya la necesidad de invertir en tecnologías específicas para la lucha contra drones, una amenaza emergente que requiere soluciones innovadoras.

Además, la colaboración franco-italiana en el desarrollo del sistema SAMP-T NG demuestra la importancia de la cooperación internacional en materia de defensa. España podría considerar la posibilidad de unirse a proyectos similares para acceder a tecnologías avanzadas y compartir costes de desarrollo.

La inversión en sistemas de defensa aérea y antidrones no solo tiene como objetivo proteger a los buques de guerra de ataques directos. También juega un papel importante en la disuasión. Una armada bien protegida disuade a potenciales agresores de llevar a cabo ataques, ya que aumenta el riesgo de sufrir daños y reduce las posibilidades de éxito.

En este sentido, la modernización de la defensa aérea y antidrones de la Armada española es esencial para garantizar la seguridad de sus buques y proyectar una imagen de fuerza y determinación en el escenario internacional.

Un camino ineludible hacia la modernización

La decisión de la Marina francesa de reforzar sus capacidades de combate con nuevos sistemas de defensa aérea y antidrones es un paso lógico y necesario en el contexto actual. La evolución de las amenazas y la creciente importancia de la protección de los buques de guerra hacen que la modernización de la defensa sea un camino ineludible para todas las armadas, incluyendo la española.

Las lecciones aprendidas de la experiencia francesa, la necesidad de una estrategia integral y la importancia de la cooperación internacional deberían servir de guía para la Armada española en su propio proceso de modernización. La seguridad de sus buques, la eficacia de sus misiones y la disuasión de potenciales agresores dependen de ello.