Aviación

Ya, ni siquiera nos queda Portugal: el país vecino confirma que también comprará cazas de quinta generación F-35 y España se queda sola

El líder de la Fuerza Aérea Portuguesa, el general João Cartasho Alves, explica que ya comenzado la transición del F-16 actual al caza furtivo estadounidense

Un caza F-35
Un caza F-35 de Lockheed MartinLockheed Martin

España se queda sola en Europa y puede convertirse en el único país occidental, excepción hecha de Francia, que mantieene su apuesta por la producción propia con sus Rafale de Dassault, que no incorpore los cazas estadounidenses de quinta generación F-35 a su flota.

El último país en confirmar su adquisición ha sido nuestro vecino Portugal. Aunque ya lo se había anunciado el pasado mes de noviembre, ahora lo ha confirmado en una entrevista el Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Portuguesa , el general João Cartaxo Alves, en el periódico luso Diario de Noticias. Según sus palabras, la transición al F-35 es crucial para el país. "Es algo que está pasando, pero no se hace en un día. Este proceso ya ha comenzado. Tuvimos un taller aquí con Lockheed y la Fuerza Aérea de EE. UU. para aprender también en qué consiste este salto a la quinta generación", dijo.

Cartaxo añadió que la transición a un nuevo avión de combate durará aproximadamente dos décadas, con un gasto estimado de 5.500 millones de euros asignados a este programa y los primeros aviones serán entregados ya en la siguiente década, para sustituir a los actuales F-16.

Aunque a finales de 2023, el Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea portuguesa ya había declarado que el F-35 era un sustituto adecuado para su flota de F-16, el Gobierno portugués aclaró después que el Ministerio de Defensa portugués no tenía planes de adquirir dicho avión. Tampoco hubo referencia alguna a una posible adquisición del F-35 en la propuesta de Ley de Programación Militar (LPM) de Portugal aprobada en marzo de 2023, que establecía importantes adquisiciones de defensa a largo plazo por un valor de 5.500 millones de euros, el mismo presupuesto asignado sólo al F-35 según las palabras del propio Cartaxo Alves, priorizando otras adquisiciones como el KC-390 , un nuevo avión de apoyo aéreo cercano.

Según Cartaxo Alves, la compra de los F-35 tiene como objetivo mantenerse en línea con la mayoría de los aliados europeos que ya comenzaron la transición al F-35, como parte de sus esfuerzos estratégicos. Actualmente la Fuerza Aérea de Portugal tiene 28 F-16, necesario "para cumplir los compromisos que tenemos. Y no podemos renunciar a ellos hasta que hagamos esta transición al F-35", añadió el militar luso.

"En este momento nuestros F-16 son los mismos que tenían Holanda, Dinamarca, Bélgica y Países Bajos. ¿Qué está pasando? Obviamente estamos llegando a un punto en el que llevan 30 años operando en la Fuerza Aérea [...] Tenemos que sustituirlos, porque incluso si se toma esta decisión ahora, el primer avión no llegará hasta dentro de siete años. Volarán durante 40 años. Por supuesto, podemos decir que tenemos las condiciones y estamos en condiciones de participar también en este esfuerzo, si fuera necesario", explica el general.

Actualmente, Reino Unido, Alemania, Italia, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Países Bajos, Noruega, Polonia, Grecia, Suiza, República Checa y hasta Rumania, el segundo país más pobre de la UE, ya tienen F-35 o han anunciado su intención de adquirirlos. La avalancha de compras del caza de Lockheed Martin hace pensar a los fabricantes que para el año 2034 habrá más de 600 unidades del F-35 operando en Europa y de esos 600, solo habrá unos 50 que sean estadounidenses.

En mayo de 2018, las Fuerzas de Defensa de Israel se convirtieron en el primer país en enviar el F-35 al combate, realizando dos ataques aéreos con un F-35A en Oriente Medio. En septiembre de ese año, el Cuerpo de Marines de los EEUU envió los primeros F-35B a la guerra con ataques a objetivos terrestres en Afganistán. en 2019, la Fuerza Aérea norteamericana usó F-35A para ataques aéreos en Irak.

El año pasado se conocía también que el Consejo Supremo de Defensa rumano (CSAT) había confirmado la intención de compra de F-35, días después de que se conociese la solicitud de compras militares que realizó el Ministerio de Defensa Nacional por un importe total de 10.000 millones de euros.

El país es uno de los cinco que EEUU identificó en un informe oficial de 2019 como compradores potenciales de F-35. De los demás (Singapur, Grecia, Polonia y España), únicamente España aún no ha anunciado planes para adquirir estos aviones, si bien se espera que lo acabe haciendo, principalmente para contar con unidades de la versión F-35B, únicos actuales capaces de operar en el buque español Juan Carlos I.

Singapur anunció el año pasado que completará la flota de una docena de aviones de combate de quinta generación F-35B en la que lleva tres años trabajando, desde que en enero de 2020 el Departamento de Estado de Estados Unidos autorizó la operación, estimada entonces en 2750 millones de dólares, para hacerse con estos aparatos. Se trata de la misma variante (la B), y el número mínimo, que la Armada española quiere para sustituir a los AV-8B con los que actualmente opera desde el buque Juan Carlos I.

Grecia confirmó su entrada en este grupo cuando en julio del pasado año, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, reveló la “intención de adquirir un escuadrón de F-35 con la posible opción de un segundo”, al tiempo que Atenas envió una carta de solicitud (LoR, como es conocido esta fórmula por sus siglas en inglés) en la que concreta la solicitud de una veintena de estos cazas para completar ese primer escuadrón.

Polonia fue el primero de los cinco países citados por el Pentágono hace ahora cuatro años como compradores potenciales del modelo que confirmó su adquisición. A principios de 2020, EEUU aceptó la venta al país de 32 F-35 por 4.600 millones de euros.

Más allá de este grupo de cinco compradores previstos, del que España se ha quedado ahora como el único de ellos que aún no ha confirmado su intención de compra, en los últimos meses se han sumado nuevos clientes del F-35.

Alemania y Canadá lo compran tras rechazarlo

Alemania, que llegó a oponerse ferozmente a que ni tan siquiera se hablase de una posible compra de F-35 (llegó a destituir al jefe de su fuerza aérea por hacerlo) acabó el pasado diciembre aprobando la compra de 35 unidades en un paquete estimado en 10.000 millones de euros.

Chequia confirmó oficialmente el pasado verano el inicio del proceso de compra de 24 F-35, tras la correspondiente autorización del consejo de ministros del país a su ministerio de Defensa.

Finlandia formalizó a principios del año pasado la compra de 64 unidades del F-35 para sustituir su anticuada flota de F-18 Hornet.

Suiza decidió en 2021 la adquisición de 36 F-35A por algo más de 5.000 millones de francos (más de 5.100 millones de euros al cambio actual)

Canadá también ha pasado a negociar con Lockheed Martin la compra de 88 unidades del caza de quinta generación que hasta hace unos meses rechazaba adquirir, en un caso similar al de Alemania. También lo tienen, además de Estados Unidos, como líder absoluto, Reino Unido, Italia, Australia, Dinamarca, Países Bajos y Noruega, después de que Turquía quedase fuera en 2019.

Fijando la mirada en Europa, tenemos, por tanto, que ya hay una docena de países del viejo continente que disponen del F-35 o lo están adquiriendo. El próximo también podría ser Austria, después de que hace unos meses trascendiera que su Ministerio de Defensa había estado recopilando información para evaluar la compra a Lockheed Martin. Viena lleva un lustro debatiéndose sobre qué hacer con su actual flota de aviones de combate Eurofighter, de fabricación europea, y cuya compra, encargada en 2003, se llegó a plantear rescindir por no ver claras las circunstancias de su compra, si bien entre sus posibles planes también se incluye la modernización de los Eurofighter.