Adiós al "Infanta Cristina"

¿Tiene relevo la Armada para sustituir a los patrulleros de altura dados de baja? No inmediatamente: estos son los planes

Ayer finalizaba su trayectoria el "Infanta Cristina" y justo hace un año ocurría lo mismo con el "Infanta Elena". El pasado año el Gobierno encargaba dos nuevos Buques de Acción Marítima, pero aún tardarán en llegar.

La última dotación del patrullero en formación en tierra
La última dotación del patrullero en formación en tierraArmada

Ayer, el patrullero de altura (PA) “Infanta Cristina” finalizaba su trayectoria en la Armada tras 43 años de servicio. El acto de despedida, se desarrolló en el muelle Juan de Borbón (Cartagena), el cual fue presidido por el Almirante Jefe del Arsenal de Cartagena (ALARCART), Alejandro Cuerda Lorenzo.

Son más de 630.000 millas, 87 puertos diferentes, entre nacionales y extranjeros, y un total de 29 Comandantes los datos que el buque ha logrado a lo largo de su prestación a la Armada. Se trata de la cuarta de las corbetas de la calse Descubierta que ha tenido la Armada.

En sus inicios actuó como corbeta, donde participó en innumerables ejercicios nacionales y varias ocasiones en el Crucero de Instrucción de fin de curso de los caballeros Guardiamarinas. De la misma forma se integró en agrupaciones internaciones de la OTAN, interviniendo activamente en la Guerra del Golfo, como parte de la Fuerza Multinacional de Intercepción del Mar Rojo durante el bloqueo naval impuesto por la ONU. Además, participó en las operaciones de embargo que tuvieron lugar en el Adriático durante el conflicto de la antigua Yugoslavia.

Entre septiembre de 2004 y junio de 2005 se procedió a su transformación como patrullero de altura, cambiando su numeral a P-77. A partir de este momento ha cooperado en la Operación UNIFIL, ATALANTA, integrado en la EUNAVFOR para luchar contra la piratería en Somalia, y la misión de Seguridad Cooperativa en el Golfo de Guinea en apoyo a la Acción Exterior del Estado.

Respecto a las misiones nacionales, desde la creación en 2013 del Mando Operativo Marítimo, ha realizado 44 de seguridad marítima (MSO), en contribución del control de los espacios de soberanía e interés nacional, mejorando el conocimiento del entorno marítimo gracias a sus más de 550 días de mar. Durante los cometidos, ha colaborado y apoyado activamente a otros organismos públicos como SASEMAR, DAVA o Guardia Civil, en el control del tráfico marítimo, búsqueda y rescate de náufragos, vigilancia de pesca y lucha contra el narcotráfico

Justo hace un año, la Armada también dio de baja al buque gemelo del "Infanta Crtistina", el "Infanta Elena", tras casi 43 años en servicios, con más de 730.000 millas recorridas y 4.200 días de mar.

¿Tienen repuesto en la Armada española estos buques? Pues inmediatamente no. Las misiones de estos buques serán asignadas al resto de patrulleros oceánicos de la Armada. La Flota dispondrá tras su retirada de diez patrulleros oceánicos, seis Buques de Acción Marítima (BAM) y cuatro de la clase Serviola), a los que hay que sumar tres patrulleros clase Anaga (Medas, Tabarca y Tagomago). En este último caso, no obstante, la Armada matiza que tras “sus 42 años de servicio se hace necesario planear su relevo en el corto/medio plazo”.

A los seis BAM habrá que sumar en los próximos años, otros dos cuya construcción fue aprobada el pasado año por el Gobierno, por un total de 550 millones de euros hasta 2027. Precisamente, el principal motivo de esta adquisición es "la antigüedad" de los patrulleros de la clase "Descubierta", que ha llevado a dar de baja el "Infanta Elena" (P-76) y el "Infanta Cristina" (P-77). Sin embargo, hasta que estén listos estos dos nuevos buques, su baja no podrá ser sustituida.

Así que, detallaba el Consejo de Ministros, "para resolver esta situación y recuperar el número de 12 patrulleros de altura requeridos por la Armada, es necesaria la adquisición de dos Buques de Acción Marítima", lo que elevaría hasta ocho las unidades de estos buques en servicio en la Armada. En este caso, pertenecerían a la tercera fase del programa. A todos ellos habría que sumar el futuro Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS), cuya construcción ya está en marcha en en el astillero de Navantia en San Fernando (Cádiz)

En el medio y largo plazo, la Armada señala además que la previsión es sustituir los cuatro patrulleros Serviola (Serviola, Centinela, Vigía y Atalaya) por otras cuatro unidades de la corbeta europea, un programa que forma parte de la Cooperación Estructurada Permanente de la UE (Pesco por sus siglas en inglés). Esta iniciativa, liderada a nivel industrial por Navantia, Fincantieri y Naval Group, tiene como objetivo el desarrollo de una corbeta modular, flexible, interoperable e innovadora con tecnologías de última generación.

Esta corbeta será denominada en España Buque de Protección Marítima y sustituirá a partir de 2030 a los cuatro patrulleros Serviola, según el calendario previsto, y también a los veteranos patrulleros ya mencionados Infanta Elena y el Infanta Cristina. El programa apuesta básicamente por el diseño de un único buque para las cuatro armadas que contará con diferentes versiones o configuraciones de acuerdo con las necesidades de cada país. El punto de partida es una embarcación de 3.500 toneladas de desplazamiento, eslora de 100 metros y cinco metros de calado.

La corbeta desempeñará en líneas generales misiones de vigilancia y seguridad marítima en escenarios de baja intensidad (interdicción marítima, defensa costera, asistencia humanitaria o ante emergencias). En España, la Armada contempla que los BPM puedan además efectuar misiones de escolta limitada de unidades de porte menor, como agrupaciones de cazaminas, mando de grupos de ataque de superficie, así como apoyo al despliegue en tierra de unidades anfibias y de fuerzas de operaciones especiales, según recoge el último número de la revista Red, publicación oficial del Ministerio de Defensa.

La Armada apuesta por volcar en este programa las lecciones aprendidas después de más de una década de operación con los Buques de Acción Marítima (BAM). El primero de la serie, el Meteoro, entró en servicio en 2011. España, al igual que Francia, está interesada en un buque Multiusos de Largo Alcance (LRM, en inglés) con una gran autonomía, hasta 45 días y unas 8.000 millas náuticas, para misiones de larga duración a baja velocidad en zonas muy alejadas de territorio nacional como las operaciones de seguridad marítima en el Golfo de Guinea o de lucha contra la piratería en el Índico.