Memoria Histórica

Denuncia contra Patrimonio Nacional por el «evidente y grave deterioro» del Valle de los Caídos

Abogados Cristianos y ADVC acusan al organismo estatal de «incumplir su deber de conservación»

Pelo desprendido y desperfectos en uno de los Evangelistas de Juan de Ávalos
Pelo desprendido y desperfectos en uno de los Evangelistas de Juan de ÁvalosA. B.LA RAZÓN

El corte de agua a principios de esta semana sin aviso previo y los recientes «apagones» en el suministro eléctrico han sido los últimos episodios del largo historial de deterioro de Cuelgamuros y sus instalaciones que derivó, el pasado 1 de septiembre, en un escrito ante el Consejo de Administración de Patrimonio Nacional, encargado del enclave. Ante la falta de respuesta, la Asociación Española de Abogados Cristianos y la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos (ADVC) han interpuesto un recurso contencioso-administrativo en la Audiencia Nacional por «incumplir su deber de conservación», una función «recogida en la propia Ley de Memoria Democrática» y en la Ley 23/1982 reguladora de Patrimonio Nacional.

Abogados Cristianos denuncia «el completo abandono del Valle» y pide al Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo «que obligue a Patrimonio a reparar todas las goteras, grietas y demás desperfectos existentes tanto en la Basílica, como en la Cruz y en las diversas esculturas». Según advierte, «el estado del conjunto arquitectónico pone en peligro la seguridad de los visitantes».

La asociación insiste en que el Valle sufre «un evidente y grave deterioro, conocido en Patrimonio Nacional y al que no se pone remedio». Después de tres meses y ante el «silencio administrativo» a la petición para que se procediera a la «urgente reparación, adecuación, reforma y rehabilitación» del complejo, ha acudido a la Audiencia Nacional.

En el escrito previo a Patrimonio, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, Abogados Cristianos subraya que le parece «del todo inaceptable que un bien público de tanto valor, cuya conservación y cuidado está encargado al Consejo de Administración de Patrimonio Nacional, esté en un estado de semejante deterioro».

En apoyo de su denuncia, la asociación aporta fotografías e informes en los que «se acreditan infinidad de daños y desperfectos», además con «fecha realmente antigua, por lo que los daños han aumentado y se han agravado enormemente».

trozos de esculturas de Juan de Ávalos en el suelo.Al lado el rudimentario método empleado para recoger el agua de las humedades de la Basílica.
trozos de esculturas de Juan de Ávalos en el suelo.Al lado el rudimentario método empleado para recoger el agua de las humedades de la Basílica.La Razón

Asimismo se adjuntan las apreciaciones del arquitecto Juan de Ávalos Carballo, hijo del principal autor del conjunto escultórico de Cuelgamuros, que llega a unas conclusiones que tanto Abogados Cristianos como la ADVC, tradicional abanderada en el empeño por el Valle de los Caídos, hacen suyas. Así, de los «datos y observaciones» se desprende que «el proceso de meteorización de las piedras se ha ido acelerando durante los últimos años sin haberse tomado en general las medidas adecuadas»; un proceso que «no es irreversible, como se demuestra con la adecuada y económica actuación ejemplar efectuada sobre La Piedad» [en el año 2010].

El texto hace hincapié en que «lo que se está deteriorando son obras de arte del patrimonio histórico, cultural y artístico de España reconocidas mundialmente», por las cuales el autor [Juan de Ávalos] ha recibido honores de nueve Academias de Bellas Artes nacionales e internacionales».

Todo ello bajo la reflexión de que «una correcta gestión, administración, y explotación permitiría obtener los fondos necesarios» para la «conservación y mantenimiento». Y con una mención en línea con la petición de la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de un conjunto monumental que «está recogido por el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial dentro del catálogo de Bienes Protegidos, otorgándole un grado de protección integral». Problemas en general que se achacan a «sucesivas faltas de voluntad política» por «complejos» que «en otros países de nuestro entorno se han obviado, primando los criterios culturales, artísticos e históricos».

Por su parte, la ADVC –que considera «absolutamente intolerable el estado de todo el recinto»–, ya interpuso un recurso «por el deterioro de las esculturas, y Patrimonio solo ha ido haciendo un lavado de cara cuando ha visto que este asunto llegaba a los tribunales». Según fuentes de la entidad, «está fuera de lugar y es inconcebible que el Valle se encuentre en estas condiciones». «En su día», recuerdan, «tenía abiertos restaurantes, una cafetería, un funicular, la base de la Cruz,... Y ahora lo tienen bajo mínimos».

«Impotencia» entre los padres de los escolanos por «las maniobras de presión del Gobierno»

Al margen, desde Abogados Cristianos estudian «iniciar nuevas acciones judiciales por el corte de agua realizado esta semana tanto en la Abadía como en la Escolanía y la Hospedería», un percance que tuvo día y medio en vilo a sus ocupantes y que motivó que muchos padres se llevaran a los escolanos en tanto no había una solución. Alguno que prefiere el anonimato se queja a este diario, al considerar que la desidia hacia Cuelgamuros se debe a causas políticas, conocida la intención de «resignificar» el recinto y trasladar de allí a los monjes benedictinos: «Sentimos impotencia de ver a nuestros niños sufrir las consecuencias de estas maniobras de presión del Gobierno. Es una vergüenza y da mucha rabia porque no podemos hacer nada».

Polonia Castellanos, presidente de Abogados Cristianos, asegura que el «abandono no es casual. El Gobierno busca el deterioro del Valle para poder así acabar con él alegando riesgo de derrumbe».