
Elecciones en Castilla y León
El PP denuncia una «pinza» entre el PSOE y Vox contra Mañueco
Comparecencia y querella. El partido de Santiago Abascal en Castilla y León conforma una entente con la izquierda para perjudicar al Gobierno del barón popular

El pasado mes de mayo se produjo en España una imagen insólita. Tuvo lugar en las Cortes de Castilla y León. Aparecían sentados, codo con codo, el procurador autonómico y portavoz nacional de Podemos, Pablo Fernández, y su colega de Vox, Miguel Suárez. La instantánea la captó EFE. No era una mera coincidencia. Los dos miraban el mismo ordenador y el dirigente del partido verde señalaba con su dedo la pantalla. En aquel momento, ambos negociaban un acuerdo para cambiar la ley de Publicidad Institucional de Castilla y León, que salió adelante por un acuerdo transversal en el que también participó el PSOE. Un duro golpe para el gobierno autonómico, que veía cómo su antiguo socio pactaba con la izquierda para ponerle la zancadilla.
Lo cierto es que no se trató de un hecho aislado. Ni mucho menos. Este viernes, Alfonso Fernández tendrá que comparecer ante la cámara autonómica para dar cuenta de la gestión de los incendios que han calcinado cientos de miles de hectáreas en su región como consecuencia de la alianza entre la izquierda y Vox, que han forzado una declaración urgente que tiene por objetivo principal erosionar su figura pública e imputarle la responsabilidad en la gestión de la catástrofe. Una maniobra que no es baladí si se tiene en cuenta el calendario electoral: apenas quedan seis meses para la cita con las urnas.
Según aseguran en el entorno del barón popular, su intención era ofrecer explicaciones por la catástrofe medioambiental más adelante, básicamente porque todavía no se han extinguido del todo algunos fuegos y falta por determinar, entre otras cosas, un balance preliminar de todos los daños. Pero «la pinza» entre el PSOE y Vox ha frustrado sus planes y tendrá que dar la cara mañana.
Desde el PP, tanto a nivel regional como a nivel nacional, no pasa desapercibido el comportamiento del partido de Santiago Abascal.
Fuentes de Génova denuncian que «ha optado por ir de la mano del PSOE en busca de su propio beneficio electoral». Aunque recuerdan aquellas palabras que antaño pronunció Santiago Abascal para evidenciar la contradicción de sus hechos: «Decía que ni aunque el PSOE llevara al Congreso un decreto para poner banderas nacionales en las rotondas lo apoyaría. Pues eso».
El cambio de Vox se produce, como es lógico, a partir de la salida del gobierno autonómico, ordenada desde Madrid por un reparto de menores migrantes que ya estaba previsto y que sirvió de coartada para dar una espantada sonora. En el último año, sus trece procuradores en Castilla y León han pasado de respaldar todas las iniciativas de la Junta a oponerse a la mayoría de ellas. La coincidencia con la izquierda cada vez es más habitual, ya que en una de cada cuatro votaciones se alinean para torpedear a Mañueco.
La estrategia no es simétrica en todos los territorios. En la Región de Murcia, la Comunidad Valenciana o Baleares, Vox ha optado por una actitud más colaborativa, hasta el punto de que ha dado su sí a los presupuestos regionales. Cosa que no hizo en Castilla y León, donde la pinza va más allá de una coincidencia con la izquierda en las votaciones. Así lo denuncian fuentes populares: «Están todo el día negociando».
Para muestra, la citada ley de Publicidad Institucional. Durante el debate de la misma en el Pleno, el procurador de Vox agradeció al PSOE su «ánimo constructivo para negociar». Una sintonía que contrasta, y mucho, con los ataques cruzados que se lanzan mañana, tarde y noche tanto en las Cortes castellanoleonesas como en el resto de parlamentos de nuestro país. En el propio Congreso de los Diputados, Abascal ha llegado a llamar a Pedro Sánchez «indecente y corrupto» y la relación con el grupo socialista es inexistente.
Pero en Valladolid –donde se sitúan las Cortes autonómicas– no sucede igual. La alianza inusitada con la izquierda ha complicado, y mucho, la recta final de la legislatura a Mañueco. De ahí que su única aspiración para las próximas elecciones sea cosechar una «mayoría suficiente» que le permita sumar con los partidos locales. El cronómetro está en marcha.
Ante la reciente catástrofe medioambiental, el Gobierno y el PSOE nacional, antes incluso que el de Castilla y León, han ido a degüello contra Mañueco. Vox ha disparado en las dos direcciones, contra el Ejecutivo central y contra el autonómico. Este lunes, anunció que presentaría una querella por la vía penal contra las dos administraciones por su papel en la prevención y extinción de las llamas. Una maniobra llamativa, si se tiene en cuenta que las últimas cuentas autonómicas las diseñó un gabinete vicepresidido por Vox, que dirigía, entre otras, la consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.
Todavía no hay ningún sondeo que refleje si los incendios han tenido algún impacto en Castilla y León, en términos electorales. Los últimos datos que maneja el PP, que datan de primeros del verano, acercan a Mañueco a la mayoría absoluta y reflejan una caída de Vox, que perdería cinco diputados con respecto a las últimas autonómicas. Es decir, que su estrategia de entenderse con la izquierda en contra del gobierno al que perteneció, no parecía estar dándole resultado. Está por ver si se produce un cambio de tendencia.
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