Inmigración

Deportados 21 saharauis que pidieron asilo en Barajas

Entre ellos figuran siete mujeres, un niño de un año y una niña de año y medio

Un grupo de 45 solicitantes de asilo procedentes de Grecia, trece de los cuales serán acogidos en Madrid, a su llegada hoy al aeropuerto de Madrid-Barajas
Imagen de archivo de un grupo de solicitantes de asilo.larazon

El Ministerio del Interior ha deportado a otros 21 ciudadanos saharauis que habían solicitado protección internacional en el aeropuerto de Barajas y vieron denegada su petición, entre ellos siete mujeres, un niño de un año y una niña de año y medio, según han informado a Efe fuentes jurídicas.

Quedan en las salas de asilo del aeropuerto al menos cuatro saharauis, de los cuales tres tienen previsto su retorno el jueves próximo, y uno está pendiente de su comparecencia ante el juez este lunes porque ha recurrido la denegación de su solicitud de protección.

El grupo de 21 solicitantes de asilo fueron trasladados a Marrakech este domingo en un vuelo comercial operado por Air Europa a las 23:50 horas.

Entre ellos están dos mujeres y un menor sobre los que el Defensor del Pueblo se pronunció el viernes pasado en una carta en la que sugirió que se autorizase su entrada al territorio para que pudiesen completar su solicitud de reconocimiento del estatuto de apátrida, han informado a Efe fuentes de CEAR, que ha asistido legalmente a estos solicitantes.

También otros dos activistas que habían intentado paralizar de urgencia su retorno por la vía judicial, pero un juzgado de Madrid rechazó las medidas cautelarísimas solicitadas este fin de semana al considerar que no se habían aportado indicios suficientes de la situación de persecución que denunciaban en Marruecos. Además, fue devuelta en el grupo de anoche Rachida Amaador, de 32 años, según confirmó su abogada María Vieyra a Efe.

Rachida relató que había sido detenida y torturada por las autoridades marroquíes después de haber protestado por no poder visitar en la cárcel a su sobrino, Husein Bachir Amadour, un activista que llegó a España en patera en 2019 y fue devuelto a Marruecos, donde ahora cumple doce años de prisión por el homicidio de un joven durante unos enfrentamientos entre facciones estudiantiles.