Defensa

Descubren documentos inéditos que confirman la historia de la primera mujer soldado en España

Varios manuscritos que prueban la hazaña de Ana María de Soto han sido recuperados

Retrato de la primera mujer infante de marina, María Antonia Soto.
Retrato de la primera mujer infante de marina, Ana María de Soto. Emad

Durante años, su historia parecía más leyenda que certeza. Ana María de Soto, nacida en 1775 en Aguilar de la Frontera (Córdoba),fue la primera mujer reconocida oficialmente como miembro de la Infantería de Marina española.Ahora, más de dos siglos después, varios documentos que prueban su hazaña han sido recuperados, tras haberse creído perdidos en un incendio.

El hallazgo ha sido posible gracias al trabajo colaborativo entre el Archivo Histórico de la Armada (AHA), la Oficina de Conservación Histórica de la Infantería de Marina (OCHIM) y la Sala Histórica del Quartel de Batallones de San Fernando. Su labor conjunta ha permitido localizar una serie de expedientes militares que se daban por desaparecidos tras el incendio del Archivo de Marina de San Fernando en 1976.

Otro de los documentos que servía de pasaporte a María Antonia Souto.
Otro de los documentos que servía de pasaporte a María Antonia Souto.Emad

Entre la documentación recuperada, destacan algunos documentos clave:

  • La Real Orden que concedía a Ana María de Soto el grado de sargento primero,

  • Su pasaporte militar,

  • El expediente de traslado de pago a su ciudad natal, Montilla,

  • Y una solicitud firmada por ella misma, en la que pedía dicho ascenso para poder ayudar a sus padres, ya ancianos.

Aunque Ana María de Soto ya era una figura conocida en los círculos de historia militar, este hallazgo aporta pruebas documentales directas y originales que refuerzan su biografía y su reconocimiento oficial.

Manuscrito que verifica que Ana María de Soto fue la primera mujer prestando servicio como infante de marina.
Manuscrito que verifica que Ana María de Soto fue la primera mujer prestando servicio como infante de marina.Emad

Disfrazada para combatir

Ana María se alistó en los Batallones de Marina en Cádiz en 1793, haciéndose pasar por un hombre bajo el nombre de “Antonio de Soto”. Durante más de cinco años, sirvió en distintas campañas militares sin ser descubierta. Participó en misiones navales en el Mediterráneo y en la defensa de Rosas frente a las tropas francesas.

Su identidad fue revelada por razones no del todo claras, pero lejos de castigarla, Carlos IV reconoció su mérito, le permitió vestir el uniforme de su unidad y le asignó una pensión diaria.

Documento que atestigua que era la primera mujer de la infantería de marina.
Documento que atestigua que era la primera mujer de la infantería de marina.Emad

Más que un hallazgo: memoria y reconocimiento

Los documentos hallados no solo permiten confirmar datos históricos, sino que ponen en valor el papel pionero de Ana María de Soto como símbolo de valentía, vocación y ruptura de las barreras impuestas por su época. También demuestran el valor del trabajo de conservación documental y de la investigación archivística.

“La historia de Ana María ya no es solo un relato recogido por cronistas. Ahora es una realidad respaldada por documentos originales que certifican su servicio y reconocimiento oficial”, han señalado fuentes del Archivo Histórico de la Armada.

Este descubrimiento refuerza la importancia de seguir invirtiendo en la digitalización, localización y estudio del patrimonio documental, que aún puede deparar sorpresas escondidas entre legajos olvidados.