Crisis del PSOE
Y Díaz habló en el turno del secretario general
Page, Puig y Lambán optan por el silencio aunque votaron abstención
La presidenta andaluza, Susana Díaz, no duda de que los siete diputados del PSC se abstendrán en la investidura de Rajoy.
Un gesto casi premonitorio. Susana Díaz no realizó ayer la primera intervención del Comité Federal, como acostumbra, sino que se reservó para el cierre del debate. Este turno de palabra es el que tradicionalmente corresponde al secretario general, que toma la palabra en último lugar para responder a todos los compañeros que se han dirigido al plenario. Una vez hubo intervenido la presidenta de la Junta de Andalucía se produjo la votación que acordó la abstención del PSOE en la investidura de Mariano Rajoy. Díaz apostó por esta fórmula cuando por llamamiento tuvo que emitir su voto, pero evitó pronunciar la palabra maldita durante su discurso a puerta cerrada. En el mismo, según ha podido saber LA RAZÓN, la presidenta definió la decisión del PSOE como «mala o peor» y reconoció que «estamos en esta situación por nuestros propios errores». Díaz tuvo un recuerdo para los ex presidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán y reivindicó que el socialismo andaluz lo ha «dado todo para que el PSOE gane». En su opinión, evitar la celebración de terceras elecciones supone eludir el reforzamiento del PP y apeló a la responsabilidad del PSOE para «no militar en una Izquierda Unida grande». Tras esto, la presidenta andaluza hizo un llamamiento a la unidad interna, «asumiendo que el partido va bien cuando lo hacemos todo juntos».
Díaz y Guillermo Fernández Vara fueron los únicos dirigentes territoriales partidarios de la abstención que tomaron la palabra. El presidente extremeño fue, sin embargo, mucho más vehemente y expeditivo a la hora de defender esta posición. Vara argumentó su posición en la necesidad de favorecer cuanto antes la gobernabilidad y señaló que el PSOE tiene que llevar a cabo una postura a largo plazo y pensar antes en el futuro de España que en el del partido. Esta alusión se refería directamente a la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, que previamente llamó a salvar el PSOE para salvar España.
Quienes decidieron mantener su ambigüedad en el debate, aunque luego optaron por la abstención en la votación, fueron los presidentes autonómicos cuyos gobiernos dependen de Podemos. El castellanomanchego, Emiliano García-Page; el valenciano, Ximo Puig, y el aragonés, Javier Lambán, prefirieron emitir su opinión a través de personas interpuestas para no perjudicar sus alianzas de gobierno. Por Castilla-La Mancha intervino José María Barreda, por la Comunidad Valenciana Ciprià Císcar y por Aragón Víctor Morlán. En una conversación informal con periodistas, el propio Ximo Puig defendió la necesidad de mantener el silencio, que tanto malestar ha causado a Javier Fernández, pues entiende que «nosotros –por los barones– no tenemos que pilotar esto». Puig reconoció que su federación es plural y señaló que él optaría por la opción mayoritaria, después de apuntar que un 68% de los socialistas valencianos quieren evitar las elecciones.
Por su parte, el diputado por Madrid y rival de Sánchez en las primarias, Eduardo Madina, defendió la abstención y reivindicó que «no es ningún hereje» por hacerlo. Madina recalcó que no hay un choque entre «la ética de la convicción y la de la responsabilidad» y subrayó que «el sistema institucional no está a disposición de la conciencia de cada cual», sino de «una lectura de los resultados», unos resultados que «nos han colocado en la oposición», zanjó.
Blanco, presidente de la mesa
José Blanco ha vuelto a recuperar protagonismo dentro del PSOE y ayer fue designado como presidente de la Mesa del Comité Federal, la encargada de ordenar el debate en el máximo órgano entre congresos. Blanco ejerció con «mano firme» para unos y con «tono autoritario» para otros su primer día en el cargo, y gracias a ello se redujeron los tiempos de intervención y el debate sólo duró siete horas. Carmen Madrid y Mariola López le acompañarán en la Mesa.
Hernando, un padrino de boda ausente
El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Antonio Hernando, que será el encargado de defender la abstención a Mariano Rajoy en el debate de investidura, tuvo que ausentarse ayer de la votación para la aprobación de esta postura en el Comité Federal. Según fuentes de su entorno, el portavoz era el padrino en la boda de su hermana y sólo asistió al cónclave hasta las 12:30. Si hubiera podido votar, lo hubiera hecho en favor de la abstención.
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