Previsión

Díaz y su prueba de fuego: asentar Sumar en 2024

Toda la izquierda alternativa al PSOE se reorganizará en los próximos meses para ponerse a punto ante el ciclo electoral

-La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, durante la presentación de Sumar Galicia, formación con la que pretende presentarse a las elecciones autonómicas gallegas.
-La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, durante la presentación de Sumar Galicia, formación con la que pretende presentarse a las elecciones autonómicas gallegas.Cabalar EFE

El 2024 pondrá a prueba a todos los partidos, que ya comienzan a poner a punto su maquinaria electoral para enfrentarse a tres retos electorales. En la izquierda alternativa al PSOE el desafío es doble. Los tres partidos mayoritarios, Sumar, Izquierda Unida y Podemos se enfrentan a procesos orgánicos de diferente índole para reforzar sus organizaciones.

Sumar se enfrenta al trabajo más arduo; el de desplegarse como estructura política y solidificar sus siglas para demostrar que la red de partidos que unió para las elecciones del 23J tendrá recorrido en el futuro. Las elecciones en Galicia y las futuras en el País Vasco pondrán a prueba la consolidación de los planes políticos de la vicepresidenta Yolanda Díaz. En la primera comunidad no ha conseguido la candidatura de unidad deseada y habrá cuatro candidaturas de izquierda frente al PP. En el País Vasco, de momento no hay acuerdo y Sumar sigue negociando con Podemos una lista amplia. Los resultados, en ambos casos, marcarán en buena medida la eficacia del proyecto de unidad que buscó poner en marcha la líder de Sumar.

En la parte de construcción orgánica, el partido de la vicepresidenta Yolanda Díaz se encuentra ya inmerso de lleno en la tarea. A finales de 2023 nombró a un «grupo promotor» el cual albergará los mimbres para inaugurar su proceso asambleario. Sumar prevé que sea en el primer trimestre de este año cuando culmine los trabajos políticos y organizativos para que el partido comience a andar y se enfrenta al reto de unir en un mismo compás a las organizaciones políticas pero sin perder de vista a la ciudadanía, a la que Díaz quiere dar un lugar destacado en lo cotidiano. Los encargados de poner en marcha la transición que dé lugar a una nueva Ejecutiva serán Josep Vendrell, exjefe de Gabinete de Díaz, que actuará como secretario de coordinación, junto a Íñigo Errejón y Marta Lois, que serán los coordinadores de la ponencia política. Por su parte, Lander Martínez y Paula Moreno prepararán la ponencia organizativa de la formación.

De los resultados de este proceso político dependerá el éxito que obtenga la vicepresidenta en su proyecto más personal. Desde el principio buscó que Sumar fuese una herramienta ciudadana, un movimiento, alejándose de los vicios de los partidos existentes.

A la vez, Díaz se expone día a día a la oposición de Podemos en el Congreso de los Diputados. Esta misma semana, los morados piensan desafiar a la vicepresidenta, votando en contra, como amenaza, al decreto ley que reforma el subsidio por desempleo. Para los morados supone un «recorte en las futuras pensiones de jubilación de los mayores de 52 años». Sus votos, al igual que los de Junts, son imprescindibles en cada votación en el hemiciclo.

Izquierda Unida, por su parte, se enfrenta a la renovación de su dirección federal tras la salida de Alberto Garzón de la coordinadora. Un proceso que prevé abordarse en los próximos meses. La comisión preparatoria elaborará el calendario, las normas y el reglamento de la XIII Asamblea del partido. Previsiblemente, hoy mismo, el secretario de Organización, encargado de coordinar IU en esta transición dará detalles de los trabajos. La incógnita sobre quién liderará el partido recorre la izquierda. Una de las mejores posicionadas es la ahora ministra de Juventud, Sira Rego. También portavoz de IU.

Podemos se prepara para su rearme político en hasta ocho comunidades a la vez que trabaja para hacer eurodiputada a su número dos, la exministra de Igualdad, Irene Montero. Este es su punto fuerte. Si consiguen un buen resultado en la Unión Europea volverán a exhibir músculo político.

En el plano territorial, el partido busca el control de ocho territorios de la mano de dirigentes de su máxima confianza. Hasta en cuatro comunidades autónomas la formación había tenido que recurrir a gestoras para cubrir las bajas de sus líderes autonómicos, los cuales abandonaron el partido tras el batacazo sufrido en las elecciones autonómicas del 28M y, algunos de ellos, con fuertes críticas hacia la dirección por su guerra abierta con el nuevo partido de Yolanda Díaz. Tras estos comicios dimitieron los líderes de Aragón (Maru Díaz), Baleares (Antònia Jover), Comunidad Valenciana (Pilar Lima) y Canarias (el número tres, César Merino) y también hasta diez miembros de la Ejecutiva de Podemos en Castilla-La Mancha. Mientras que los líderes territoriales de Cataluña, con su líder en el Parlament, Jéssica Albiach, a la cabeza, y Madrid –liderado por el teniente alcalde de Alcorcón Jesús Santos– fueron los últimos en explotar contra el núcleo duro de Podemos.