DANA

La dimisión de Mazón dejaría la Generalitat en manos de Vox

Bastaría con su abstención para que el PSOE recuperase el Gobierno valenciano

El PP tiembla ante la situación en la que se encuentra el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, por su gestión de la DANA, y por el posible efecto dominó del malestar que expresaron en la calle los valencianos el sábado. Hay quien considera incluso que la situación es peor que en el 11M porque aquello fue un atentado que fue gestionado muy mal en el plano de la comunicación en su primer momento, a lo que luego ya se añadió el empecinamiento en negar la verdad. Y aquí lo que hay es una gestión nefasta, además de contradicciones y graves problemas de comunicación. La mala gestión afecta también al Gobierno central, pero la reacción social, capitalizada por la crítica a Mazón, confirma que esta realidad no ha calado tanto aún en la opinión pública. Y la izquierda se mueve bien en estos contextos para agitar la calle.

La protesta social aleja los gestos de apoyo a la Generalitat de otros dirigentes del PP y aumenta la presión sobre la dirección popular respecto a cómo afronta esta crisis que amenaza a la reputación nacional del partido. El futuro de Mazón va ligado al futuro de la Generalitat, que podría quedar en manos del PSOE si él decide dar un paso al lado, bien convocando elecciones o bien activando el artículo 143 del Reglamento de las Cortes valencianas, para que se elija a un sucesor. Vox tendría la llave y solo con su abstención podría hacer caer al candidato popular y propiciar la elección del propuesto por el PSOE valenciano (PSPV-PSOE).

La configuración actual de las Cortes Valencianas es la siguiente: 40 escaños del PP, 31 del PSPV-PSOE, 15 de Compromís y 13 de Vox. Si en la ronda de consultas para una nueva investidura Vox no diese su apoyo al candidato del PP podría darse la circunstancia de que Compromís sí apoyase al candidato del PSPV-PSOE y la presidenta de la Cámara se viese obligada a proponer en primer lugar al candidato socialista ya que éste tendría un apoyo de 46 diputados autonómicos frente a los 40 que tendría el del PP.

Los de Abascal, determinantes

La votación de Vox, en cualquiera de los supuestos, sería determinante ya que bastaría con su abstención para que el candidato socialista, apoyado por Compromís, se alzase con la Presidencia de la Generalitat valenciana al obtener la mayoría necesaria, simple en segunda votación, para lograrlo: 46 votos a favor, 40 en contra y 13 abstenciones. Para que el candidato del PP pudiera ser investido es necesario, y de forma ineludible, el voto a favor de Vox ya que el presumible voto en contra del PSOE y Compromís sumaría más votos que los que tendría exclusivamente el PP. Populares y Vox han roto los gobiernos de coalición en todas las comunidades y las relaciones están en uno de sus momentos más tensos, por lo que es explicable que en Génova desconfíen de lo que puedan hacer los de Abascal.

Así, la posible dimisión o renuncia de Mazón abriría un complicado escenario al PP para mantener el Gobierno. Previo acuerdo del Consell, Mazón también podría decidir la convocatoria de elecciones y, salvo que se hubiese presentado una moción de censura antes de este acuerdo, se celebrarían. El artículo 28.4 del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana dice: «El president de la Generalitat, con el acuerdo previo del Consell, podrá ordenar mediante Decreto la disolución de las Cortes, excepto cuando se encuentre en tramitación una moción de censura que reúna los requisitos exigidos en el Reglamento de Les Corts».

Pero su dimisión también puede provocar que se active el artículo 143 del Reglamento de las Cortes por el cual la presidenta de la Cámara, oída la Junta de Síndics, y previa consulta a los grupos con representación, establecería la fecha de celebración del Pleno de investidura. Los grupos parlamentarios podrán presentar ante la Mesa de las Cortes valencianas las propuestas de candidatos en el plazo de 12 días contados desde la comunicación a las mismas de la vacante producida en la Presidencia de la Generalitat.

La presidenta de la Cámara fijaría entonces la fecha de celebración de ese Pleno entre los tres y los siete días siguientes a la finalización de dicho plazo, proponiendo como candidato o candidata a aquel que en las consultas realizadas haya obtenido mayor apoyo por parte de los grupos políticos. De cara a la votación, rigen los artículos 144.2, 144.3 y 144.5 del anteriormente citado reglamento de la Cámara: «En primera votación será necesario el respaldo al candidato de los votos de la mayoría absoluta de los miembros de la cámara. Si éste no obtuviera la referida mayoría se procederá, cuarenta y ocho horas después, a una nueva votación, en la que será suficiente, para su investidura, el voto favorable de la mayoría simple de los miembros de la cámara», explica el Reglamento.

Para añadir que «si efectuadas las dos votaciones, el candidato o candidata no lograra la confianza para la investidura, la Presidencia de Les Corts Valencianes tramitará sucesivas propuestas en la forma prevista en el artículo anterior, atendiendo al resto de candidatos presentados y dando prioridad a los criterios establecidos en el apartado 2 del artículo anterior. Si, transcurrido el plazo de dos meses a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato o candidata obtuviera la confianza de la Cámara autonómica, la presidenta de la misma, por acuerdo de la Mesa, disolvería para que se convocaran nuevas elecciones». En Vox y en la amenaza de ceder el Gobierno a los socialistas hay otro factor que explica los movimientos que pueda hacer el PP en las próximas semanas.