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Don Juan Carlos tomó la decisión en enero

Carta de abdicación del Rey
Carta de abdicación del Reylarazon

La primera persona a la que informó de su decisión fue al Príncipe de Asturias, con quien siguió los acontecimientos desde el Palacio de la Zarzuela

España añadirá a su legado histórico el 2 de junio de 2014 como el día en que Su Majestad el Rey renunció a la Corona. Mientras todos los ciudadanos asimilaban la noticia a la expectativa de la explicación que el Jefe de Estado ofreció a los españoles a la una de la tarde y se producían las primeras reacciones políticas a nivel mundial, Don Juan Carlos y Don Felipe siguieron los acontecimientos desde dentro de los muros de Zarzuela. Una decisión que padre e hijo compartieron desde principios de año.

El 6 de enero, un día después de su cumpleaños, España vio a un Rey titubeante al pronunciar su discurso por el Día de las Fuerzas Armadas, su primer acto oficial tras la última operación de cadera. No era un momento fácil, Don Juan Carlos barruntaba por aquel entonces su decisión de abdicar.

La primera persona a la que se dirigió el Rey fue a su hijo, el Príncipe de Asturias, para anunciarle su decisión y después al Jefe de la Casa, Rafael Spottorno. El núcleo duro de la Corona se lo comunicó también a anteriores Jefes de la Casa del Rey, como a Alberto Aza, y se decidió comunicárselo al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como al líder de la Oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, en el mes de marzo.

A las 13:00 horas de ayer, el Jefe de Estado emitió por televisión un mensaje insititucional para explicar las razones que le han llevado a abdicar a los españoles. Aunque, en realidad, fue la razón: «Una nueva generación reclama un papel protagonista». Si sus palabras fueron claras, las fotografías de fondo lo fueron aún más: por un lado, el Rey con su padre el conde de Barcelona, y por otro, Don Juan Carlos, Don Felipe, Leonor: el núcleo duro de la Corona en la línea de sucesión. Por su parte, desde Zarzuela informan de que no ha sido la coyuntura económica ni política la que ha provocado la decisión del Monarca de abdicar, ni tampoco el proceso judicial en el que se encuentran inmersos su hija y su yerno por el «caso Nóos».

El Jefe de Estado ha entendido que la sociedad está viviendo unas transformaciones profundas en conceptos y percepción del funcionamiento, tanto del Estado como a nivel global. Básicamente, la era de la Transición, que él protagonizó y en base a la que ha reinado durante 39 años, queda ya muy atrás para una nueva generación «más joven y que viene con nuevas energías», tal y como él remarcó en su mensaje de ayer. En los últimos tiempos, no solamente Don Felipe ha ido asumiendo nuevas competencias y responsabilidades, sino que recientemente la Casa Real ha dado pasos significativos en este sentido de renovación, ya que tal y como informó este periódico la Infanta Leonor, la primogénita de los Príncipes, asumirá una mayor presencia en los actos oficiales. «Felipe encarna la estabilidad», afirmó ayer Don Juan Carlos. Las últimas encuestas son favorables para el aún Príncipe de Asturias, ya que le posicionan como el mejor valorado de la Institución, en sintonía con la Reina. Esta crisis de imagen que lleva sufriendo no sólo la Corona, sino el resto de las instituciones que ha provocado un fuerte desapego de los ciudadanos hacia ellas, ha sido la principal preocupación del Monarca y en la que ha puesto el objetivo de su labor, así como en garantizar la unidad y estabilidad del país con la ofensiva independentista catalana como una de las principales amenazas para el país. Pero estos aspectos no son los que le han llevado a abdicar al Rey, y sí lo que desde hace tiempo la Corona percibe y por lo que ha dado pasos hacia adelante como una política de austeridad para amoldarse a la situación del país, renovar su página web para proporcionar una imagen más cercana y hasta abrir recientemente una cuenta en Twitter.

«Quiero lo mejor para España, a la que he dedicado mi vida entera». Tras una etapa de sucesivas intervenciones quirúrgicas, el Monarca ha cumplido con los plazos de recuperación y con su agenda oficial hasta el último momento, como la reciente gira que ha realizado durante los países del Golfo para que las principales compañías españolas vuelvan con contratos muy jugosos para el país.

Hasta que Don Felipe ostente la Corona como Felipe VI, el Rey seguirá cumpliendo con su deber, ya que la agenda institucional no se suspenderá. Ayer, Don Juan Carlos tuvo que suspender un almuerzo programado en Barcelona, pero no se suspendió la audiencia programada con el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Thomas J. Donohue, ni tampoco la celebración mañana del capítulo de la Real Militar Orden de San Hermenegildo, con motivo del Bicentenario de la Creación de la Orden en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, acto significativo, ya que Don Felipe también estará presente.

El miércoles, los inminentes herederos presidirán la entrega del premio «Príncipe de Viana» de la cultura 2014, pero sin duda el próximo domingo será el día de mayor relevancia, ya que Reyes y Príncipes presidirán el día de las Fuerzas Armadas en el Palacio Real y en el Homenaje a los Caídos que se celebrará en la Plaza de la Lealtad.