Interior
Dorribo quería vender 50 millones en fármacos con el negocio que ofreció a Pujol
Además de fabricar unidosis distribuirían medicamentos desechados en países de África
Los planes de Jorge Dorribo (que con sus declaraciones dio lugar al inicio del «caso Campeón») en el asunto de la instalación de un laboratorio farmacéutico en Andorra no se limitaban a la fabricación de unidosis, sino que pretendía ser un distribuidor de medicamentos de los que se depositan en las farmacias por parte de particulares, siguiendo los consejos de las autoridades sanitarias. En este negocio, según fuentes conocedoras del asunto consultadas por LA RAZÓN, iban a tener una importante participación «los catalanes», la trama al frente de la cual se encuentra supuestamente Oriol Pujol, secretario general de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) e hijo del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol.
Según se publicó en su día, la Fiscalía estudió la posible relación de Oriol en todo este asunto, del que, en caso de confirmarse, se podría deducir un delito de tráfico de influencias. Como publicó ayer este periódico, dos personas de su entorno, Sergi Pastor y Sergi Alsina (que, además, tiene empleada a la esposa de Pujol) parecen el nexo de la trama catalana con la gallega.
Según las declaraciones que Jorge Dorribo prestó en el Juzgado de Instrucción número 3 de Lugo los días 8 de agosto y 13 de octubre de 2011, a las que ha tenido acceso LA RAZÓN, la idea inicial de la «sociedad andorrana era para hacer un laboratorio de comercialización y exportación de producto acabado desde allí, pero luego se amplió el desarrollo para ser también almacenista distribuidor». Para ello, «pretendían obtener una concesión del Ministerio de Sanidad para recoger los medicamentos que se entregan en las farmacias. A nosotros nos interesaba ser esa empresa».
Dorribo explicó en el Juzgado, con todo detalle, el plan, que iba a ofrecer suculentos beneficios: «Azkar (empresa relacionada con José Luis Orozco, el amigo de la infancia del ex ministro José Blanco) los recogería (los medicamentos) y los llevaría a Rábade (Lugo)».
«Una gran parte de los medicamentos», agregó, «no estaría caducada. Ese producto válido se podría vender a otros países y ascendería a 50 millones de euros, mientras que la infraestructura al año sería sólo de un millón. Se trataba de buscar un país con impuestos bajos para que no quedara un gravamen de impuestos tan alto. El margen de beneficio en España se vería gravado por el 35 por 100 mientras que en Andorra no llega al 5 por 100. Luego, queríamos distribuirlo desde Andorra a otros países, sobre todo de África. Todo esto iba a hacerse desde Andorra. La manipulación sería en España para que tuviera trazabilidad desde un país de la Unión Europea y luego se exportaría desde Andorra».
Dorribo precisó que «las naves de Azkar (por una de las cuales ha sido investigado el ex ministro José Blanco) en otras comunidades iban a servir para hacer en ellas lo de las unidosis. En mi maletín, cuando fui detenido, estaban las bases de concurso que sacaron en Coruña para el tema de logística y almacenamiento de las unidosis». Y desveló Dorribo algo importante en este punto: «El Gobierno catalán se sacaba de encima el almacenamiento y logística, y además alguien que preparara las unidosis de los enfermos». El empresario gallego aseguró que «en Andorra había llegado a pagar más de 40.000 euros» pero que, al final, todo el asunto se «frustró a raíz de su detención. Nosotros terminamos el montaje allí y aún les faltan por cobrar cien mil euros». Dorribo reconoció que su interés por el negocio de Andorra derivaba, en gran parte, de la mala situación de su empresa, que, finalmente, fue cerrada y liquidada.
✕
Accede a tu cuenta para comentar