Comunidad de Madrid

Dos protagonistas para el Dos de Mayo

La frialdad entre Santamaría y Cospedal centró las miradas en una jornada de quinielas

Concepción Dancausa, María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y Paloma Adrados, ayer, durante los actos de la Comunidad de Madrid / Gtres
Concepción Dancausa, María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y Paloma Adrados, ayer, durante los actos de la Comunidad de Madrid / Gtreslarazon

La frialdad entre Santamaría y Cospedal centró las miradas en una jornada de quinielas.

La abrupta salida de Cristina Cifuentes de la Comunidad de Madrid multiplicó ayer el interés de la recepción del Dos de Mayo en la capital. Con las quinielas en torno a quién se hará cargo del Gobierno regional y del PP madrileño en boca de todos y en un clima marcado por el vuelco que dibujan las encuestas, la Puerta del Sol se transformó en un gran escenario preelectoral.

La proximidad de las autonómicas y municipales de 2019 obligará a los partidos a tomar decisiones en el corto plazo. Y en este contexto, con la resaca del «caso Cifuentes» y el auge de Ciudadanos muy presentes, las mayores urgencias son para los populares. Conscientes de ello, el Gobierno y el PP nacional desembarcaron ayer en Sol: la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, la ministra de Defensa, Dolores de Cospedal, y los vicesecretarios generales Pablo Casado y Javier Maroto demostraron con su presencia la relevancia de la plaza madrileña para el partido. En ello insistió Casado: «Nos volcamos con el PP de Madrid y con la Comunidad de Madrid, para empezar a reconstruir una alternativa ganadora de aquí al año que viene. En los momentos complicados tenemos que volver a reivindicar y recordar que el PP está por encima de cualquiera de nosotros». El vicesecretario de Comunicación, llamado a ser una de las piezas clave en el nuevo PP y en las listas con las que concurrirá la formación a las próximas elecciones, también aclaró que en la nueva etapa que afrontan los populares madrileños, lo más urgente es encontrar a la persona que lidere el Ejecutivo hasta la próxima cita con las urnas: «Primero toca la investidura». Entre los que suenan con más fuerza para ocupar el sillón que dejó vacante Cifuentes hace ocho días, todos adoptaron un perfil bajo. Incluido Ángel Garrido, presidente en funciones y anfitrión del acto, que evitó incluso referirse a su predecesora. Sí se refirió a los «vaivenes políticos y los cambios coyunturales» que, a juicio de Garrido, no deben desviar la atención de la «consistencia de fondo de la sociedad madrileña». El resto de presidenciables según las quinielas –Enrique Ossorio, Juan Antonio Gómez-Angulo y Alfonso Serrano, entre otros– optaron por el silencio.

Sáenz de Santamaría y Cospedal abandonaron la recepción sin hacer declaraciones, pero otros líderes populares, como el portavoz en el Ayuntamiento de la capital, José Luis Martínez-Almeida, se mostraron también seguros de que aún es posible revalidar el próximo año la victoria de 2015: «Se equivocan los que den por muerto al PP antes de tiempo».

La tesis de la remontada popular contrasta, sin embargo, con el estado de ánimo de buena parte de los cargos públicos que formaron los habituales corrillos: «El desánimo es enorme en todo el partido, pero lo peor ocurre en las sedes, entre la miltancia», aseguraba ayer un diputado. Una percepción que, no obstante, se entremezcla con la percepción de que las encuestas que apuestan por enterrar las opciones del PP pueden volver a equivocarse: «Ciudadanos siempre gana en las encuestas y pierde en las elecciones. Queda un año», señalaba el titular de otro de los escaños azules de la Asamblea de Vallecas.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, también relativizó la trascendencia de los sondeos publicados en las dos últimas semanas: «Vamos a ser primera fuerza política». Sin moción de censura ya en el horizonte de la Comunidad de Madrid, el secretario general de los socialistas aprovechó el acto de ayer para redoblar su presión sobre Ciudadanos. Sánchez volvió a sugerir que los de Albert Rivera se abstengan en la próxima sesión de investidura para hacer presidente a Ángel Gabilondo: «Por emergencia institucional», destacó. «Lo que nos jugamos es saber si este mes de bochorno se prolonga un año o le ponemos fin ya», planteó en la misma línea Íñigo Errejón. La puerta a esta posibilidad está, sin embargo, cerrada: «Queremos ganarles en las urnas, no en los despachos», zanjó Ignacio Aguado, líder del partido naranja en la región.

Sánchez protagonizó una de las imágenes de la mañana: tras hacerse público el ofrecimiento que el PSOE hizo a Manuela Carmena para que encabezara su candidatura al Ayuntamiento de la capital, el protocolo unió ayer al líder socialista con la alcaldesa. Cuando fue cuestionada por esta cuestión, Carmena tiró una vez más balones fuera: «Mi decisión ya la iré diciendo cuando la tome».