Duran advierte de que no dimitirá aunque estorbe a Esquerra

Pocas veces como esta semana Josep Antoni Duran Lleida ha recibido un alud tan continuado de críticas. El «caso Pallerols» ha colocado al líder de Unió Democràtica en la primera página de la actualidad después de que su partido aceptara devolver a la Generalitat 388.000 euros que dirigentes democristianos desviaron de la consejería de Trabajo en los años 90. Todos los adversarios de CiU han pedido la cabeza de Duran Lleida porque entienden que ha quedado demostrada la financiación irregular de Unió, pero el líder democristiano, de viaje en Chile en su condición de presidente de la comisión de Exteriores del Congreso, no piensa renunciar a su cargo porque ignoraba los hechos. «No me tumbarán», advirtió ayer en su carta web semanal en una clara alusión a Esquerra, una de las primeras formaciones en exigir la dimisión de Duran Lleida. «Sé que estorbo en estos momentos más que nunca, debido al debate político Cataluña-España, soy criticado por unos y por otros», afirmó desde Santiago de Chile. El líder de Unió sentenció que no piensa polemizar con el resto de partidos y subrayó que tiene la conciencia muy tranquila. «Las responsabilidades políticas están más que asumidas. En su día el partido creo una comisión de investigación externa y expulsó a gente que ha sido procesada y condenada», recordó.