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Duran Lleida: “Rajoy cayó por Cataluña, no por la “Gürtel””

Así lo afirma el exp residente de Unió en una entrevista para LA RAZÓN

Duran Lleida / Foto: Gonzalo Pérez
Duran Lleida / Foto: Gonzalo Pérezlarazon

Así lo afirma el ex presidente de Unió en una entrevista para LA RAZÓN.

Duran Lleida responde a las preguntas de LA RAZÓN poco después de que finalice la presentación en Madrid de «El riesgo de la verdad» (Planeta), unas memorias en las que se disecciona, a lo largo de 550 páginas, la anatomía de España y Cataluña con el bisturí de un protagonista de nuestro devenir político en activo desde 1974.

-Ha titulado sus memorias «El riesgo de la verdad». ¿Qué le llevó a escoger este título?

-Decir la verdad siempre tiene riesgo. Yo siempre he querido decir la verdad en mi vida política y, por lo tanto, he asumido riesgos. En los momentos que vivimos de polarización de blanco y negro ese riesgo se amplifica. No he leído las declaraciones de la secretaria judicial del registro en la Consejería de Economía ni las del resto [de testigos en el juicio del «procés»] pero sé por la prensa que las redes sociales están a matar contra ellos: la verdad siempre tiene riesgos.

-¿Ha llegado el colapso del independentismo?

-No es que el independentismo haya colapsado, es que el independentismo ha provocado un colapso en la política catalana y española. Los adelantos electorales que se están produciendo en España son fruto de las consecuencias del independentismo. El independentismo es la razón fundamental de la caída de Rajoy y no «Gürtel». El independentismo marca las pautas de la política española.

-Usted fue testigo presencial del viraje de Convergència hacia el independentismo. ¿Cómo cree que podría lograrse una reversión de este proceso? Si es que es reversible...

-El independentismo tiene un apoyo del 47% actualmente. Si las cosas se hacen bien en el futuro comenzará a bajar ese apoyo. Otra cosa es cuándo comienza ese futuro. Durante mucho tiempo hemos sido capaces de vivir ejemplarmente gracias al modelo que configuramos en la Transición. Han sido los mejores años de España y, por tanto, los mejores para Cataluña. Ahora este modelo ya no acaba de dar la respuesta a esta realidad. ¿En qué momento ha empezado a ser así? No hay un momento. Hay muchos momentos. Ahora de lo que se trata es de recomponerlo pero no de más concesiones, y mucho menos de darlas al independentismo. Se trata de un pacto político: buscar lo que ha ido bien en estos 40 años y mantenerlo y ver qué se puede mejorar y mejorarlo.

-En el libro dice usted que Felipe González es el mejor estadista español del siglo XX.

-Yo no soy socialista ni lo seré. Pero repasando la historia del siglo XX es evidente que en la Transición hay un conjunto de políticos que ejercen de estadistas. Carrillo también. Y Fraga. Y Suárez. Y Pujol. Pero después, de los que gobiernan, el político más completo para mí es Felipe González. Ha sido el político español que más influencia ha tenido en Europa.

-¿Cómo resumiría las diferencias entre la generación de políticos de Duran Lleida, Aznar y Mas y la que forman Casado, Rufián y Colau?

-Buff (sonríe). Cada vez a la política van personas de menos prestigio. Y hay otro cambio: la evolución de la sociedad por el impacto de las nuevas tecnologías. Cuando ya no necesitas tener un pensamiento potente, una ideología formada y ciertas aptitudes para ser un politco consecuente, sino que lo que necesitas es acertar en 140 caracteres con el insulto o la frase ocurrente... ¿quién coño serio va a hacer política de esta manera?

-Me ha parecido muy interesante cuando en el libro argumenta que tendría que haber habido ministros catalanistas...

-Eso es muy polémico en Cataluña. Me decían que pensaba así porque quería ser ministro. Yo nunca he querido ser ministro por diversos motivos. Pero pienso que el catalanismo debía participar en el Gobierno. ¿Si aportamos el 20% del PIB de esa empresa que es España, por qué vamos a renunciar a sentarnos en el Consejo de Administración?