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Duran ve imposible pactar con el Gobierno la independencia

El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida (i), conversa con el portavoz del grupo popular en el Congreso, Alfonso Alonso
El líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida (i), conversa con el portavoz del grupo popular en el Congreso, Alfonso Alonsolarazon

Unió y Convergència continúan intentando que sus enormes discrepancias no acaben por estallar y den al traste con una alianza que hace 32 años que se alarga, pero las contradicciones son cada vez mayores. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, rechazó anteayer «la tercera vía» que Josep Antoni Duran Lleida abandera para dar encaje a Cataluña en una España confederal, aunque abrió tímidamente la puerta a poner esta fórmula a votación en la consulta. Sin embargo, Convergència no está en realidad por esta opción, ya que lo que desea es plantear una consulta donde los catalanes voten a favor, en contra o en blanco respecto a un estado independiente. Así lo dijo ayer el secretario de Organización de CDC, Josep Rull. Duran cree que este planteamiento es completamente inalcanzable porque el Gobierno nunca tolerará una votación cuyo objetivo sea la secesión. «No veo que sea posible pactar con el Estado la independencia», advirtió Duran, que aboga por hallar una solución a la alemana. «Un Estado propio puede ser un Estado propio federal dentro del Estado español», deslizó el líder de Unió en una entrevista en Rac 1. Las discrepancias entre Unió y Convergència continúan agigantándose mientras la cuenta atrás para pactar una pregunta en la consulta se ha puesto en marcha. De momento los socios mantienen su alianza con el argumento de que comparten el objetivo de celebrar la consulta a pesar de que es difícil visualizar en estos momentos el consenso entre los socios nacionalistas. «Yo no me planteo la ruptura con Convergència pero los hechos pueden llevar a situaciones con consecuencias políticas que uno no quiere y no desea», admitió. La tercera vía que abandera el líder de Unió ha merecido la consideración del PSC, que ayer quiso llevarla a votación en el debate de política general para forzar a los diputados de Unió a desmarcarse de Convergència, pero la treta no surtió efecto.

El próximo paso de Duran ahora es ensayar alguna aproximación con las fuerzas estatales, PP y PSOE, porque está convencido de que si ésta no se produce el pleito irá en aumento. En este sentido aconsejó al Gobierno que se abra a pactar la consulta ya que, de lo contrario, «el conflicto está servido y nos haremos daño». Fuentes de Unió explicaron a este diario que Duran tiene previsto verse con el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, la próxima semana para analizar la cuestión catalana y explorar alguna salida. Por lo manifestado hasta ahora, tampoco hay indicios para pensar que el líder del PSOE pueda facilitar la consulta, no sólo porque no tiene mayoría en el Congreso, sino porque tampoco comparte el principio del derecho a decidir que defienden CiU, ERC, PSC, ICV y CUP. Así las cosas, Duran se enfrenta al que, probablemente, es el mayor desafío de su carrera política y es intentar que Unió y Convergència mantengan su alianza en el contexto más difícil que han hallado.