Gobierno de España

El 78,3% avala las alianzas con Cs

La mayoría de votantes del PP, un 69,1%, quiere que Rajoy repita como candidato a La Moncloa. Sáenz de Santamaría (27,7%) y Núñez Feijóo (26,9%), los preferidos para sucederle si no concurre

El 78,3% avala las alianzas con Cs
El 78,3% avala las alianzas con Cslarazon

La mayoría de votantes del PP, un 69,1%, quiere que Rajoy repita como candidato a La Moncloa. Sáenz de Santamaría (27,7%) y Núñez Feijóo (26,9%), los preferidos para sucederle si no concurre.

La sucesión de Mariano Rajoy no está en la agenda de la Convención Nacional que el PP celebra este fin de semana en Sevilla. Pero los ocho años de mandato que el líder popular cumplirá si agota esta legislatura y el desgaste del partido en esta coyuntura política sí que están haciendo que se maneje poco a poco como una hipótesis más verosímil dentro de los análisis con los que trabajan los populares. La posibilidad de que el «número uno» ceda paso a un relevo para las próximas elecciones generales está por primera vez ahí y esa sensación está alimentando a su vez los codazos y la distracción de algunos en las zancadillas internas. Sin embargo, en esta tesitura complicada la mayoría de los votantes del PP sigue prefiriendo todavía que Mariano Rajoy repita como candidato a La Moncloa en los próximos comicios. Hasta el 69,1 por ciento apoya que se vuelva a presentar a las generales previstas en principio para 2020. La encuesta de NC Report para LA RAZÓN se realizó entre el 3 y el 6 de abril, en 88 municipios de las 17 comunidades autónomas.

Los votantes del PP están satisfechos con la gestión económica y del problema catalán del presidente del Gobierno. El 75,1 por ciento aprueba su política económica. Y en una escala puntuable de 0 a 10, el líder del Partido Popular es valorado como el que mejor ha actuado frente al desafío independentista al Estado español, con un 7,3 de media. Aunque en esta pregunta resulta significativa la alta valoración que hacen de la posición del líder de Ciudadanos (Cs), Albert Rivera, aprobado con una nota del 6,2 frente al 2,8 que recibe Pedro Sánchez, que ha establecido un eje común con el Ejecutivo para aprobar medidas como la aplicación del artículo 155 de la Constitución y que ha evitado confrontar con el Gobierno en actuaciones como las cargas policiales del 1 de octubre. Rivera y Sánchez apoyaron igualmente a Moncloa en la intervención en Cataluña, pero esta posición ante el problema catalán es mejor rentabilizada por Rivera que por el secretario general socialista al menos entre la parroquia popular. Por cierto, ésta también da signos de que se va adaptando a las nuevas demandas de una mayor apertura del partido a la sociedad, declarándose partidarios de que se celebren primarias un 64,6 por ciento frente al 20,3 por ciento que no las considera necesarias. En el último Congreso Nacional el PP introdujo un retoque en los Estatutos para hacer un guiño a las primarias pero sin llegar a copiar los sistemas que maneja la izquierda.

A estas alturas de la Legislatura el principal problema que está detectando la dirección popular en las encuestas es que Ciudadanos (Cs) continúa comiéndoles terreno a lomos incluso de la iniciativa que ha llevado el Gobierno en la gestión del órdago independentista catalán. Este escenario, que coinciden en señalar los sondeos, es el que contribuye a apuntalar las quinielas de la sucesión por si ese «golpe de efecto» puede ayudarles a recuperar espacio frente al partido de Albert Rivera. Es una jugada arriesgada, sobre la que en ningún caso hay consenso en sus consecuencias, y que en el PP admiten que exige ser ejecutada con «precisión cirujana» para que no agrave el problema en vez de solucionarlo porque desbarate la imagen de unidad del PP que mantiene el liderazgo de Rajoy o porque no acierte en el objetivo de ampliar la base electoral.

La encuesta de NC Report señala que entre los candidatos a la sucesión de Rajoy, los mejor valorados son la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. La vicepresidenta es apoyada por el 27,7 por ciento; y Feijóo, por el 26,9 por ciento. Por detrás quedan la secretaria general, María Dolores de Cospedal, con un 20,3 por ciento; y la presidenta del Congreso, Ana Pastor, con un 10,6 por ciento. Entre los nombres barajados también ha sonado el de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que según este estudio recibe el apoyo del 0,6 por ciento de los encuestados, aunque su imagen ha quedado muy tocada tras destaparse el supuesto escándalo de su máster fraudulento.

En cualquier caso, el 71,2 por ciento de los votantes del PP se ratifica en su opción de voto para las próximas elecciones, pero hay un 22,6 por ciento que anticipa su decisión de cambiar de papeleta para las siguientes convocatorias a las urnas. Todo está demasiado verde, alegan en Génova, porque no hay tensión electoral, pero son tendencias que todos los partidos valoran en sus trabajos electorales. Entre sus votantes, Rajoy recibe un 6,8, en una escala de 0 a 10, como líder del partido, y hasta al 78,3 por ciento le parece bien que su formación busque acuerdos con Ciudadanos, frente al 48 por ciento que aprueba que esos pactos sean con el PSOE. En ese sentido, después de las elecciones catalanas y el mal resultado que el PP obtuvo en esos comicios, en los que dejó incluso de tener grupo propio en el Parlamento catalán, la dirección abrió el debate sobre la necesidad de endurecer el discurso con su socio de investidura. Esta reflexión se ha traducido, de hecho, en una respuesta más contundente a lo que desde Génova denuncian como «deslealtades» de Ciudadanos. En relación a esta cuestión, el 58 por ciento de los votantes del PP estima que su organización política no debe ser más dura con Ciudadanos, en una actitud que contrasta con la desconfianza que existe entre las direcciones de los dos partidos.

Por último, dentro del análisis que hace la dirección del PP sobre sus dificultades para recuperar posiciones frente a la presión de Ciudadanos el discurso oficial resta importancia a la corrupción con la tesis de que los casos que están judicializados y ya les han pasado factura en las anteriores elecciones. Vamos, que están amortizados aunque el ruido sobre esta cuestión no les beneficie. Este sondeo señala, sin embargo, que hasta el 75,4 por ciento de los votantes del partido no da por superada todavía la etapa de corrupción, aunque también la mayoría, el 78,3 por ciento, admite que sí se han puesto en marcha medidas para luchar contra ella. No obstante, la fidelidad del votante popular es bastante alta, un 54% de los consultados afirma que vota al PP desde hace más de diez años, seguido del 27,4% que lo hace desde al menos cinco.