Política

Lucha contra ETA

El abogado Íñigo Iruin sustituye a Zulueta en el control de los presos

Se trata de un letrado más moderado, pero igualmente supervisado por la banda

Los abogados pro abertzales Arancha Zulueta, Jone Goiricelaya e Íñigo Iruin
Los abogados pro abertzales Arancha Zulueta, Jone Goiricelaya e Íñigo Iruinlarazon

Los abogados Íñigo Iruin y Jone Goiricelaya, con los letrados que les apoyan en sus bufetes, se van a hacer cargo de la asistencia al «colectivo» de presos de ETA, el llamado EPPK por sus siglas en euskera, en sustitución de los miembros del «KT», que encabezaba Arancha Zulueta, que se encuentran en prisión tras la desarticulación de este organismo en una operación de la Guardia Civil. La presentación de instancias por parte de los reclusos para pedir su traslado a cárceles del País Vasco y Navarra es uno de los primeros asuntos que deben abordar.

Según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, esta situación podría condicionar con el tiempo la amortiguación de algunas de las posturas más radicales dentro del EPPK, asunto que, en todo caso, está por ver, ya que ETA ha decidido hacerse con el control de los distintos órganos de su brazo político y actuar al margen de lo que marquen los pistoleros resulta siempre muy complicado.

Iruin es la gran mente en la sombra de la llamada «izquierda abertzale» y está considerado como una persona muy inteligente, que ha llegado a asesorar a ETA en algunos de los procesos de negociación con el Gobierno español, entre ellos en el que se llevó en secreto al final de la última legislatura y que dio lugar, en octubre de 2011, a la «Conferencia Internacional» de Ayete, en San Sebastián y al posterior anuncio de la banda del «cese definitivo armado». Los terroristas cedían la «batuta» del «proceso» a su brazo político ante unas expectativas que sólo se han cumplido en lo relativo a la legalización de Bildu, Amaiur y Sortu. La falta de otros resultados es lo que ha llevado a la situación actual en la que, en medio de documentos que van y vienen, y que no siempre responden a los originales creados, existe una gran confusión de la que se aprovechan los de siempre: los pistoleros.

El perfil de Goiricelaya es, aunque de menor relevancia, similar al de Iruin y ambos se enfrentan a una labor bastante complicada porque el «colectivo de abogados» que dirigía Zulueta tenía «el corral», consciente o inconscientemente, bastante liado. Además, en estas fechas cuando, según los planes previstos, los internos de mayor edad y los que llevan más años de cumplimiento tienen que empezar a dirigir a las Juntas de Tratamiento de las cárceles las instancias para ser trasladados a centros del País Vasco y Navarra. Se trata de un «brindis al sol», ya que no cumplen los requisitos exigidos, y lo que se busca es judicializar el asunto para tratar de ganarlo en los tribunales, aunque sea en Estrasburgo. En efecto, según uno de los documentos encontrados por la Guardia Civil en la operación contra Herrira del año pasado, titulado «BL Barraka / BL Individual», se analizaban las «dudas, contradicciones y dificultades» en el seno del «colectivo de abogados».

La estrategia de Zulueta era la de ganarse la confianza de los presos al transmitirles que era la que contaba con la confianza de ETA. Se desconoce la estratregia que seguirán Iruin y Goiricelaya, pero tendrá que ser distinta dada la detención de Zulueta y los suyos, que ha enervado a buena parte del EPPK.

A favor de los primeros están las tensiones que existían en el «colectivo» debido a «la mala planificación de las rondas por las prisiones, que realizan sin unos criterios claros y al deficiente seguimiento que hacen de los internos en las prisiones que tienen asignadas». Asimismo, se criticaba, en lo que respecta a las «aportaciones políticas» qué debían hacer, ya que carecían de «información» para cumplir con sus funciones, por la falta de reuniones y a la ausencia de órganos comunes con la estructura «política» de la izquierda abertzale.

La gran baza que pueden tener Iruin y Goiricelaya es realizar un correcto planteamiento de los asuntos jurídicos-judiciales, como auténtica prioridad de su trabajo.

Las fuentes consultadas afirmaron desconocer qué van a hacer los nuevos letrados con respecto al «B.T. (Bitartekaritza Taldea)/B.T. Grupo de Intermediación», formado por personas que se encargaban de llevar las reivindicaciones de los presos ante determinadas instancias y en el que estaban representados Zulueta y su grupo. Se supone que seguirán contando con ellos, pero de otra manera.

Al final, el nudo gordiano va a ser la relación con ETA de los nuevos letrados. Según otro documento intervenido a Herrira, quedaba clara la «subordinación orgánica a la dirección de ETA (del colectivo de abogados), que es la que impone su disciplina y la define como herramienta importante para el EPPK».

Perfil: El negociador en la sombra

Íñigo Iruin fue senador de Herri Batasuna por Guipúzcoa en 1989 y miembro del Parlamento vasco entre 1984 y 2001, año en que dejó la política y se volcó sobre los libros de Derecho. Como letrado, ha participado en todas las negociaciones de ETA con el Gobierno. Además, pilotó el intento de Batasuna de volver a los ayuntamientos y elaboró los estatutos de Sortu. En 1989 tomó parte en las conversaciones de Argel y en 1998 participó en la génesis del histórico Pacto de Estella. Destaca su labor como abogado en juicios contra la izquierda abertzale y contra jóvenes relacionados con actos de «kale borroka». Entre los más destacados están el «caso Lasa y Zabala», el «caso Zabalza», el «caso Egunkaria», el macrosumario 18/98 y el «caso Bateragune».