Política

Ricardo Coarasa

El cuento chino de Puigdemont: pidió 11.000 millones a Pekín para la independencia

La documentación intervenida en la Conselleria de Economía constata que la Agencia Tributaria catalana "no estaba preparada para el día después"

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemontlarazon

La documentación intervenida en la Conselleria de Economía constata que la Agencia Tributaria catalana "no estaba preparada para el día después".

La Generalitat era consciente de que la supervivencia de una hipotética República catalana dependía de su músculo financiero tras la independencia. De ahí que la búsqueda urgente de financiación se convirtiese en una prioridad para el Ejecutivo de Carles Puigdemont. Hasta el punto de que -según ha confirmado hoy un agente de la Guardia Civil que participó el 20-S de 2017 en los registros en la Conselleria de Economía- el Ejecutivo catalán llegó a pedir 11.000 millones a China, presumiblemente para nutrir de reservas propias al futuro Banco Central de Cataluña.

El testigo ha explicado que en el seno del independentismo había "una preocupación muy grande"por la financiación de la Cataluña independiente. En este sentido, el registro del despacho de Lluís Salvadó, ex secretario catalán de Hacienda, en la Consejería de Economía resultó especialmente revelador. "Fue espectacular", ha reconocido el agente, por la gran cantidad de documentación intervenida relativa a las estructuras de Estado.

Esa documentación denotaba, entre otras cosas, el doble papel que jugaban por un lado Pere Aragonès, entonces secretario de Economía y actual vicepresidente de la Generalitat, que se dedicaba a buscar "financiación internacional", y el propio Salvadó, volcado en la estructura tributaria del futuro Estado y en la creación de una Agencia Tributaria catalana.

Pero según ha contado el guardia civil, en los papeles intervenidos queda de manifiesto que la Generalitat asumía que "la Agencia Tributaria no estaba preparada para el día después de la independencia". Había, por tanto, que obtener liquidez con urgencia para dar esos primeros pasos tras la ruptura con España. Según ha asegurado, el Govern "tenía preparado un sistema informático, ATC Gestión", que estaba desarrollando IBM para gestionar presumiblemente el cobro de tributos. Por ese trabajo, ha añadido, se giró una factura de 240.000 euros. "Yo creo que estaba pagada", ha mantenido.

El agente ha precisado que la petición de 11.000 millones a China se incluye en un correo hallado en un pendrive intervenido a Salvadó. Además, ha añadido, la Generalitat "necesitaba 4.500 millones"(supuestamente la cantidad que esperaba recaudar del empresariado catalán), otros 6.000 millones provenientes de los ayuntamientos catalanes y 1.300 millones más "de impuestos propios".
Entre la documentación intervenida constaban también las facturas, con el membrete de Economía, de varios viajes al extranjero para apuntalar el procés, entre ellos uno de Aragonés y otras tres personas a Eslovenia, con cuyo proceso de independencia establecían un paralelismo, aunque no exacto, porque según puntualizaban los enfrentamientos con la Policía yugoslava se produjo frente a "un Estado en colapso", algo que no sucede en el caso de España.