Tu Primus
El día de las Fuerzas Armadas en el Juan Sebastián de Elcano
Aquí estamos una semana más. Sentimos no haber sido constantes con nuestra publicación semanal de los miércoles, pero como ya hemos mencionado en alguna ocasión, las exigencias de la navegación y las circunstancias que nos rodean a veces hacen muy difícil la publicación a tiempo de este artículo, esto no deja de ser a la vez un barco, un centro de formación, y una embajada de España. Los horarios, las actividades los ritmos, los marcan circunstancias tan variables como la meteorología, los exámenes, o los actos de representación, y todo ello en una plataforma de 113 metros de largo, en la que convivimos 250 almas. Nos disgusta en parte por tenerle esperando sin saber el motivo, y no poder tener el fruto del tiempo que sacamos todas las semanas para entregarnos al máximo a esta tarea que tanto nos gusta y que tanto nos alegra ver que a usted también, pero también nos enseña lo dura que es la vida en la mar, y en la que en ocasiones tienes que priorizar en cosas que quizás no sean las que a priori más te motivan, pero que a la larga son las que te marcarán el carácter del marino que queremos ser.
Después de nuestra agradable estancia en Lisboa, ciudad conocida por la mayoría de los guardiamarinas en embarques de instrucción durante los dos cursos anteriores, pusimos rumbo a una ciudad polaca que ya hemos aprendido a escribir pero no a pronunciar, Szczecin. Probablemente lo de la pronunciación siga así hasta que algún polaco, una vez allí, nos corrija. Se trata de la primera visita del Juan Sebastián de Elcano a Polonia, por lo que tenemos grandes expectativas por ver todo lo que este país, del que tantas cosas interesantes hemos oído, tiene que ofrecernos.
El pasado día 1 de junio, navegando en el Golfo de Vizcaya, tuvimos la gran suerte de encontrarnos en la mar con el buque anfibio portaaeronaves “Juan Carlos I” y la fragata “Cristóbal Colón”, al tiempo que un helicóptero de la 5ª Escuadrilla, perteneciente a la unidad aérea del “Juan Carlos I”, sobrevolaba la zona y tomaba fotografías para “inmortalizar el momento”. Fue nuestra particular celebración del Día de las Fuerzas Armadas, con una marinera estampa en la que se fundieron tradición y tecnología.
Además, este encuentro fue muy especial para los guardiamarinas, al haber estado embarcados en ambos, ya que la “Cristóbal Colón” fue la fragata en la que realizamos nuestro bautismo de mar (se llama así a la primera unidad de la Armada en la que embarcas cuando ingresas) y el “Juan Carlos I”, el buque en el que realizamos nuestro primer embarque de fin de curso como aspirantes, hace ya dos años. Habiendo vivido ambas experiencias, hemos podido tener una visión más amplia de nuestra futura profesión y consideramos que igual de importante es el aprendizaje que obtuvimos tanto en uno como en el otro buque. A su vez, pudimos ver en sus cubiertas a muchos compañeros de otros cursos de la Escuela Naval Militar, que están realizando sus prácticas de fin de curso en ambos buques. Posteriormente, en la cámara de guardiamarinas, tuvimos la oportunidad de ver el desfile del Día de las Fuerzas Armadas, que este año se ha celebrado en la emblemática ciudad de Sevilla. Los entrevistados durante la retransmisión pusieron de manifiesto su entusiasmo por poder conocer más sobre sus Fuerzas Armadas, el mismo que nos transmite usted al permitir que le acerquemos un poco a nuestras vivencias.
Hoy nos gustaría presentarle y que conociera una figura de gran importancia en este buque y en nuestra Armada en general. La figura del páter; Francisco Vivancos, persona respetada y muy querida en el Juan Sebastián Elcano, que procedente de la Escuela de Infantería de Marina “General Albacete y Fuster” (EIMGAF) de Cartagena, embarcó con nosotros el pasado 13 de enero. El porqué de destacar su figura hoy, es porque la semana pasada se cumplieron 15 años de su ordenación como sacerdote y nos parecía una buena forma de agradecerle su servicio. En las Fuerzas Armadas lleva desde el 1 de mayo de 2016 y en tan solo 3 años, ha participado en dos misiones con la Armada (SOPHIA y ATALANTA), además de estar destinado en la EIMGAF y ahora comisionado en nuestro bergantín-goleta durante nuestro crucero de instrucción.
Además de su labor de páter como tal, celebrando la misa, o impartiendo catequesis para recibir los sacramentos de iniciación cristiana para el personal de la dotación que voluntariamente así se lo pide, el trabajo del Padre Vivancos va más allá. Es un nexo de unión para toda la dotación y es la persona perfecta para contarle tus problemas y tratar de buscar una solución. Es por eso que la figura de un páter a bordo es tan importante, ya que muchas veces su atención y consejos sirven de apoyo cuando más te hace falta, sin importar la religión que profeses incluso si no eres creyente. Además, tenemos la suerte de que sea él quien nos acompañe en este crucero de instrucción, ya que es una persona muy interesante y que nos transmite alegría y confianza cuando los ánimos están más bajos. Dedica la gran mayoría de su tiempo a los demás, aparte de ser el campeón indiscutido de parchís a bordo. Él mismo nos cuenta que el momento más impactante que ha tenido en su carrera es ver el efecto que provocaba en las dotaciones el presenciar las desoladoras condiciones que se dan en la inmigración ilegal en el Mediterráneo. Desde aquí por ello nos gustaría tener un momento de reconocimiento a los compañeros que han participado en la operación SOPHIA desde su comienzo.
Desde el Mar del Norte y rumbo a Polonia le deseamos feliz semana. Buen viento y buena mar.
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