Política

El desafío independentista

El «Estado catalán» encalla: Mas rebaja la declaración de soberanía por falta de apoyos

Suavizará la parte que otorga a Cataluña la categoría de Estado para intentar que PSC e ICV voten a favor del texto en el Parlamento

Duran cree que el proceso de autodeterminación no puede avanzar sólo con ERC
Duran cree que el proceso de autodeterminación no puede avanzar sólo con ERClarazon

La Declaración de Soberanía del pueblo catalán no puede ser un documento aprobado únicamente por CiU y ERC en el Parlament. Los nacionalistas han llegado a esta conclusión y, por eso, han decidido dar marcha atrás al planteamiento de máximos acordado con los republicanos con el objetivo de abrir el pacto a PSC e ICV, que comulgan con el derecho a decidir de los catalanes pero no con identificar este proceso con el independentismo. «No votaremos nada que tenga como objetivo el Estado catalán», subrayaron ayer dirigentes del PSC, que hoy presentarán su propia alternativa al texto consensuado la pasada semana por CiU y ERC.

Nadie se expresó con tanta claridad como el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, temeroso de que la mayoría por el derecho a decidir sea muy exigua desde los primeros compases de la legislatura catalana. «No se puede permitir, pensando en Cataluña y en nuestra concepción del proceso, que sea solo la mitad de la Cámara la que apoye el primer paso del proceso de ejercer el derecho a decidir. Sería un gravísimo error», dijo el líder de Unió en alusión a los 71 diputados (de un total de 135) que suman CiU y ERC en el Parlament.

Para corregir la situación, Duran abogó por volver la Declaración de Soberanía a la casilla de salida. «Propongo comenzar de nuevo. Sentémonos en una misma mesa y elaboremos conjuntamente la propuesta. Que no sea de nadie en particular, sino de todos en general», pidió en un apunte publicado en su blog. El líder de Unió reconoció que la redacción de esta declaración «no ha comenzado bien» y advirtió de que es necesario «buscar amplias mayorías» para impulsar un proceso de la envergadura de la autodeterminación.

En un sentido parecido, pero no tan contundente, se expresó el consejero de la Presidencia de la Generalitat, Francesc Homs, que destacó el compromiso «inequívoco» de su gobierno para «ampliar a más fuerzas políticas» el documento consensuado con ERC que insta a «hacer efectiva la voluntad de constituir Cataluña en un nuevo Estado dentro del marco europeo». «Quiero pensar que encontraremos la manera de que las fuerzas políticas, especialmente aquellas de larga tradición democrática, estén en esta declaración. Esto vale obviamente para el PSC», comentó Homs durante una visita a la fiesta de Tres Tombs en Taradell (Barcelona).

Filtraciones

En opinión del consejero, el error ha sido filtrar a la Prensa el documento pactado con ERC. «Se ha distribuido con mala intención», lamentó Homs. Sea como fuera, el PSC ha logrado un respiro gracias al asunto porque ahora CiU está obligada a llamar a su puerta para lograr al menos su abstención. Los socialistas catalanes aseguran que su postura está muy clara. Están dispuestos a avalar una Declaración que consagre el derecho a decidir siempre y cuando explicite que la consulta de los catalanes debe ser acordada con el Estado y, por tanto, estrictamente legal.

ICV, la otra formación implicada en este proceso, ofreció una pista clave sobre el desenlace de la negociación, que tiene como fecha límite el día 23 (momento en que está prevista la votación en el Parlament). Los ecosocialistas aseguraron que CiU está dispuesta a que la Declaración de Soberanía cite «otras opciones a la del Estado propio», lo que facilitaría, sin duda, el apoyo de su formación. «La consulta ha de ser para decidir, no para decir a los catalanes que la decisión ya está tomada (la independencia)», explicó la portavoz parlamentaria de ICV, Dolors Camats.

ERC, por su parte, también quiso decir la suya, sobre todo después de leer el apunte de Duran Lleida y su llamada a «comenzar de nuevo». «Es una labor de los portavoces de los grupos en el Parlament, a los que hay que dejar trabajar con tranquilidad», reclamó la portavoz parlamentaria de Esquerra, Anna Simó.